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Que no te engañen: nadie puede cargar tu móvil con energía solar (de momento)

De momento, solo pueden prometerte soluciones de emergencia

Cristina Sánchez

Da igual si eres de Android, de iOS o del tercero en discordia, Windows Phone. Seas del 'smartphone' que seas, siempre vas a encontrarte con el mismo problema: cargar la batería prácticamente a diario. ¿No podría ser que la luz solar nos ayudara a decir adiós al cargador? ¿Por qué un avión solar puede dar la vuelta al mundopuede dar la vuelta al mundo pero es imposible que la batería de tu móvil se cargue exclusivamente tostándolo al sol o al flexo?  

Aunque influyen varios factores, hay uno fundamental: cuando hablamos de energía solar, el tamaño importa. “La energía del sol que nos llega por metro cuadrado es poca, necesitamos mucha superficie para recogerla y la del móvil es muy pequeña”, explica a HojaDeRouter.com Jordi Martorell, jefe del grupo de fotovoltaica orgánica nanoestructurada en el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y profesor de la Universitat Politécnica de Catalunya. 

Este investigador nos explica que la batería de nuestro móvil puede almacenar la energía equivalente a unos 10 vatios hora (Wh) y la potencia de luz del sol al mediodía es de aproximadamente 10 vatios. ¿Podría entonces cargarse nuestro móvil estando una hora al sol? De ninguna forma. Es físicamente imposible que un panel solar aproveche el 100% de la luz (el récord mundial de eficiencia de las células solares está en un 46% ). “Siendo optimistas, podríamos aprovechar el 10%, lo que implicaría que tardaríamos unas 10 en cargar la batería”, afirma Martorell.

Si estás recordando con nostalgia la calculadora solar de tu infancia, has de pensar que tu móvil (y tu pantalla con retroiluminación) en poco se parece a ese aparato. “Una calculadora consume muy poca energía, es una pequeña pantalla de cristal líquido (LCD) que consume muy poco y los chips que hacen los cálculos no gastan casi nada”, detalla Ignacio Rey-Stolle, investigador y profesor del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid.

“Son órdenes de magnitud distintos a los de un móvil, con una tremenda pantalla que consume mucho, que está en permanente contacto con una estación base, emite radiación...” Eso sí, no todo está perdido: hay muchas formas en que la energía solar puede socorrerte a ti y a tu móvil, ahora y en el futuro.  

EL SOL AL RESCATE

Uno de los últimos acercamientos entre 'smartphones' y energía solar se ha vivido en la pasada edición del Mobile World Congress de Barcelona. La compañía japonesa Kyocera presentó un prototipo de teléfono (aunque todavía no ha dado ningún detalle sobre su comercialización) que incluye la tecnología Wysips Crystal, un panel solar con un 90% de transparencia, invisible para el ojo humano, ubicado debajo de la pantalla.

Desde Sunpartner Technologies, la empresa francesa que ha desarrollado esta tecnología, nos explican que este panel puede proporcionar una energía extra a nuestra batería que nos permita hablar durante dos minutos por teléfono, escuchar 10 minutos de música o estar expuestos a una red 3G durante ese mismo tiempo tanto con luz natural como artificial. Además, prevén mejorar la eficiencia de las placas hasta casi el doble antes del final de 2015.

Pese a ello, al tratarse de un cristal transparente, la eficiencia es muy baja y sus mejoras, muy limitadas. “Cuando hablamos de un panel solar transparente hablamos de un panel que no 've' la mayor parte de energía solar, y esto es un gran hándicap, ya que renuncia a convertir la mayor parte de los recursos energéticos que recibimos del sol”, explica Rey-Stolle, que no cree que en un futuro cercano vayamos a ver un móvil cargándose por completo con esta tecnología.

Jordi Martorell ha desarrollado células fotovoltaicas transparentes que serán de gran utilidad para nuestras ventanas. Aunque considera que la tecnología Wysips es un buen punto de partida, tardaríamos 40 horas en cargar por completo la batería con este cristal en condiciones óptimas de luz, de ahí que tenga una utilidad muy concreta: ayudarnos en caso de emergencia.  

