IU apuesta por “renunciar al sectarismo” para crear un “frente popular” en Galicia
Esquerda Unida (EU) apuesta por la creación de un “frente popular” en Galicia, de un nuevo “sujeto político” que amplíe la colaboración que supuso la creación de la Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y que suponga “la expresión de la pluralidad que conforma la mayoría social trabajadora de este país”. Así lo asegura en el borrador del documento político que debatirá en su 11ª asamblea nacional que se celebrará el próximo 27 de abril en Compostela y en el que vuelve, aunque sin citarlo, a tender a mano al BNG justo ahora que el Bloque abre las puertas a la colaboración con fuerzas nacionalistas como Anova, integradas en AGE, pero deja claro que no cuenta en esa estrategia con formaciones “de obediencia estatal”.
Precisamente, las tesis políticas de EU hacen una intensa defensa del “derecho de autodeterminación” de Galicia en un documento en el que dedica hasta cuatro folios enteros a ese derecho “como parte de las herramientas para un nuevo modelo político y social en el marco de un nuevo proceso constituyente” y que diferencia de la posición “edulcorada del derecho a decidir”.
Así, Esquerda Unida se defiende de quien la acusa de ser “una fuerza de obediencia estatal en contra del derecho de autodeterminación” y señala al “oportunismo del nacionalismo mayoritario” como difusor “de manera intencionada de esta idea”. “Es una falsedad que ahora recuperan con la misma virulencia pero con distinto predicamento”, señala el borrador, que dice que para su “desgracia”, la “escasa presencia mediática e implantación social de EU en Galicia impidió el planteamiento de esta política y de su conocimiento en la sociedad, dando oportunidad a este ”oportunismo“.
“EU ha demostrado en estos años que es una fuerza con plena autonomía en las decisiones políticas concernientes a Galicia, la propia concreción de AGE es un ejemplo palpable”, insiste Esquerda Unida, que ve precisamente en esa coalición electoral junto a Anova, Equo y los ecosocialistas “una obra abierta y en construcción” que “evidenció las heridas del bipartidismo”, un bipartidismo que insiste en censurar para volver a insistir en la necesidad de sumar más fuerzas de izquierdas -excluyendo el PSOE- al proyecto, en clara alusión al BNG.
Para lograrlo, no duda en hacer autocrítica y advierte de que EU “tiene que generar una suerte de revolución interna en su praxis para ponerla a la altura de esta estrategia”, tras señalar que “las fronteras de ayer, las tradiciones emancipatorias de cada uno o las trayectorias propias pueden más si suman y trabajan en común”. Además, reclama también en la propia Izquierda Unida “un ejercicio de veracidad, celeridad y generosidad” con el objetivo de lograr esa “alianza social y política de genealogía frentepopulista” basado “en un programa de transformación social asentado en los valores y contenidos de la izquierda”.
“Supimos leer que por separado no tenemos la fuerza y el conocimiento suficientes para derrotar al leviatán capitalista. Mientras que juntos podemos erguir una alternativa de poder para que la singladura de un nuevo proceso constituyente consiga el apoyo y participación de crecientes segmentos de la clase trabajadora”, insiste EU, que cree que AGE “parece poder ser el inicio de ese sujeto antagonista, plural y transformador”.
“AGE es una obra abierta, en construcción, la esperanza de la gente trabajadora de este país para poner en valor un trabajo compartido a favor de la mayoría social trabajadora”, añade EU, que cree que este reto unitario que propone “demanda renunciar al sectarismo y a la tentación patrimonializadora para darle más fuerza a la radicalidad política y cultural” de la que dicen ser “entre otros portadores”. “Somos más fuertes cuando nos unimos”, alerta el documento, que reivindica “el reconocimiento de la necesidad de sumar fuerzas a una tarea titánica”.
Siendo aun más claro, el borrador entiende que “el innegable valor del trabajo desarrollado por EU” puede “hallar un ámbito complementario y superior a partir del acuerdo político electoral del que nació AGE”.