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La 'isla' de Gibraltar: ni un solo muerto por coronavirus en el Peñón

Varias personas caminan por Gibraltar horas antes de que se levantaran las restricciones de movilidad por el coronavirus en el peñón el pasado 21 de mayo

Juan José Téllez

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Con sus 30.000 habitantes prácticamente recluidos en sus casas del Peñón, Gibraltar no ha registrado ninguna muerte por la COVID-19, mientras que al otro lado de la Verja, en el Campo de Gibraltar, se han contabilizado al menos 33, con diez casos activos aproximadamente. En la vertiente española de tan controvertido paso fronterizo, este lunes se iniciaba la Fase 2, pero en Gibraltar ya se han levantado, de puertas para adentro, las restricciones de movimientos aunque se sigue limitando las reuniones a un máximo de doce personas.

El éxito de la gestión gibraltareña sobre el coronavirus quizá obedezca fundamentalmente al aislamiento, con restricciones fronterizas terrestres, aéreas y navales, que ha mantenido a su población en una suerte de burbuja. A su favor también ha jugado la densidad de su población, similar a la de algunas poblaciones de la provincia gaditana donde tampoco se han producido defunciones. Pero también puede que el secreto consista en los tests que se han realizado en el Peñón y que alcanzan ya a un 20% de sus habitantes.

En el Peñón, el llamado Estado de Incidente Grave (Major Incident) se declaró el 11 de marzo, cuando se constituyó la Estructura de Mando que ahora se desmantela. Con 6.621 test realizados, de los que sólo 268 están pendientes de resultados, Gibraltar registraba este martes siete casos activos. Tres residentes en Gibraltar y cuatro trabajadores transfronterizos. Desde el comienzo de la pandemia, en el Peñón se han registrado 154 casos y aún ahora hay 36 personas que prefieren permanecer en régimen de autoaislamiento, por presentar inmunodeficiencias o sean familiares o convivientes de los positivos: “Los positivos transfronterizos derivan de este muestreo y están en autoaislamiento en sus casas. Los casos están comunicados a las autoridades sanitarias españolas”, ha concretado un portavoz del gobierno de Fabian Picardo. 

Este último, ministro principal de Gibraltar, ya explicó el pasado 21 de mayo en una declaración institucional que, a la medianoche de ese día, terminaba el confinamiento social de los gibraltareños, incluyendo el de los mayores de 70 años y que se había prolongado durante diez semanas: “Este es el resultado del reducido número de infecciones detectado actualmente en nuestra comunidad –dijo Picardo--. Por este motivo, el Gabinete de Ministros ha acordado que ya no resulta proporcionado restringir sus libertades civiles”.

Tanto esta decisión como el inicio del confinamiento, se tomó siempre por parte del gobierno social-liberal de Gibraltar, con la aquiescencia y participación del líder de la oposición, Keith Azopardi, del partido de centroderecha Gibraltar Socialdemocrats: “También he acordado con el líder de la oposición que este es el rumbo más correcto –subrayó Picardo–. Pero nuestro consejo para todos, en particular las personas mayores de 70, continúa siendo permanecer en casa. Porque, a pesar de este desarrollo positivo, lo que debemos hacer es ser prudentes”. De hecho, el pasado 1 de abril, hubo un gibraltareño de 57 años de edad, que falleció de un ataque al corazón mientras se encontraba en régimen de auto-aislamiento domiciliario, aunque se demostró luego que su muerte no estaba relacionada con el coronavirus.

“Por ahora –celebró el chief-minister--, el virus todavía no se ha llevado la vida de ningún gibraltareño en el Peñón. Sin embargo, tengo presente que hemos perdido al menos a un gibraltareño por COVID más allá de nuestras costas. Y también a más de un amigo de Gibraltar”.

Gracias en español

Por primera vez de una manera tan clara, el Gobierno de Gibraltar ha utilizado el idioma español de manera pública y notoria para agradecer con este gesto cordial en una comunidad oficialmente angloparlante, el esfuerzo de la sociedad y de los sanitarios, en la lucha contra la COVID-19: a este propósito, durante varios días, fueron proyectadas frases en español y en inglés sobre la superficie de la Roca.

