En los últimos dos años la Comunidad ha mejorado tres puestos en la tabla del paro
Desde el verano de 2017 Extremadura ha mejorado tres puestos en la tabla nacional de territorios por mayor índice de desempleo, pasando del segundo lugar al quinto, tras mejorar las tasas que presentan Andalucía, Canarias y Ceuta.
A 1 de julio pasado según la Encuesta de Población Activa ese índice era del 20,46%, mejor que el de Melilla, tradicional ocupante del peor puesto nacional, con un 26,21%, pero también que Ceuta (24,61%), Andalucía (21,04) y Canarias (21%). En realidad Extremadura vuelve al lugar habitual, que no es el que a veces se acuña en el debate político regional como que “somos campeones del paro”.
La tasa ha mejorado en más de cinco puntos en solo dos años , del 25,76% a ese 20,46%, mientras que la media nacional en un contexto de crecimiento económico iniciado a finales de 2017, lo ha hecho en menor medida, en tres puntos, al pasar del 17,22 por ciento al 14,02. La diferencia por tanto se acorta, desde los más de ocho puntos y medio que se registraba hace un año, en julio de 2018, a los 6,40 actuales; se vuelve también a cifras acostumbradas.
En estos momentos hay en Extremadura trabajando 394.900 personas según la EPA, que son casi 60.000 más que en el peor momento de la crisis, en julio de 2014 cuando el número de trabajadores tocó el suelo de 335.700; en la última legislatura autonómica ese incremento ha sido de casi 40.000, exactamente 39.700.
Las cifras de la burbuja
Aún se está lejos sin embargo de las mejores cifras que coincidieron con la burbuja inmobiliaria y de consumo en la primera década de este siglo, y que se produjeron en julio de 2007 cuando en Extremadura había 417.900 personas con trabajo y la tasa del paro era el 12,37 por ciento, solo cuatro puntos más que la media nacional, una situación que no volverá a repetirse según los expertos.
La pérdida de habitantes en la Comunidad ha hecho que baje la población activa, esa mayor de 16 años que tiene o busca empleo, en 7.800 personas en los últimos cuatro años, lo que contribuye sin duda también al descenso del paro.
La situación actual
A 1 de julio pasado vivían en Extremadura 895.000 personas mayores de 16 años, de las que eran activos, es decir, buscaban o tenían trabajo 496.500, un descenso del 0,35 por ciento respecto a un año antes, retroceso que sin embargo ha sido mayor en otros territorios como Asturias, Cantabria, Galicia o Ceuta. El número de activos, y la oferta laboral que satisface luego esa demanda o no, es lo que marca finalmente la tasa de paro.
De esos 496.500 como hemos dicho 394.900 tenían trabajo y 101.600 se consideraban parados por la EPA. Ese número de ocupados había avanzado respecto al mismo mes del año anterior un 4,09%, casi dos puntos más que la media nacional y una tasa que mejora las de Asturias, Ceuta y Melilla, donde el número de ocupados bajó, y también mejoró a todo el resto de territorios salvo Murcia, que avanzaron pero menos que la Comunidad.
Uno de los apartados que influyen en la tasa final de paro es la tasa de actividad, es decir, la porción de población en edad de trabajar y que demanda empleo, una solicitud que puede que no sea satisfecha por el mercado laboral territorial respectivo. En ese caso algunos territorios se ven penalizados ya que por ejemplo la tasa extremeña, 55,48%, es superior en cinco puntos a la de Asturias.
Y también supera a la de otras comunidades que se benefician de magnitudes económicas y laborales más confortables que la extremeña, por ejemplo Cantabria, Castilla y León, o Galicia tienen un porcentaje de activos inferior al de Extremadura.
Nubarrones
Esos son los datos a 1 de julio y de la encuesta EPA, que es la fuente más rigurosa y profunda en este terreno, pero los del paro registrado que se han conocido esta semana y referidos a un mes después, 1 de agosto, han sido peores de lo esperado y según sindicatos como CCOO, o la confederación empresarial regional, Creex, avisan de un mal síntoma y posible malos meses venideros, en consonancia con la desaceleración económica que se viene notando en España desde la primavera.
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