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“Esto es una vuelta a los tiempos en los que por escribir podían matarte”

Imagen solidaria con las víctimas de 'Charlie Hebdo' / Praza Pública

Marcos Pérez Pena

“Esto ya no es una cuestión que afecte solo al humor gráfico, a los humoristas gráficos o a la libertad de expresión. Esto es una vuelta atrás, a tiempos que pensábamos que ya habían desaparecido, a tiempos en los que por decir algo o escribir algo podía entrar alguien por la puerta a matarte”. Kiko da Silva, responsable de la escuela de cómic Garaxe Hermético, colaborador de El Jueves y ex director de la desparecida Revista retranca, se confiesa “noqueado” por la masacre de Charlie Hedbo, el atentado contra esta revista izquierdista de humor satírico que este miércoles provocó 12 muertos en París.

“Estoy aún noqueado, por muchos motivos, primero porque la gente que murió -Charb, Cabu, Wolinski o Tignous-, son referentes para nosotros, a algunos los conocimos e incluso teníamos amistad. Además, El Jueves nace en buena medida por la influencia de revistas como Hara Kiri o Charlie Hebdo, cabeceras referenciales del humor satírico en Europa”. Da Silva, colaborador de El Jueves, lleva desde poco después del suceso intercambiando mensajes con el resto del equipo de la revista, decidiendo qué respuesta dar ante el terrible ataque. “Estamos trabajando en la elección de una portada de homenaje, y hay ya más de 60 propuestas encima de la mesa, y queremos hacer una portada lo más valiente posible y lo más sentida posible”, explica.

“Nunca una persona por opinar de forma distinta merece la muerte, y mucho menos por hacer humor. Si ya nos van a privar del humor, ya no nos queda nada”, señalaba Kiko da Silva, ahondando en el análisis que ya había hecho hace dos años, cuando la revista había sido objeto de los primeros ataques por haber publicado una serie de caricaturas de Mahoma. Da Silva, además, sufrió directamente el peso de la censura religiosa en un número especial de retranca publicado coincidiendo con la visita del Papa Ratzinger a Compostela.

Sin embargo, el dibujante destaca que lo sucedido este miércoles en París va mucho más allá del humor gráfico o de la misma libertad de expresión: “Si no fuera Charlie, sería otra revista, y si no fuera el humor gráfico, sería cualquier periódico”, y manifiesta su temor a que “esto pueda ser utilizado por los extremistas de un lado o del otro. Este tipo de acciones lo que hacen es dividir a una sociedad”. “Es terrible también pensando en el momento que se está viviendo en Francia, con la presencia del Frente Nacional o con la emergencia de polémicas como la provocada por el libro de Houellebecq y las alertas por la supuesta islamización de Francia”, dice. “Esto es una vuelta atrás, a tiempos que pensábamos que ya habían desaparecido, a tiempos en los que por decir algo o escribir algo podía entrar alguien por la puerta a matarte”, concluye.

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