El PSOE se dispone a expulsar al alcalde socialista que vota con el PP en la Diputación de Lugo
El PSOE pone en marcha el proceso para expulsar al alcalde de Becerreá, Manuel Martínez. El incendio político generado en torno a la Diputación de Lugo desde que, el pasado junio, Martínez decidiera entregarle el gobierno de la institución al PP al no ser aceptado por el BNG como presidente por su imputación por la gestión de unas obras, no se ha apagado, ni de lejos, con la moción de censura que convirtió en presidente al socialista Darío Campos. Martínez ha comenzado a ejecutar su venganza contra el BNG retirándole dedicaciones exclusivas y asesores uniendo sus votos al PP. Por eso su partido intenta expulsarlo y, al tiempo, lo envía junto a los populares al Pacto Antitransfuguismo.
Justo después de que, durante más de una hora, Martínez expusiera en rueda de prensa su versión de los hechos y admitiera, además, las reuniones con la portavoz del PP que reflejan las fotografías salidas a la luz pública este jueves, los restantes diez miembros del Grupo Provincial Socialista, con el presidente a la cabeza, han anunciado su intención de promover la expulsión. La razón, indican, no es otra que está dificultando“ deliberadamente la ”acción del gobierno“.
Ahora serán los órganos del PSOE los que tengan que resolver el proceso, contra el que Martínez podrá alegar durante los próximos diez días y durante el cual queda “suspendido de todos los derechos” como militante. Al mismo tiempo, los socialistas elevan el caso a la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo para exigir actuaciones contra Martínez pero también contra el PP lucense que, dicen, se está apoyando en un tránsfuga“.
Martínez admite reuniones con el PP
“Ellos verán si el tránsfuga soy yo o son ellos”, reta, por su parte, Martínez, quien justifica su unión con el PP por segunda vez con su apuesta por “no beneficiar en nada al Bloque”. Él, afirma, ha hablado en los útimos meses “con todos” los miembros del PP que han querido hacerlo y también con la líder popular, Elena Candia, con quien efectivamente tomó “un café” en el área de servicio de O Corgo. “Y no era la primera vez”, ya que el primer encuentro se produjo antes de la votación de la moción de censura, el pasado octubre.
Según el relato de Martínez, aun como presidenta Candia “me dijo que me iban a engañar y jugamos una comida: si me engañaban, pagaba yo; y si no me engañaban, pagaba ella”. En la segunda reunión, ya con PSdeG y BNG en el gobierno, Candia “me preguntó cual era mi postura sobre el tema de organización [el reparto de dedicaciones y asesores] y yo dejé claro que todo aquello que pudiera beneficiar al BNG, no lo iba a votar”. Acto seguido, su voto se unió al de los conservadores.
A lo largo de toda la intervención Martínez se ha proclamado “engañado” por sus compañeros de filas y lo mismo ha hecho en un correo remitido a la militancia del partido en la provincia, a cuyo contenido ha tenido acceso eldiario.es. En él Martínez resalta que el resto de diputados le ofrecieron “todas las garantías” para ocupar el área de Vías y Obras y, además, formar parte de la Junta de Gobierno. Que la segunda condición no se haya cumplido es la razón que esgrime para contravenir las decisiones de la dirección de su partido.