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El presidente gallego culpa a la oposición de “degradar” la sanidad pública a cuatro días de la manifestación en su defensa

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en la sesión de control del Parlamento de Galicia

Daniel Salgado

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El presidente de la Xunta de Galicia ha encontrado responsables de la preocupante situación que, a decir de usuarios y profesionales e incluso admitida por él mismo, atraviesa la sanidad pública: la oposición parlamentaria. No fue este miércoles, en la sesión de control, la primera vez en que la culpó de los problemas, pero nunca había llegado tan lejos. “Sigan ustedes degradando la sanidad pública”, espetó Alfonso Rueda a los portavoces de BNG y Partido Socialista, que en realidad se habían interesado por las medidas de su gabinete para revertir la situación. El PP gobierna la comunidad desde hace 13 años. Y el domingo habrá una manifestación de SOS Sanidade Pública en Santiago de Compostela.

Es la movilización del 12 de febrero la que parece haber encendido las alarmas en San Caetano. No se trata, ni mucho menos, de la única -el diputado del PSdeG, Luis Álvarez, recordó protestas recientes en A Mariña, Arousa, Caldas de Reis, Moaña o Monforte- pero sí de la que aparentemente más preocupa a Rueda. De hecho, fue hace ya 15 días cuando él y su conselleiro comenzaron a criticar la convocatoria de la plataforma con la singular acusación de “estar politizada”. Singular porque procede de políticos en activo. A su partido político, el PP, tampoco le gusta la “politización”, y así lo señalaban en sus redes sociales esta misma mañana. El propio presidente gallego se hizo eco y aseguró que socialistas y nacionalistas financian con dinero público la marcha del domingo.

A lo que no pudo responder Alfonso Rueda, más allá de sus críticas genéricas a que Ana Pontón y Álvarez “tergiversan, manipulan y confunden los datos”, fue a los hechos. Los enumeró el portavoz del PSdeG: listas de espera para acceder al médico de familia, dimisión de jefes de servicio en atención primaria y hospitalaria, personal de enfermería que firma 100 contratos en un año, cuatro meses para el especialista en salud mental, condenas al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por contratación fraudulenta. Pontón, por su parte, lo conminó a “pedir perdón”. A pedir perdón en concreto por “esperas de 15 días para el médico de cabecera, por miles de niños sin pediatra” -hay 194 ayuntamientos sin este servicio, dijo-, “por puntos de atención continuada sin facultativos” o “por unas urgencias saturadas”. “Pida perdón por poner en riesgo la salud de los gallegos y las gallegas tras 13 años de recortes y privatizaciones”, afirmó.

Rueda introduce Ence en el debate sobre sanidad

Rueda no le hizo caso. En su lugar, se lanzó a una celebración extemporánea de la sentencia del Tribunal Supremo que este martes anuló la decisión previa de la Audiencia Nacional y habilitó que la polémica pastera Ence pueda continuar en la ría de Pontevedra hasta por lo menos 2073. “Sea humilde y pida usted perdón”, por haberse opuesto, junto a decenas de entidades, el Ayuntamiento de Pontevedra o Greenpeace, a la actual ubicación de la factoría. La introducción de Ence en un debate sanitario no gustó al portavoz socialista, a quien le pareció “una falta terrible de empatía y de respecto”. A Rueda no, que en su turno de cierre insistió en restregarle el fallo judicial, del que se desconocen los detalles más allá de que hubo un voto particular, a la portavoz del BNG.

Sobre la cuestión tratada, el presidente de la Xunta se ciñó al guion habitual con el que la suele despachar. Las principales dificultades son el Gobierno central, a pesar de que las competencias exclusivas en sanidad son del autonómico, y el PSOE y el BNG que lo apoyan. “Ustedes jamás serán útiles para una solución porque no son capaces de ver el problema. Tan bravos aquí y tan mansos con Moncloa”, sostuvo. Que el Ejecutivo de Sánchez y Unidas Podemos no permite formar más médicos de primaria. Ni las asociaciones gremiales ni los sindicatos coinciden con esa visión, y explican que las malas condiciones laborales no ayudan a contratar más facultativos. Sobre esto se reservó anuncios que dan la razón a quien denuncia la precariedad: aquellos que acben la especialidad en primaria “tendrán garantizado un contrato de tres años” en el Sergas y se establecerá un límite de 33 citas diarias en las agendas de medicina familiar. Galicia es, según datos del ministerio, la segunda comunidad que menos porcentaje del presupuesto sanitario dedica a atención primaria. Tras las andanadas contra la oposición, eso sí, Rueda se confesó como “autocrítico y humilde” por la situación sanitaria.

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