Ese idioma ha tendido puentes entre Gibraltar y su Campo durante esta crisis, si se tiene en cuenta que el Instituto Cervantes, cuya sede calpense clausuró el ministro José Manuel García-Margallo durante su mandato en Exteriores, ha ofertado clases de apoyo para la selectividad a los estudiantes gibraltareños que quisieran acogerse a dichos cursos por vía telemática.

El pasado 6 de abril, Picardo anunció ya una investigación oficial para obtener información retrospectiva sobre el alcance de su crisis y los errores y aciertos de la gestión gubernamental: “Porque la primavera de la tercera década del tercer milenio ha sido diferente de todo lo que habíamos conocido anteriormente. Pasará a la historia.  En otras partes del mundo, será recordada como una época infame de enfermedad y la trágica perdida de cientos de miles de vidas. Una época de sufrimiento y dolor”. Añadió además que para Gibraltar “ha sido una época difícil. Una época de cambio extraordinario. Una época de dificultades, sacrificio y adaptación personal. Pero no hemos sufrido la pérdida de ni una sola vida. Y debemos alegrarnos por ello”.

Además, recordó a los gibraltareños que aunque ese día se iniciara el proceso gradual para levantar las restricciones, “debemos mantenernos vigilantes porque no nos hemos librado del virus. No es realista pensar que lo lograremos. Habrá nuevos brotes. Pero debemos evitar una nueva oleada”.

Lo primordial, ahora, es que la Autoridad Sanitaria de Gibraltar (Gibraltar Health Authority, GHA) no se verá colapsada, mientras que se ponen en marcha nuevas herramientas contra el virus, como el desarrollo en breve de una app o la obtención de más tests para realizar un muestreo total de la población: el Gobierno de Gibraltar ha adquirido al laboratorio estadounidense Abbott una partida de 35.000 tests rápidos de sangre que se pondrán en circulación durante el mes de junio, hasta completar unas 500 pruebas diarias, con el objetivo final de que se pueda conocer el estado de contagio de toda la población, incluyendo a los trabajadores transfronterizos.

Seis fases de desescalada

En Gibraltar, las escuelas se mantuvieron abiertas para acoger a los hijos de los trabajadores esenciales que no disponían de nadie que pudiera quedarse con ellos durante la jornada laboral. En la fase de desescalada, las aulas gibraltareñas recobran también paulatinamente su plena normalidad.  Según Gilbert Licudi, el Ministro gibraltareño de Educación, asumió el reinicio parcial de la actividad escolar a partir del 26 de mayo, dado su bajo riesgo de contagio pero “siempre con medidas de seguridad y estableciendo dos turnos, de mañana y tarde, para facilitar el distanciamiento social y con menos alumnos por clase”.

Hasta ahora, no se ha registrado ni un solo caso positivo entre los 395 docentes que han sido testados en el Peñón y en estos momentos no hay casos activos en el grupo de edad de menores de 19 años, “entre los que solo hubo ocho afectados que ya están todos recuperados”.

Sin embargo, todavía no están permitidas las visitas a centros residenciales para mayores, una barrera que no caerá antes del 29 de junio, cuando se alcance la fase 5.  Todo el proceso de desescalada fue previsto en su día a través de un documento titulado 'Desbloquear la Roca (Unlock the Rock), que ha establecido una serie de plazos que se prolongarán hasta el 1 de agosto, fecha final de la sexta y última fase fijada en dicho plan, que tendrá continuidad con la presentación de una nueva hoja de ruta, prevista para el 1 de julio.

En todo este periodo, sólo se ha permitido la visita de algunos cruceros –como ‘Jewel of the Seas’ y 'Allure of the Seas' [ambos de Royal Caribbean International]–, a fin de realizar operaciones de suministro, repostaje, aprovisionamiento, descarga de basura y transferir las tripulaciones, aunque ninguno de sus miembros pudo bajar a tierra.

