Feijóo cambia de estrategia por los rebrotes y agita el miedo ante “las incertezas sanitarias” para pedir el voto
En los mítines de Feijóo de los últimos días faltan dos elementos llamativos. El primero es público y notorio: las siglas del Partido Popular. El segundo empieza a serlo: las menciones explícitas del brote de coronavirus de A Mariña (Lugo), que afecta ya a 119 personas. Pero que no hable de este repunte, el más grave de los hasta ahora detectados en Galicia, no significa que ignore la pandemia. De hecho, ha empezado usarla para agitar el miedo a sus contrincantes. “Votad por una Xunta con capacidad de gestión ante las incertezas sanitarias y económicas que estamos viviendo y que vamos a vivir”, pidió este lunes en un acto en Culleredo (A Coruña).
El brote en la costa norte gallega tiene más casos activos que los 112 que había en toda Galicia cuando la Xunta declaró el estado de emergencia el 14 de marzo. La diferencia más sustancial es que entonces había seis pacientes en cuidados intensivos y ahora no hay ninguno. De momento, los más de 70.000 habitantes de la comarca, repartidos en 14 concellos, permenecen confinados. En una extraña variación sobre los protocolos hasta ahora utilizados por las autoridades sanitarias -que prescribían un mínimo de 14 días, después reducidos a 10, de aislamiento-, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha impuesto un cierre de solo cinco. Que comenzó el lunes y se levantará el viernes, 10 de julio, último día de la campaña electoral. El Partido Popular, al que las encuestas le sonreían de manera casi unánime y lo colocaban en disposición de revalidar la mayoría absoluta, parece haber entrado en fase nerviosa.
Lo atestigua el peso que Núñez Feijóo otorga en sus intervenciones electorales a los reiterados llamamientos a la participación. “Os pido 15 minutos el próximo domingo para vuestro propio futuro”, afirmó en Culleredo el mismo día en que, en un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, prometió que “votar será tan seguro como ir a una farmacia”. Para el candidato del PP, el brote de A Mariña no existe explícitamente, pero implícitamente ocupa su discurso. Que este lunes emitió en A Coruña, Culleredo, Ferrol y Vilalba (Lugo), mientras el martes, 7 de julio, lo hará en Ames (A Coruña), Melide (A Coruña) y Lugo. Antes asistirá, todavía como presidente de la Xunta, a su primera reunión publicitada con el comité clínico de expertos sanitarios desde que se desencadenó el repunte.
“Nada está hecho, no hay un solo voto en las urnas. Hay que pedir a las familias que vayan a votar. Hay que pedir a los vecinos que vayan a votar, aunque en otras ocasiones hayan votado a otros”, insistió en Culleredo. Algunos sondeos alertaban de que hasta un tercio de los votantes se lo pensarían antes de ir a las urnas si había rebrotes de la COVID-19. A lunes, 6 de julio, PP y partidos de la oposición esperan, sobre todo, a que la Junta Electoral se pronuncie este martes para responder a varios recursos registrados por la oposición y que piden “garantías” para ejercer el derecho a voto.
La misma oposición también ha pedido a Feijóo que acuda a la Deputación Permanente del Parlamento de Galicia y explique lo que no explica en sus mítines, la situación en A Mariña. “Ningún interés electoral puede estar por encima de la salud de las personas”, dijo la candidata del BNG, Ana Pontón. Su organización ha exigido la suspensión del proceso electoral en A Mariña y reclama “información veraz sobre lo que está pasando”. Galicia en Común, la coalición en la que se integran Podemos, Esquerda Unida, Anova y algunas mareas municipales, fue la primera en paralizar su campaña en la comarca.
Antón Gómez-Reino, su aspirante a la presidencia, recordó este lunes que Feijóo “convocó estas elecciones de forma unilateral y absolutamente irresponsable”. Lo hizo contra el criterio de la oposición, con la que en marzo sí había pactado la cancelación de los comicios debido a la epidemia de coronavirus. El Partido Socialista adoptó una línea similar, análoga a la argumentación con la que en su día dudaron de la pertinencia de llamar a las urnas en julio. Lo primero es el derecho a la salud, y ningún voto, ningunas elecciones, ningún gobierno, pueden estar por encima de defender el derecho a la salud de todos“, dijo su candidato, Gonzalo Cabellero, en la Illa de Arousa.
Pero Feijóo prefiere no hablar de A Mariña. Y cuando lo hace, como este lunes tras un encuentro con representantes del comercio local coruñés, es para afearle a la oposición que “haga política” con la pandemia. Justo en lo que se especializó el presidente de la Xunta durante el estado de alarma derivado del coronavirus y que tanta prisa mostró por que Galicia abandonase.
8