El disparo con el que se mata al toro en los encierros de Coria fue autorizado de manera excepcional bajo el gobierno de José Antonio Monago. La ley que regula los espectáculos taurinos recoge específicamente que el animal tiene que ser sacrificado “sin presencia de público”. Es decir, recoge que el sacrificio debe hacerse en este caso en un callejón, fuera de la vista de los vecinos.
‘Guapetón’ fue el morlaco que corneó a un hombre, que terminó muriendo por las heridas que sufrió. Tras más de dos horas corriendo en el encierro, el toro fue abatido con una escopeta a la vista de todo el mundo, según puede verse en uno de los fragmentos del vídeo grabado por el colectivo ‘Vox Ánima’.
Ante estos hechos el partido animalista PACMA ha interpuesto una denuncia contra el Ayuntamiento de Coria, en el que recoge que no solo se vulneró a su juicio el reglamento. También denuncia que se puso en peligro la seguridad de las personas allí presentes. De igual modo demanda al veterinario que asistió a la muerte del animal.
El vídeo grabado por los animalistas en los Sanjuanes de Coria muestra cómo ‘Guapetón’ es sentenciado a muerte en una plaza abierta, bajo la atenta mirada de personas de todas las edades. Junto a la algarabía de gente, la presencia de dos policías que presencian el festejo, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.
“Se cumplieron nuestros temores”
Carmen Ibarlucea, de Equo Extremadura, ha transmitido a este diario que las imágenes han cumplido los “temores” de los animalistas. “Se ha puesto en peligro a las personas, y no se cumple con la normativa, porque en realidad no se puede cumplir la normativa que impusieron”, lamenta.
Por su parte, Olga Lama, del Partido Animalista PACMA advierte que la ley recoge las normas básicas para que los animales mueran en condiciones dignas. Según ha dicho, es “terrible” la muerte de un animal bajo un contexto de fiesta, “aunque también resulta atroz que mueran personas en este tipo de actos tan peligrosos”.
Se pregunta qué hubiera pasado si la persona que disparó la escopeta no hubiera apuntado bien, o que la bala le hubiera impactado en una de las zonas duras, junto a la cornamenta, y hubiera rebotado para las decenas de personas que contemplaban ese momento. Además advierte que no se protege a los menores, testigos de todo lo que ocurre.
Más casos
Los animalistas se preguntan por qué, “si se trata de una fiesta reglamentada, no quieren que la gente grave lo que ocurre dentro”. Advierten que lograron captar en otra fotografía otro de los momentos en el que se sacrifica al toro bajo la presencia de decenas de personas, de manera que el reglamento se habría incumplido al menos en dos ocasiones este año.
El ayuntamiento no responde
Este diario se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Coria, sin que hasta el momento haya aclarado las acusaciones del colectivo animalista.