Villanueva de la Vera ejecuta al traidor Peropalo sin protestas ecologistas
El Peropalo de Villanueva de la Vera ha sido este martes ajusticiado por los vecinos de este municipio cacereño sin que la polémica Corrida de Elecciones, en la que se utiliza un burro, haya sido objeto de protestas por parte de colectivos conservacionistas.
Fiesta declarada de Interés Turístico Regional, el “Peropalo” consiste en la condena, maltrato y quema por parte de la población de un muñeco de tamaño natural confeccionado con tela y heno, y una calabaza de madera, que termina separada del cuerpo al final del ritual y guardada para el año próximo.
Este ritual carnavalero, que se alarga en el tiempo varias semanas, ha vivido hoy su última jornada con la elección del jurado popular encargado de condenar a muerte al “Peropalo” por traidor.
El culpable ha sido mostrado desde el balcón para que veratos y foráneos leyeran la sentencia cosida a su espalda.
Posteriormente, se ha celebrado la denominada “Corrida de Elecciones”, un rito que este año ha recuperado cierta polémica al solicitar la Asociación “El Refugio del Burrito” que el burro que se utiliza para transportar al mozo que da a conocer la sentencia sea eliminado de la fiesta o bien sustituido por un animal simulado.
En este sentido, fuentes municipales han señalado a Efe que las críticas de las organizaciones de protección de animales han sido nulas, y han reiterado que el burro que se utiliza en la “Corrida de Elecciones” no sufre “ningún tipo de daño”.
Un año más, el paseo se ha desarrollado en apenas 50 minutos sin ningún tipo de incidente y con bastante orden, y al finalizar el animal ha sido devuelto al corral, donde vive el resto del año.
A lomos del animal
El jinete que representa al condenado ha salido del Ayuntamiento con la cara tiznada a lomos del burro y ambos han sido paseados por los peropaleros al ritmo del tamborilero y salvas de disparos.
Delante de ellos, jóvenes y mayores jugaban al “tira y afloja” con una soga que, pese a lo denunciado en numerosas ocasiones, nunca ha estado atada a la cabeza del burro sino que avanza totalmente independiente del animal hasta llegar a la casa del párroco, quien ha hecho entrega al capitán de la fiesta la bandera, que después se ha colocado en el Ayuntamiento.
Posteriormente, ha tenido lugar el “ofertorio”, durante el que se recogen las aportaciones económicas de vecinos y visitantes, y el paseo que el capitán y la capitana de la fiesta dan al “Peropalo” como antesala de la “oferta” y la “jura de bandera”.
En la edición de 2016 el pueblo ha vuelto a dividir sus opiniones a favor y en contra de la muerte del “Peropalo”, que finalmente ha sido manteado y quemado entre salvas y simulados llantos y risas.