Discurso íntegro de Alexis Tsipras
Griegas, griegos
Estamos en un momento crítico en relación con el futuro de este país.
El referéndum del domingo no se trata de que se quede o no nuestro país en la zona euro. Esto es un hecho y nadie puede impugnarlo.
El domingo elegimos si se acepta el acuerdo o se rechazará directamente, y dado el veredicto popular, buscar una solución viable.
En cualquier caso, quiero asegurarle al pueblo griego que la firme intención del gobierno es llegar a un acuerdo con sus socios, en términos de sostenibilidad.
Ya después de nuestra decisión sobre el referéndum cayeron sobre la mesa mejores propuestas de la deuda y su necesaria reestructuración, que las que teníamos hasta el viernes.
Evitando que se caigan, hemos presentado nuestras contrapropuestas que piden una solución viable, y por esta razón se convocó ayer de manera extraordinaria el Eurogrupo, que discutiremos de nuevo esta tarde.
Si hay un resultado positivo responderemos inmediatamente. En todo caso, el Gobierno griego sigue en la mesa y se mantendrá hasta el final. Y el lunes, después del referéndum, estaremos en mejores condiciones para los griegos.
Porque siempre el veredicto popular es mucho más fuerte que la voluntad de un Gobierno.
Y quiero reiterar que la votación democrática está en el centro de las tradiciones europeas.
En momentos muy importantes en la historia de Europa, la gente en los referendos ha tomado decisiones importantes.
Esto sucedió en Francia y en muchos otros países en el referéndum sobre la Constitución. Esto sucedió en Irlanda, donde un referendo paró temporalmente el Tratado de Lisboa y la llevó a la renegociación. Irlanda logró mejores condiciones.
Por desgracia, en el caso de Grecia hay otras normas.
Nunca esperamos de la Europa democrática que no entendiera la necesidad de dar espacio y el tiempo a un pueblo para elegir su futuro.
La imposición de los sectores conservadores más extremos llevó a la decisión de asfixiar a los bancos griegos. Con la obvia intención de hacer pagar a todos los ciudadanos el chantaje al gobierno.
Realmente es inaceptable en una Europa de la solidaridad y el respeto mutuo que se produzcan estas imágenes de la vergüenza.
Cierre de bancos, sólo porque el gobierno decidió dar la palabra al pueblo.
Y maltratar a miles de personas de edad avanzada que el gobierno, a pesar de la crisis financiera, cuidó y garantizó que su pensión se pagara con normalidad en sus cuentas.
A estas personas les deben una explicación. Luchamos meses para proteger sus pensiones. Para proteger su derecho a una pensión digna.
Y nos hicieron chantaje para firmar la gran reducción de las pensiones.
Y por eso nos negamos.
Y por eso se vengan.
Al Gobierno griego se le dio un ultimátum para aplicar todas las cuestiones pendientes del memorando.
E incluso sin ninguna provisión para deuda y finanzas.
No aceptamos el ultimátum.
La forma obvia de salir de ellos fue trasladarlo a la gente porque la democracia no tiene puntos muertos.
Y es lo que hacemos.
Soy muy consciente de que estos tiempos son difíciles.
Nos hicieron el chantaje de pedirnos decir que sí a todas las medidas exigidas por los acreedores y sin ningún acompañamiento de salida de la crisis.
Querían que dijéramos sí a todo, ser como ellos, cómplices en la perpetuación de los memorandos.
Por otra parte, el NO no es simplemente un eslogan.
El NO es un paso decisivo para un mejor acuerdo que pretendemos sea firmado inmediatamente después del resultado domingo.
Es la opción clara de la gente sobre cómo vivir el día siguiente.
NO no significa ruptura con Europa, sino volver a la Europa de los valores.
NO significa una fuerte presión para un acuerdo económicamente viable que resuelva la deuda, que repare la economía griega y la sociedad.
No significa una fuerte presión para un acuerdo socialmente justo, que destinará la carga sobre los “ricos” en lugar de los empleados y jubilados.
Un acuerdo que se traducirá en un corto tiempo que el país vuelva a los mercados financieros internacionales con el fin de poner fin a la supervisión y tutela.
Un acuerdo que contenga las reformas para castigar una vez por todas a quienes se beneficiaron todos estos años del sistema político.
Y al mismo tiempo que afronte crisis humanitaria, que cree una red de seguridad integral para los que actualmente se encuentran marginados precisamente porque estas políticas se aplicaron estos años en nuestro país.
Griegas, griegos,
Soy plenamente consciente de las dificultades.
Me comprometo personalmente a que yo haré cuanto esté en mi mano para que estas dificultades sean temporales.
Algunos insisten en vincular los resultados del referéndum con la permanencia en los países del euro.
Dicen, en efecto, que tengo un plan oculto, en caso de aprobarse No, para sacar al país de la UE.
Mienten a sabiendas.
Además, ya saben, fui hace un año candidato a presidir la Comisión Europea en las elecciones europeas.
Y dije que las políticas de austeridad deben abandonarse, que los memorandos no son el camino para salir de la crisis. Y que Europa debe dejar de parecer antidemocrática.
Unos meses más tarde, en enero de 2015, nuestro pueblo corroboró este análisis.
Desafortunadamente algunos en Europa todavía se niegan a admitirlo.
Los que quieren una Europa estancada en el autoritarismo, tienen incapacidad para a respetar la democracia, son los que quieren a Europa una asociación superficial adherida al FMI.
Son los políticos incapaces de pensar como europeos.
A su lado, hay partidos griegos que, después de haber llevado al país a la bancarrota, ahora quieren quieren quitarse de encima esa losa.
Hablan de un golpe de Estado. Pero es democracia, pero no un golpe de Estado, los gobiernos acreedores sí lo practican.
Griegas, griegos,
De todo corazón les agradezco por la sobriedad y la compostura que demuestran cada hora de esta semana difícil.
Quiero asegurarles que esta situación no continuará por mucho tiempo.
Es temporal.
Los salarios y las pensiones no se perderán.
Los depósitos de los ciudadanos que no optaron por evadir su dinero en el extranjero no se perderán por el chantaje.
Asumo personalmente la responsabilidad de una solución justo después del referéndum.
Al mismo tiempo, insto a fortalecer este esfuerzo de negociación, los invito a decir no a las recetas de los memorandos que destruyen Europa.
Invito a que responda positivamente a la perspectiva de una solución duradera.
Para abrir una página gloriosa de la democracia. Y una esperanza segura para un mejor acuerdo.
Es nuestra responsabilidad a nuestros padres, a nuestros hijos, para nosotros mismos.
Es nuestro deber para con la historia.
Gracias