Los mayores de Rianxo logran un centro de día tras un año de lucha y más de nueve meses de encierro
Más de nueve meses después de que comenzara el encierro en el Ayuntamiento y tras un año de intensa lucha y protesta en la calle y en las instituciones, el centro de día en Rianxo está cada vez más cerca. La pasada semana, la Diputación de A Coruña confirmaba una aportación de 600.000 euros para la compra, por parte de la administración local, del pazo de Rianxiño, aprobada por unanimidad en el pleno de principios de mes. Después de una larga batalla vecinal y ante la negativa de la Xunta a impulsar la infraestructura, el ejecutivo municipal apostó por adquirir este emblemático inmueble que será la sede de una demanda masiva de la ciudadanía, cuyas reivindicaciones lideró una plataforma, en su mayoría compuesta por ancianos que se mantendrán en el salón de plenos hasta que se confirme la operación.
En la reunión de la pasada semana, el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, y el alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, confirmaron un acuerdo por el que la institución provincial destinará 600.000 euros para la adquisición y reforma del pazo, 300.000 euros ya en este año para colaborar con el Ayuntamiento en la compra y otros 300.000 más en 2019 para cofinanciar las obras de adaptación del recinto y convertirlo en el deseado centro de día.
El total de la operación de compra asciende a 1,6 millones de euros y el alcalde rianxeiro ya ha avanzado que buscará la “complicidad de la Xunta” para completar la financiación de un proyecto que acogerá las instalaciones del centro de día, así como otros espacios sociales sobre una superficie construida de 1.500 metros cuadrados y de unos terrenos que superan los 10.000. Fue un grupo de vecinos, integrantes de la plataforma por el centro de día, los que contactaron con la orden religiosa de las Franciscanas, dueñas del pazo desde el último tercio del pasado siglo, para trasladarle después al Ayuntamiento su disponibilidad a vender. Desde el ejecutivo municipal se confirmó la intención y empezaron los contactos. Hasta ahora.
El regidor espera que “en diez o quince días” se haga efectiva la opción de compra. Será entonces cuando se ponga fin a la reivindicación y al encierro que comenzó el 12 de julio del verano pasado. Luego, la administración local tendrá un año para materializar la compra y aprovechará esos doce meses para ir dando forma a la rehabilitación y a toda la burocracia necesaria para disponer del centro.
La lucha por conseguirlo comenzó hace ya un año cuando la ciudadanía empezó a organizarse con manifestaciones y recogida de firmas. “Pero sentimos que había que hacer algo más, movilizarnos ante la dejadez de los políticos”, recuerda María José Comojo, portavoz de la Plataforma por el Centro de Día para Rianxo. Poco antes del día del Carmen de 2017, iniciaron el encierro en el salón del plenos del Ayuntamiento, donde aún permanecen más de treinta personas que comandan la protesta. “El promedio de edad de los que aquí están supera los 70 años, hay gente de más de 80... Tienen mucho mérito porque tuvimos amagos de infarto, lipotimias y hasta caídas por las escaleras, pero ha valido la pena”, cuenta.
Se mantienen todo el día en el edificio municipal y hacen turnos para que dos personas duerman allí por las noches. La mayoría de las presentes son mujeres y allí seguirán “hasta que se firme la opción de compra y se certifique la operación”. “Confiamos plenamente, pero aguantaremos hasta que se confirme”, dice Comojo, que insiste en las reivindicaciones y que recuerda que “en Rianxo no hay donde poder hacer rehabilitación para los mayores” y que “para optar a otro centro de día de la zona puedes esperar hasta un año”.
Pero la Xunta siempre ha negado la construcción del centro de día en esta localidad de más de 11.000 habitantes, alegando que “es imposible tener uno en cada uno de los 313 ayuntamientos gallegos”. “Nunca he compartido esa valoración del Gobierno gallego, más cuando siempre ha habido una oferta de colaboración del Ayuntamiento para la cesión de terrenos o espacios, pero nunca ha cristalizado ni encajado en sus políticas”, dice el alcalde Muíños. La oposición parlamentaria acusó el PP de planificar mal los servicios sociales y primar a ayuntamientos donde gobiernan los populares. “Siempre ha pensado que, por población y demanda, Rianxo tenía que tener este servicio”, insiste el regidor, del BNG.
Se refiere el alcalde al hecho de que, por ejemplo, haya 20 personas de Rianxo que estén acudiendo diariamente a otros centros de día del área --en A Pobra, Boiro o Dodro-- y que Servicios Sociales le confirme que, por lo menos, otras 20 están a la espera de una plaza de la que no disponen. “Las cuentas no salen”, insiste el regidor, que aclara que “este servicio tiene vocación municipal y de cercanía” “Las personas mayores no pueden estar una hora de excursión a la ida y otra de vuelta”, dice. “Si supiese que no hay demanda, que no hay gente que vaya ir al centro de día, no habríamos dado el paso”, añade.
Mientras desde el Gobierno gallego negaban el centro, la plataforma se manifestó cada poco, varias veces ante el Parlamento, de donde incluso fueron expulsados sus miembros. “Los políticos piensan que no nos movemos pero no íbamos a permitir envejecer de esta manera, no sólo por nosotros sino por nuestros hijos, para que puedan conciliar”, insiste Comojo, que recuerda que en el colectivo “hay gente del PP, del PSdeG, de En Marea, del BNG... De todos”. “Los mayores no son invisibles, están ahí, y algún partido debería pensar que no van a votar siempre al mismo por muchas comidas que les paguen”, advierte.
Adolfo Muíños exalta la movilización ciudadana y recuerda que “cuando las administraciones no atienden, la lucha es bienvenida”. “Toda esta gente no sólo tiene mucho mérito, sino que con su pelea ha ayudado a que se tomasen decisiones y que tengamos la complicidad de otra administración en el proyecto”, recuerda el alcalde, que asegura que el Ayuntamiento buscará en el futuro que fundaciones u otras entidades se sumen a la iniciativa.
Antigua residencia de Viturro, el cacique que caricaturizaba Castelao
La confirmación de la operación de compraventa supondría no sólo satisfacer una demanda y necesidad de la localidad, sino recuperar para lo público un espacio emblemático. El Pazo de Rianxiño es también conocido como Pazo de Viturro, en referencia a su antiguo dueño, Manuel Viturro Pose, un conocido cacique de Rianxo de finales del siglo XIX y principios del XX que ocupó varios cargos de importancia, como la alcaldía de Noia, el liderazgo del Partido Liberal rianxeiro o la secretaría de la Diputación de A Coruña.
Su influencia era tal que le sirvió a Alfonso Daniel Rodríguez Castelao para señalarlo como el paradigma del cacique local y caricaturizarlo y criticarlo en alguna publicación. Era, además, el enemigo político de su padre. El pazo, tras ser construido por la familia Pose la mediados del XVIII (1740), fue adquirido en el último tercio del pasado siglo por la congregación religiosa Madres Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que lo empleaba para retiros espirituales o para actividades, como excursiones escolares.
Ahora, más de cien años después de que su antiguo dueño recibiese las críticas en el semanario rianxeiro El Barbero Municipal, el Pazo de Rianxiño pasará a ser el gran símbolo de la política social de la localidad natal del líder político del galleguismo.