Los únicos españoles que han podido pasar al Peñón durante este periodo han sido los residentes, según afirma Joseph García, viceministro principal de Gibraltar, aunque también los trabajadores transfronterizos, los viajeros en tránsito con residencia en España, el personal diplomático y militar o quien alegue justificadamente caso de fuerza mayor. Por ahora seguirá siendo así.

El 28 de mayo, volverá la actividad parlamentaria a la Roca, también limitada hasta este momento. Y el 16 de junio, con la fase 4, abrirán bares y pubs con restricciones de aforo y comenzará la temporada de baño, con más de tres semanas de diferencia respecto a las playas campogibraltareñas. A partir del 29 de junio, con la Fase 5 se aumentarán los aforos en bodas, ceremonias religiosas y otro tipo de reuniones públicas, siempre que se garantice la apropiada distancia social, e incrementar el aforo permitido en restaurantes. También se espera que las visitas a los parientes en los Centros de Mayores puedan realizarse entonces.

En las distintas etapas de este periodo,  ya se ha hecho en cierta forma, se restablecerán los accesos a Gibraltar por tierra, mar y aire, sin descartar la medición de la temperatura corporal, la realización de pruebas, y el aislamiento en cuarentena para los casos en los que sea pertinente. Hoy por hoy, al Reino Unido pueden viajar los gibraltareños pendientes de tratamiento médico, junto con un acompañante y aquellos que tengan que trasladarse hasta allí por motivos de trabajo.

De momento, en la madrugada del sábado 23 de mayo, un transbordador de la compañía FRS atracó en Gibraltar después de trasladar a 57 residentes de Gibraltar y 25 ciudadanos del Reino Unido, a través del Estrecho, tras una operación en la que estas personas, junto a once vehículos, fueron recogidas en siete ciudades diferentes de Marruecos, donde habían quedado aislados durante los dos últimos meses. Ahora sólo quedan seis yanitos en la orilla sur del Estrecho. Eso sí, también se ha sabido que FRS Ferries, los servicios de atraque y los prácticos de Gibraltar renunciaron a sus honorarios para ayudar en la repatriación.

Negociaciones sobre Gibraltar

El coronavirus inicia su desescalada pero justo en julio, en la fase de salida, los gobiernos de España y del Reino Unido tienen previsto reunirse para profundizar en el tratamiento fiscal de este territorio, a la luz del proceso de Brexit que le afecta en la actualidad. Tanto al ministro principal Fabian Picardo como al líder de la oposición, Keith Azopardi, no les ha gustado ni chispa una frase que pronunció ante los micrófonos de la cadena SER, la ministra española de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya. A su juicio, hay que “negociar un nuevo estatus para Gibraltar entre España y el Reino Unido”.

Picardo prefirió ser cauto en su respuesta: “González Laya ha efectuado muchas referencias positivas en los últimos meses al estilo, formas y talante de las negociaciones venideras. Ha adoptado una posición que no ha sido hostil hacia Gibraltar. Ello ha sido acogido con gran satisfacción por mi Gobierno. Su referencia de hoy en una frase pronunciada de refilón, conforme enumeraba una lista de cuestiones que tiene pendiente de resolver en su agenda como ministra”, aunque aseguró que su respuesta se produjo por los rumores sobre su posible incorporación a un puesto destacado en la Organización Mundial del Comercio.

“No se trataba de una postura política expresada como respuesta a una pregunta sobre Gibraltar. No obstante, debe quedar claro que el Gobierno de Gibraltar no dejará sin respuesta ninguna insinuación, por tangencial que sea, de que el ”estatus de Gibraltar“ puede ser negociado ”para Gibraltar“ por otras partes que no sean el Gobierno de Gibraltar”, apostilló el ministro principal. Que calificó de “inaceptable” que cualquier “negociación de este tipo pudiese tener lugar entre España y el Reino Unido. Seré yo el que negocie para Gibraltar”. Picardo aseguró también que “nadie más está democráticamente facultado para hacerlo y ningún tercero puede acordar nada para el Pueblo de Gibraltar con la más mínima credibilidad democrática”.

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