El nacionalismo económico es el principal rasgo del discurso de Trump. “Buy American, hire American”. Compra productos hechos en EEUU, contrata a estadounidenses. Ha dicho, casi gritado, dos veces: “¡América, lo primero!” (America First), el eslogan nativista y ultranacionalista desde hace décadas en desuso, pero que en el pasado fue una especie de grito de guerra para los sectores más conservadores del país.