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Feijóo mantiene la opacidad sobre el número de rastreadores de coronavirus con los que cuenta Galicia

Feijóo, tras el Consello de la Xunta.

Daniel Salgado

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El presidente de la Xunta tampoco ha sido capaz de aclarar con cuántos rastreadores de coronavirus cuenta el Servizo Galego de Saúde. Después de que su nuevo conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, admitiese ayer en el Parlamento desconocer en qué consiste la figura del rastreador, este jueves Núñez Feijóo también esquivó la pregunta tras la reunión semanal de su gobierno. Según su versión, un médico de atención primaria, los doctores de medicina preventiva, los jefes territoriales de sanidad o los operadores telefónicos del 112 son rastreadores. Asociaciones profesionales médicas y sindicatos denunciaron en su día que nadie les había comunicado su nueva condición ni explicado en qué consistía.

Feijóo no quiso, o no pudo, responder a la pregunta directa de la prensa sobre su número exacto. Y eso que apenas habían pasado unas horas desde que la Delegación del Gobierno en Galicia anunciase que “en los próximos días” desplegará 180 militares para encargarse de esa labor. A petición de la Xunta de Galicia, por cierto.

A pesar de que ni el presidente ni el principal responsable de la sanidad de su gobierno paracen saber qué es o qué hace un rastreador, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece una definición clara. El proceso de seguimiento de la transmisión de un virus “se denomina rastreo y se puede dividir en tres etapas básicas: identificación de los contactos, elaaboración de una lista de los mismos y su seguimiento”.

La primera fase implica “investigar las actividades del paciente y de quienes lo han rodeado desde el inicio de la enfermedad” e incluye familiares, compañeros de trabajo, amigos o profesionales sanitarios. La segunda, elaborar un registro de todas las personas que se considere que han tenido contacto con el infectado, identificarles e informarlas de que están clasificadas como contactos y de las medidas que se tomarán a continuación. La tercera, “un seguimiento regular de todos los contactos para detectar síntomas y signos de infección”.

El gabinete de Feijóo pasó de decir que había contratado a 20 rastreadores -que con el tiempo llegarían a ser 60- a considerar como tales a los 6.000 profesionales de la Atención Primaria, entre sonoras protestas del sector. Tampoco nunca explicó cómo había cerrado esos contratos ni con qué empresa. Núñez Feijóo se escudó este jueves en que “lo que importa son los datos epidemiológicos” y, según él, dicen que Galicia, Asturias y Valencia “son las comunidades autónomas que llevamos más tiempo con las mejores tasas de incidencia” de la epidemia. No se paró en otro dato: Galicia es la comunidad con más contagios sin origen conocido.

Lo que no olvidó Feijóo fue, fiel a su costumbre, atacar al Gobierno central, esta vez con el siguiente argumento: “En un país [por España] en el que no se cuentan las muertes y con la tasa de incidencia más alta de Europa no es fácil trabajar”. Si, lo afirmó en respuesta a una pregunta sobre cuántos rastreadores hay en el Sergas.

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