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“Desmovilización” contra los precios abusivos de la AP-9

David Lombao

Una “desmovilización”. Es la propuesta que ha salido de la mente de un grupo de usuarios y usuarias de la Autopista del Atlántico que se han juntado en Facebook para mostrar su rechazo a las continuas subidas de peaje en la principal vía de comunicación terrestre de Galicia. Comenzaron siendo poco más de cien, ahora son más de 2.500 y este martes aspiran la desvirtualizar su protesta, llevándola sobre el terreno para expresar una reivindicación: “Que Audasa trate a los gallegos como trata Itínere -la compañía propietaria- a sus usuarios en otras comunidades”, resume Xosé Ramón Nóvoa, uno de los impulsores de la movilización con la que aspiran a que este martes, 30 de octubre, hasta 10.000 vehículos dejen de circular por la AP-9.

“Llamamos a que a gente no viaje por la autopista” en esa jornada, sino que “utilice la carretera o el tren” para que “Audasa entienda que estamos molestos con esta política” de constantes subidas de precios: “este año llevamos tres y en enero habrá una nueva subida”. En la actualidad, por ejemplo, ir y volver de A Coruña a Vigo en un turismo por la AP-9 supera ya los 28 euros y viajar entre Santiago y A Coruña cuesta más de 12. Para recorrer la autopista entera, de norte a sur y de sur a norte, hace falta dejar en las cabinas de peaje más de 40 euros.

Estos incrementos se producen mientras, explica Novoa en conversación con Praza Pública, “Audasa tiene beneficios”, en concreto, “más de 120.000 euros al día de beneficio neto”. Aun así no sólo suben los peajes, sino que también “desaparecen las personas” que atienden a los conductores en los peajes: “fueron despedidas 16 personas del equipo de Audasa”, asegura, en un contexto en el que los elevados precios no sólo repercuten en los usuarios individuales, sino también, advierte, “en las flotas de empresa”. De pronto, una infraestructura que suponía una oportunidad para “el tejido económico y empresarial gallego” pasó “a ser un problema”, reprocha.

Así las cosas, la “desmovilización” de este martes pretende lograr una bajada de precios, ya sea de manera directa o mediante “planes de bonificaciones”, además de exigir que la empresa concesionaria deje de “ahorrar dinero” en, por ejemplo, “farolas” o “pintura” del firme, equipaciones visiblemente deterioradas en muchos puntos de la autopista. Este colectivo no prevé, al menos por el momento, reproducir en Galicia las movilizaciones que en Catalunya llevaron a cientos de usuarios a no pagar en las autopistas. No obstante, ya hay quien intenta poner en marcha una protesta semejante a través del movimiento #nonvoupagar.

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