“Si pensamos cargar el móvil al 100%, yo diría que en ese momento no es viable en un futuro a medio plazo, pero si usamos unos minutos el móvil y la batería se descarga en un 5%, recuperar ese 5% poniendo el móvil al sol sí podría ser viable”, detalla Martorell.

Si de repente te encuentras con la urgente necesidad de comunicarte y estás alejado de la red eléctrica, dejar el 'smartphone' al sol para poder realizar una llamada sí puede ser útil, sobre todo teniendo en cuenta que es realmente barato. Matthieu de Brocca, director de 'marketing' de Sunpartner Technologies, nos cuenta que el precio rondaría un dólar por pulgada y podría ajustarse con la producción.

Esta compañía no solo quiere que su cristal sirva para conseguir pequeñas cargas en nuestros teléfonos. El año que viene, Booken lanzará un libro electrónico que se carga por completo con energía solar o artificial, y la empresa Nevo también ha anunciado el lanzamiento de Nevo Solar, un reloj analógico inteligente que también se cargaría de esta forma. Ambos dispositivos utilizarán el cristal de Sunpartner Technologies para conseguirlo.

¿Quiere decir esto que en el futuro sí cargaremos los 'wearables' con la luz del sol?  “Depende de su función. Si es de sensores, pueden consumir una energía realmente pequeña y un panel solar podría alimentarlos, pero no hay una respuesta universal”, explica Martorell.

¿Y LOS PANELES OPACOS?

Si los cristales transparentes no son la solución definitiva, ¿por qué no lo son tampoco los paneles solares convencionales (opacos), con una eficiencia mucho más alta? Ya se ha intentado, aunque sin éxito. En 2010 se presentó el Samsung Blue Earth, un teléfono provisto de un panel solar en su parte trasera que podía conseguir, con una hora de exposición al sol, la energía suficiente para un par de llamadas de cuatro o cinco minutos.

“La cuestión es qué porcentaje de energía podemos captar con ese panel solar pidiendo al usuario que utilice el móvil de una forma a la que no está acostumbrado: dejándolo en un lugar soleado, dado la vuelta para que pueda cargar las baterías con ese panel solar... Sería casi un objeto de 'marketing' más que de utilización real”, explica Rey-Stolle. Al fin y al cabo, tu teléfono vive principalmente en tu bolsillo o en una mesa bocarriba.  

Jordi Martorell, por su parte, está estudiando en el ICFO la viabilidad de otro tipo de tecnología que podría proporcionar más energía: una célula opaca que se situaría detrás de la pantalla táctil, en la última capa antes de la batería, y que serviría tanto como célula solar como para retroiluminar el teléfono. En este caso, sí estaríamos aprovechando que nuestro 'smartphone' suele estar bocarriba, con todas las ventajas que podría conllevar en un futuro.

Por el momento, los cargadores solares parecen una alternativa algo mejor para nuestro móvil, con su mayor superficie de carga y la posibilidad de dejarlos tendidos al sol sin que tengamos que cambiar nuestros usos y costumbres. Yezz, uno de los fabricantes de los módulos del proyecto Ara, ya ha mostrado un concepto de funda con un panel solar para el móvil modular de Googleconcepto de fundapanel solar, aunque por el momento no nos han desvelado cómo se integrará ese modulo.  

Hay incluso quien se atreve apostar por llevar el cargador puesto. La diseñadora Pauline van Dongen acaba de presentar una futurista camiseta provista de 120 células solares de fina película, y más de un medio ha señalado que va a servir para cargar tu teléfono, pese a que la compañía no ha especificado ni el precio de la camiseta ni la tecnología utilizada. Solo ha dicho que “con una luz de sol brillante, la camiseta puede producir alrededor de un vatio de energía en unas pocas horas”.

Tardaríamos demasiadas horas de un mediodía soleado en cargar nuestro teléfono, y eso siendo muy optimistas, que a alguna célula seguro que le da la sombra. ¿Cuántos días seguidos estarías dispuesto a ponerte la camiseta para conseguir cargar tu móvil en algún momento?

