Los conciertos con colegios que segregan por sexo pagarían 650.000 menús escolares
Los cálculos de los sindicatos educativos y de los grupos de la oposición coinciden en que, atendiendo a los presupuestos autonómicos y a la orden de conciertos de 2009, las aportaciones de fondos públicos a los colegios que separan niños de niñas, ahora declaradas ilegales por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), vinieron suponiendo unos 3 millones de euros anuales. Mientras, la Consellería de Educación, al anunciar la subida de hasta un 40% en las tasas de los comedores escolares, fijó un precio máximo de 4,50 euros por estudiante y día, que tiene que ser abonado por el alumnado en cuyas familias los ingresos per cápita sean superiores a 9.000 euros anuales.
Al menos hasta que la nueva reforma educativa del Gobierno central -la conocida como Ley Wert- entre en vigor, el Gobierno gallego va a tener prohibido mantener plazas concertadas en los cinco colegios segregacionistas a los que subvencionaba: Las Acacias, Montecastelo y Aloya, en Vigo, y Montespiño y Peñarredonda, en A Coruña. Quedan, por lo tanto, tres millones de euros liberados al año que, a juicio de los grupos parlamentarios diferentes del PP, podrían ser dedicados a los comedores escolares y así eliminar o paliar el incremento que acaba de decidir el departamento que dirige Jesús Vázquez. ¿Qué solucionaría esto?
Según el propio Gobierno gallego los 4,50 euros del menú escolar no son un precio aleatorio, sino que es “el coste del servicio”, en palabras del secretario general de Educación, Jesús Oitavén. Esto quiere decir, por lo tanto, que en el curso 2016-17, cuando la Consellería cuenta con conseguir el “hito” de atender 66.805 niños y niñas en sus comedores, el coste real del servicio sería de 300.622,50 euros al día. Por lo tanto, en una hipotética situación en la que todo el alumnado pagara ese precio “real”, el dinero de los colegios segregacionistas podrían sufragar apenas diez días de comedor.
Pero, si el cálculo es realizado no por días sobre lo global del alumnado, sino por menús pagados, el dato puede ser más ilustrativo. En caso de que esos 3 millones de euros anuales fueran destinados a pagar comedores escolares, darían para abonar el costo de más de 650.000 menús, concretamente, 666.666. Para que esta hipótesis fuera real Educación tendría que realizar una modificación presupuestaria, según la cual el dinero de los centros segregadores fueran sumados a los 27,8 millones de euros que figuran en las cuentas públicas de 2013.
No obstante, no parece muy factible que la Xunta decida reorientar su subida de precios, toda vez que el propio consejero no sólo considera que la medida es adoptada porque “no había más de donde sacar”. Además, según el máximo responsable de la administración educativa gallega, “el nuevo modelo de comedor es una medida muy progresista”.
