La Xunta insiste en las últimas semanas en que Galicia tiene un gran negocio sin explotar bajo tierra: 45.000 millones de euros en elementos críticos. La cifra sale de un informe hecho a través de una colaboración con la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y firmado por tres geólogos, uno de ellos Pablo Núñez, empleado de Cobre San Rafael, la empresa que está detrás de los planes para reactivar la extracción de cobre en Touro-O Pino (A Coruña), como adelantó Nós Diario. Este proyecto minero ha sido declarado estratégico por el Gobierno gallego y se encuentra en tramitación.
Aunque el Gobierno gallego eligió el cálculo económico como elemento central cuando presentó públicamente el informe, el objeto del trabajo no era cuantificar los posibles millones no extraídos de la tierra, sino ordenar sobre el mapa, desde el punto de vista geológico, los indicios de la presencia de materiales demandados para nuevas tecnologías y la transición energética. Núñez, que trabaja desde hace más de una década para Cobre San Rafael, es también el delegado en Galicia del Colegio Oficial de Geólogos y asegura que su participación en el estudio se debe a este segundo cargo. En conversación con elDiario.es dice que no ve ninguna incompatibilidad entre estar contratado por una empresa con intereses mineros y coordinar el análisis de potenciales yacimientos en Galicia. Los análisis, defiende, los respaldan otros dos expertos, Ester Boixereu y Rubén Esteban.
El origen del informe es una petición del Gobierno gallego dentro de un convenio firmado entre el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) –un ente adscrito a la Consellería de Economía e Industria– y la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Esa colaboración está establecida desde hace años para prestar asesoramiento en materia de almacenamiento energético a la administración. Es el convenio vigente, firmado en 2025, el que recoge que debe desarrollarse una evaluación de las reservas de minerales estratégicos necesarios para la transición energética. Sin un departamento de Geología dentro de la USC, el análisis científico lo hicieron los tres geólogos citados, todos ellos colegiados.
Cobre San Rafael asegura, en respuesta a preguntas de esta redacción, que la participación de Pablo Núñez en el informe es “en representación del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos”. “Esta actividad y otras que desarrolla asiduamente, incluyendo la elaboración de estudios técnico-científicos en Geología con instituciones como la USC o la Universidad de Oviedo, hay que enmarcarlas fuera de cualquier ámbito de relación con Cobre San Rafael”, indica y sostiene que la empresa no conocía el informe hasta que fue publicado ni tuvo participación en el mismo.
Núñez agrega que desconocía que la Xunta iba a presentar públicamente las conclusiones del estudio y que iba a resaltar en su comunicación el cálculo económico incluido en el documento. El objetivo del trabajo, dice, era recopilar los lugares en los que existen indicios de la presencia de alguno de los elementos críticos y que el cálculo económico, que se da con una amplia horquilla de entre 25.000 y 45.000 millones de euros, se introdujo para “poner en contexto la importancia” de estos recursos, pero no debe interpretarse como que todos estos materiales son extraíbles. Hay “años luz” entre detectar estas pistas y decir que se puede hacer una explotación, subraya.
El informe contiene varias referencias al depósito de Touro, que es descrito como “el ejemplo más destacado” de Galicia de un tipo de mineralización –de sulfuros masivos volcanogénicos– en la que se concentran el cobre, el cobalto, el zinc y “previsiblemente” elementos asociados como el galio, el germanio y el indio. En el entorno de la mina, que fue explotada en el pasado y que Cobre San Rafael quiere reactivar, está el “clúster principal de cobre”, considerado “de clase mundial”.
La Consellería de Economía se limita a replicar que el informe está hecho en el marco de un acuerdo con la USC cuando se le pregunta si da por buenos los cálculos. Las estimaciones, añade, se dan con una amplia horquilla y se basan en casi 43.000 muestras –geoquímicas– del Instituto Geológico y Minero de España. Sobre la condición de Núñez de empleado de Cobre San Rafael se remite a que hay otros dos expertos firmantes y a que fue la USC la que contó con el Colegio de Geólogos para la tarea.
Entre el 1 y el 2% de las investigaciones acaban en minas
El propio texto entregado advierte de que cualquier decisión de inversión o planificación estratégica requiere verificaciones de campo y análisis más profundos, es decir, más investigación para ver si esos indicios llevan a un yacimiento viable y explotable. Núñez recalca que, de hecho, solo entre el 1 y el 2% de las investigaciones dan paso a una mina. Añade que estos estudios son, además, “tremendamente caros”.
El presidente gallego, Alfonso Rueda, presentó el estudio ante los medios el pasado 24 de noviembre poniendo el foco en que “el valor minero de la comunidad puede alcanzar los 45.000 millones de euros, ya que registra una de las concentraciones más significativas de minerales críticos de Europa occidental”. En aquella comparecencia estuvo acompañado de la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, que resumió el estudio en una presentación de 15 diapositivas en las que destacaba que en Galicia hay 18 de los 34 materiales críticos identificados por la UE y prestaba especial atención a cinco: tantalio–niobio, tierras raras, litio, wolframio y cobre–cobalto. Lorenzana dijo que son los de más impacto estratégico y viabilidad económica y que concentran el 75% del valor económico total estimado.
Sobre ese énfasis en el cálculo económico el geólogo indica que lo que identifica el estudio “no son minas, sino posibilidades” y que las estimaciones se basan en los precios de mercado y en la experiencia de los autores del trabajo. El texto no incluye un estudio económico específico ni desarrolla cómo se hicieron las estimaciones. Incluye algunas referencias al valor en varios apartados, como el galio que sugiere que se podría obtener de los lodos rojos generados por la planta de aluminio de Alcoa en Cervo (Lugo) –calcula 8.500 toneladas y un valor económico de entre 1.900 y 2.600 millones de euros“. En otro ejemplo, sobre las tierras raras dice que el análisis económico ”revela un potencial significativo para el desarrollo de una industria extractiva viable“: ”Las estimaciones de producción total alcanzan 4.556–4.956 toneladas anuales de óxidos de tierras raras, con un valor económico estimado de 150–250 millones de euros anuales. Siempre considerando estimaciones previas y con escasa investigación“.
El convenio que ampara este estudio se firmó en mayo de este año entre el Inega y la USC. Está dotado con 49.000 euros, que aporta la Xunta y tiene más objetivos que el de analizar los posibles recursos mineros de Galicia. Entre las tareas encomendadas está el desarrollo de una herramienta de análisis estratégico del sistema energético gallego, elaborar un catálogo de capacidades industriales en torno al almacenamiento energético o colaborar en la organización de un seminario sobre transición energética celebrado en Puertollano (Ciudad Real).