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Salvini: “¿Legalizar la droga? Mejor legalizar la prostitución: hacer el amor no hace daño”

Matteo Salvini.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Matteo Salvini va recorriendo la línea de puntos que se le presupone a un dirigente de extrema derecha: un tipo duro con la migración y el cannabis, pero blando con la prostitución y ausente en la celebración de la liberación de Italia del fascismo. Incluso, por aquello de la mano dura, le gustaría que el babi fuera obligatorio en los colegios para favorecer mayor “orden y disciplina”.

“Sé que habrá quien ponga el grito en el cielo y diga que recuerda al Duce [Benito Mussolini], pero un país mejor se construye también con orden y disciplina”, añadió.

El líder de la Lega Norte, que ha hecho suyo el lema Porti Chiusi –puertos cerrados– para negarse a aceptar migrantes a la deriva, ahora entra en el debate sobre la legalización de la prostitución, asociándola con “hacer el amor”, como si no hubiera dinero por medio y todas las mujeres lo hicieran voluntariamente y encantadas.

“Las drogas hacen daño”, dijo Salvini, “si necesitamos legalizar o liberalizar algo, hablemos de prostitución, ya que hacer el amor siempre es bueno, y mejor hacerlo de una manera protegida, médicamente controlada”.

En Italia está penada la inducción a la prostitución y Salvini recientemente se mostró partidario de la reapertura de los prostíbulos, clausurados desde 1958 gracias a una ley de la senadora socialista Lina Merlin

Salvini, dijo esto durante un mitin en Montegranaro (centro de Italia), a raíz de la controversia de las últimas horas sobre la legalización de las drogas en Italia por las tiendas en las que se vende el llamado cannabis light.  “Corre el riesgo de arruinar a las generaciones futuras”, dijo Salvini, “porque, lamentablemente, la edad del primer consumo de drogas se ha reducido a 11 y 12 años”.

“Mi problema”, agregó el viceprimer ministro italiano,“es sacar las drogas de las calles, tiendas y escuelas porque hay muchas maneras de divertirse de forma más saludable y más inteligente”.

“Las drogas hacen daño, hay alcohol y cigarrillos”, dijo Salvini: “Yo dejé de fumar cigarrillos hace un mes, y espero aguantar. Pero decirles a los niños que hay drogas que son buenas es una locura”.

Salvini prometió el cierre de las numerosas tiendas que venden en Italia el llamado “cannabis light”, que no supera una concentración del 0,5 % de tetrahidrocannabinol, el principio que concede efecto psicoactivo. Para el líder de la ultraderechista Liga este tipo de tiendas podrían “arruinar a las futuras generaciones”.

Así, ya se ha procedido a cerrar varios negocios en la región de Las Marcas (centro), dado que las autoridades consideraban que la marihuana que vendían excedía el límite máximo de principio activo, y se han intensificado los controles.

Por otro lado, Salvini ha pedido a sus socios en el Gobierno, el M5S, que retiren del Senado su propuesta de ley sobre la legalización, uno de los varios textos en tramitación parlamentaria sobre esta cuestión. Por su parte, el líder del M5S y también vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi Di Maio, cree que detrás de esta guerra de Salvini al cannabis legal hay una intención electoralista con la llegada de las elecciones europeas.

Salvini, que hace unas semanas llegó a someterse a una prueba de drogas de un periodista en la calle, también arremetió contra el alcohol y el tabaco.

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