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El barco encallado en la costa de A Coruña ya está vacío de combustible tras el susto por un vertido de última hora

Vista del Blue Star y de la tubería utilizada para extraer el combustible

David Lombao

El Blue Star ya no tiene fuel, gasóleo ni aceites en su interior. El barco quimiquero que encalló en As Mirandas, en la costa de Ares (A Coruña), el pasado 23 de noviembre, está vacío de sustancias potencialmente contaminantes a media tarde de este 2 de diciembre, tras algo más de una semana de trabajos y después de un susto de última hora por el vertido, en la recta final de la extracción, de varios litros de combustible sobre la cubierta del buque, algunos de los cuales acabaron derramándose al agua.

La Delegación del Gobierno central en Galicia confirma que “ha finalizado con éxito el bombeo del combustible del buque a las cisternas en tierra”. Ya están fuera del Blue Star “110 toneladas de gasóleo y fuel” y también “14 toneladas de aceite” que el buque portaba para su funcionamiento habitual. “El barco limpio ya no supone riesgo por contaminación”, detalla el departamento gubernamental.

Unas seis horas antes del final de la extracción llegaba el percance y, con él, el fantasma de un posible accidente que contaminara las aguas. Como confirmó la propia Delegación, una de las mangueras con las que fue extraído el carburante se atascó, se rompió y de ella cayeron algo menos de 10 metros cúbicos de combustible, según informó el teniente de Alcaldía de Cabanas, Iago Varela (BNG), presente en la zona.

El vertido fue controlado mediante esponjas por parte de las embarcaciones presentes en la zona y quedó controlado. El propio Varela lamentó que haya sido necesaria esta intervención de urgencia por no estar tendidas barreras anticontaminación en la zona por parte de la empresa contratada por la armadora para realizar las labores de vaciado. “Nos aseguraron que estaban listas y serían colocadas antes del comienzo del trasvase”, lamenta.

De cualquier modo, una vez paliado este percance continuaron unos trabajos que durante los últimos días han estado muy condicionados por la meteorología. No en vano, los sucesivos temporales impidieron realizar la extracción del combustible desde el día en que el barco quedó encallado hasta el pasado sábado, día 30.

Una vez neutralizado el riesgo de contaminación, la empresa armadora del buque (Singapur MTM) y la compañía holandesa SMIT Salvage -la misma que había remolcado el Prestige, contratada por la propietaria para estos trabajos- deben emprender las labores para desencallar el barco. La complejidad de la operación y el hecho de que el propio Gobierno central señalase como “prioridad” la retirada del combustible potencialmente contaminante ha propiciado que, por el momento, no haya horizonte temporal para la retirada.

El accidente de este quimiquero, que viajaba de vacío, ha avivado la memoria del accidente del Prestige pocos días después del décimo séptimo aniversario del siniestro. En este sentido, el pasado viernes la plataforma Nunca Máis se concentraba en Ares para reclamar más medios y mejores protocolos ya que, censuran, este siniestro ha vuelto a evidenciar que la costa gallega todavía es vulnerable delante de sucesos como este.

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