Quizá antes de saturar todo de pequeñas células fotovoltaicas, limitadas en sus capacidades para salvaguardar la estética, haga falta reflexionar. “Si lleno mi teléfono de paneles solares, de pequeñas placas fotovoltaicas, ese vehículo de difusión va a tener un tremendo impacto en la percepción popular de la energía solar. Cuando al tercer día la gente se dé cuenta de que por tener tres minutos al sol el móvil la batería no se carga, puede pensar que la energía solar es un desastre”, defiende Rey-Stolle, que cree que se hace un flaco favor a la tecnología solar con inventos que prometen prestaciones inviables.

¿Y SI SUMÁRAMOS OTRAS ENERGÍAS (RENOVABLES)?  

El profesor de la UPM considera que, en el caso de los 'wearables', e incluso en los móviles, lo que sí podría imponerse es la 'energy harvesting', la recolección de energía a través de distintas fuentes. “Puede ser por temperatura, vibración, energía suministrada por un cuerpo en movimiento... Lo que se pretende es independizar a pequeños dispositivos de la red eléctrica”, señala.

Ya hemos conocido algún ejemplo de 'wearable' que se carga con el movimiento de la mano, pero se puede llegar más lejos. Investigadores de la Universidad Sogang en Corea del Sur han desarrollado unos parches flexibles dotados de polímeros piezoeléctricos que se podrían colocar por nuestro cuerpo y producirían energía a partir de nuestros movimientos, cargando audífonos o implantes cocleares. “En el futuro, los teléfonos inteligentes y otros 'wearables' podrían cargarse automáticamente con el movimiento de nuestro cuerpo, sin necesidad de enchufes eléctricos externos”, ha pronosticado uno de los investigadores, Kwang-Seok Yun.

Las cargas de nuestros móviles de forma más transparente y menos costosa (por ejemplo, que nuestro móvil se cargue sin cables encima de nuestra mesa, una tecnología por la que Ikea ya está apostando) y la recolección de energía de distintas fuentes serán tendencias más viables, al menos por el momento. “Esa tecnología, en paralelo con energía solar y en combinación con estrategias más avanzadas de optimización del uso de la energía, me parecen opciones más plausibles que un teléfono de carga exclusivamente solar”, defiende el profesor de la UPM.

Este investigador cree que los cambios tienen que ser paulatinos y, por ello, considera que la mejor forma de que nuestro móvil se cargue con energía solar es apostar por grandes centrales fotovoltaicas que lleven la energía del sol a nuestros enchufes. “Lo que ciertamente sabemos que sí funciona es tener más centrales solares, con buena ingeniería hecha en España, y que la energía que nos llegue tenga un alto porcentaje de producción renovable”, asegura Rey-Stolle. Es decir, que la generación de energía solar fotovoltaica supusiera algo más de ese 3,2% del pasado mes de marzo y que, así, nuestro móvil también se cargara con la luz del sol, aunque pegado a la pared.

¿LLEGARÁN LOS MÓVILES A CONSUMIR MENOS?

Aunque todos estemos hartos de cargar el 'smartphone' cada día, lo cierto es que nos gusta que nuestros teléfonos nos ofrezcan cada vez más prestaciones, así que por el momento su consumo energético sigue y seguirá siendo alto aunque las baterías sean cada vez más eficientes. En el terreno de las alternativas, la compañía rusa Yota Devices ha presentado ya varios modelos de su móvil Yotaphone, con dos pantallas, una de ellas de tinta electrónica (que gasta menos), pero de momento ninguno ha incluido células solares.

“No será imposible cargar el teléfono con energía solar. Si tú haces el móvil más eficiente, necesitarás baterías más pequeñas, y según el uso que hagas del móvil, la energía que necesitas se reducirá”, defiende Jordi Martorell. En el medio plazo, sin embargo, parece que la batería de tu 'smartphone' no se cargará directamente con luz solar. Si quieres innovar, eso sí, siempre puedes comprarte una camiseta para pregonar a los cuatro vientos que tú también estás comprometido con el medio ambiente.

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Las imágenes de este reportaje son propiedad de PixabayJoshua Tree National ParkSunpartner TechnologiesBart SpeelmanMaurizio Pesce yTakashi Hososhima

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