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La oposición gallega, ante el reto de pactar para poder investigar una vez al PP

Luís Villares (En Marea), Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) y Ana Pontón (BNG)

David Lombao

Como desde 1990 hasta 2005, e igual que ha venido sucediendo desde 2009, al menos hasta finales de 2020 el PP podrá pasar el rodillo de la mayoría absoluta para aprobar la mayor parte de sus iniciativas en el Parlamento de Galicia y, por lo tanto, para impulsar la acción del Gobierno sin necesidad de contar con el resto de grupos. No obstante, las reglas parlamentarias sí dejan, especialmente desde su última reforma -tejida a partir de una propuesta del PSdeG que los populares acabaron aceptando tras numerosos cambios- unos pocos huecos para que, si son capaces de llegar a un acuerdo, los grupos de la oposición puedan propiciar acciones en la Cámara sin contar con el PP. La principal novedad es que, por primera vez, la izquierda podrá decidir la creación de una comisión de investigación aunque el PP se oponga.

En su redacción inicial la propuesta de reforma del Reglamento lanzada por el PSdeG incluía una ambiciosa modificación del artículo 52.1, el que regula las comisiones de investigación. Los socialistas proponían que la iniciativa de investigar “cualquier asunto de interés público” pudiera partir de dos grupos parlamentarios o “de un número no inferior al diez por ciento del total” de los 75 escaños. Para aprobarla, según esta propuesta, sería suficiente “con una tercera parte del total” de los diputados y diputadas, esto es, 15 escaños -cuando planteó la reforma, el PSdeG tenía 18-.

El texto inicial de los socialistas fue replicado por una enmienda del PP mucho más restrictiva. El grupo que sustentaba al Gobierno proponía abrir la puerta a la creación de “como máximo, dos comisiones de investigación de manera automática” en cada legislatura si estas eran solicitadas “por un grupo que represente por lo menos un tercio de los diputados y diputadas”. Esto implicaría que ninguna fuerza con menos de 25 escaños pudiera hacerlo. Más allá del PP, sólo el PSdeG en su máximo histórico -2005 y 2009- llegó a esa cuota de 25 escaños estando en la oposición.

Tras las correspondientes negociaciones el nuevo texto se quedó en un punto intermedio. La nueva redacción del artículo 52.1 tiene un punto adicional según el cual saldrá adelante “de manera automática una comisión de investigación por legislatura si lo solicita un tercio de los diputados y de las diputadas”, 25, si “pertenecen a un mismo grupo”, o las dos quintas partes de los miembros del parlamento, 30, si están integrados en grupos diferentes. La nueva composición de la Cámara provoca que sólo haya una vía para activar esta fórmula: al margen de quien cuenta con la mayoría absoluta, ningún grupo llega a 25 escaños. Pero si En Marea, PSdeG y BNG unen sus votos llegan a 34 y, por lo tanto, tienen en su mano activar una investigación sea cuál sea la posición de los conservadores.

Este nuevo escenario es, sin embargo, mucho menos flexible que lo que reclamaba el PP mientras estuvo en la oposición liderado por Alberto Núñez Feijóo. Año y medio después de sustituir a Manuel Fraga como líder del partido, en otoño de 2007, Feijóo lanzó una propuesta inédita en la historia de la autonomía: “Que cada grupo tenga derecho a impulsar dos comisiones de investigación por legislatura sin necesitar el apoyo del resto de la Cámara”. Después, no obstante, el candidato de la derecha replanteó la idea para adaptarla ya a la redacción con la que negoció el pasado año, la de otorgarle dos comisiones al grupo que contara con 25 o más escaños.

Así las cosas, sólo falta saber si las fuerzas de la izquierda parlamentaria, en su nueva composición, serán capaces de llegar a un acuerdo para investigar la gestión del PP y con respecto a qué asunto lo harán. Una de las cuestiones susceptibles de encajar en ese debate es el accidente de Angrois, cuya investigación fue la más vetada de la pasada legislatura. Para que esto suceda sería necesario un cambio de posición del PSdeG, que en el anterior mandato optó por la abstención cuando se votó al respecto. No obstante, durante la campaña electoral el que fue candidato socialista a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, se mostró en una entrevista con Praza.gal dispuesto a que su partido realizara, en la nueva legislatura, “una reflexión” con relación a la “posición” sobre esa investigación.

Más allá de la posibilidad de pactar una comisión de investigación, los pactos por la izquierda tendrán que llegar antes. Como informó este diario, el empate a 14 escaños entre En Marea y PSdeG hace imprescindible la negociación para la elección de dos puestos en la nueva Mesa de la Cámara, que será elegida el 21 de octubre. El acuerdo entre grupos opositores también será necesario en la nueva legislatura para, por ejemplo, pedir comparecencias de miembros del gobierno -hace falta la firma de dos grupos o de una quinta parte de los escaños-, pedir la convocatoria extraordinaria de un pleno o alterar la orden del día de una sesión.

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