Casi 5.000 comercios han cerrado en Galicia desde 2009
Toda la población gallega cabe en las grandes superficies comerciales del país. Los 2,8 millones de habitantes que viven en Galicia podrían entrar en los 43 centros comerciales que se extienden por todo el territorio y, con un promedio de 2,8 personas en cada uno de los 997.538 metros cuadrados que ocupan, no quedaría nadie fuera. La enorme expansión de este tipo de negocios, que han seguido abriendo las puertas incluso en los años más duros de la crisis económica, se ha producido en paralelo a una importante contracción del comercio detallista. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que la Xunta da por buenos, desde 2009 y hasta comienzos de 2013 -último dato disponible- echaron el cierre 4.668 comercios en Galicia.
El Gobierno gallego ofrece esta información en respuesta a una pregunta parlamentaria del PSdeG, en la que la Consellería de Economía traza un panorama que permite conocer el importante peso del pequeño comercio en la economía gallega. Más del 25% de las empresas gallegas se dedican al comercio, un sector que supone el 13% del producto interior bruto y mantiene “más de 110.000 puestos de trabajo”. Con todo, antes de ofrecer los datos de cierres, el departamento que dirige Francisco Conde se centra en destacar que en los últimos meses “se están creando empresas” y se da un “crecimiento de la cifra de emprendedores en Galicia”, acto seguido desgrana los casi 5.000 ceses de actividad.
Dentro del período analizado, el año con más cierres fue el 2009, con 2.299 comercios que dejaron de funcionar. A lo largo de 2010 se registraron 1.420 cierres y en 2011 la cifra se quedó en 631. El año 2012 la cifra se rebajó hasta 318. Si a estos números se añaden los de 2008, el último gobernado íntegramente por el bipartito, el balance total es de 5.487 comercios cerrados desde el inicio de la crisis económica, justo en los años en los que autoridades de diverso signo político apoyaron con su presencia el inicio de la actividad de enormes centros comerciales, caso por ejemplo de la ciudad de A Coruña.
Sin gravamen adicional para las grandes superficies
Este balance de pequeños comercios cerrados llega en un año en que el PP ha rechazado en numerosas ocasiones gravar con un impuesto específico a las grandes superficies comerciales gallegas. Lo hizo en los debates presupuestarios, en el pleno de política general y al menos otras dos veces en el pleno ordinario, caso por ejemplo del rechazo de sendas iniciativas de AGE y del BNG. La última ocasión en la que se produjo este veto fue el pasado junio, cuando el Bloque defendió una proposición de ley para, entre otros aspectos, cobrarles 30 euros por metro cuadrado a las promotoras de centros con una superficie de compra superior a los 2.500 metros, lo que supondría alrededor de 29 millones de euros anuales para las arcas públicas.
Ni los “cambios en la ordenación urbana” y “en las relaciones humanas”, ni el “desplazamiento masivo de vehículos” ni el impacto en el pequeño comercio han hecho hasta ahora cambiar de opinión al partido que sustenta al Gobierno y que, representado por la diputada Cristina Romero, considera que “no es el momento de implantar este impuesto económico”, lo que “no quiere decir que estemos en contra”, aseguraba. Pero en la actual coyuntura económica, justifica, “son más beneficiosas herramientas que inciten a consumir” y no “este tipo de medidas, que disuaden el consumo”, argumentó.
Para los populares si hay alguna responsabilidad política en la expansión de los centros comerciales esta es en exclusiva del Bloque, por su gestión en la Consellería de Industria entre agosto de 2005 y abril de 2009. “No podemos llenar Galicia de grandes superficies y después pretender que cierren y tengan un horario”, sentenció. Menos aún, defiende Romero, se debería imponer un nuevo gravamen tan “desproporcionado” que podría provocar “la desaparición de algún centro comercial”.