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La movilidad en el mundo: avalancha en supermercados y farmacias antes del confinamiento y más cuarentena en Madrid que en Nueva York

La gente usa máscaras para protegerse de la pandemia de coronavirus (COVID-19) mientras caminan por Central Park.

Icíar Gutiérrez

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Las medidas de confinamiento que los Gobiernos están tomando para contener el avance del coronavirus dejan imágenes de ciudades vacías por todo el mundo. Por lo general, el parón de la movilidad en las zonas más afectadas ha sido inmediato y así lo reflejan los datos. Conforme aumentan las restricciones, como el cierre de colegios, o las recomendaciones, como el teletrabajo, la reacción de la población es salir de casa cada vez menos. Días antes del confinamiento, a medida que las autoridades van endureciendo el tono, se repite un patrón: avalancha a supermercados y farmacias. Algunas de ellas han apostado por ser más laxas con el aislamiento y eso se traduce en menos reducción, por ejemplo, de las visitas a los parques. 

Los datos se desprenden del primer informe que Google ha lanzado este viernes. La herramienta, abierta a todos sus usuarios, permite monitorizar el impacto que están teniendo las medidas de distanciamiento social en España y otros 130 países del mundo. Empleando la tecnología que ya usa Google Maps para detectar los atascos o la afluencia a un determinado comercio o lugar público en tiempo real, la multinacional americana elaborará informes sobre cómo evoluciona el movimiento de población entre lugares de trabajo, comercios minoristas y de ocio, tiendas de alimentación y farmacias, parques, estaciones de transporte público y zonas residenciales. 

Los informes incluyen datos hasta las últimas 48 / 72 horas y los comparan con las medias de antes del confinamiento, la de las primeras cinco semanas del año. La primera publicación está fechada a 29 de marzo. Google deja claro que la “precisión de la localización y la interpretación de los lugares categorizados varía de una región a otra” y que estas pueden tener características distintas, por ejemplo, las zonas rurales frente a las urbanas.

eldiario.es ha consultado cómo ha caído el movimiento de los residentes de las regiones más afectadas por el coronavirus de acuerdo con el análisis de la compañía. Entre ellas, la Lombardía italiana, la Comunidad de Madrid, la región parisina, el Gran Londres, Nueva York y la provincia de Buenos Aires. Todas ellas han decretado confinamiento en mayor o menor medida: hay quienes permiten excepciones como salir a hacer ejercicio y otras son más estrictas. Todas han impuesto también sanciones a quienes se lo saltan, aunque estas varían en cuantía, gravedad y momento en el que se decretan: algunas lo hicieron desde el principio y otras, como Nueva York, conforme han pasado los días. También hay países que las han endurecido con el tiempo, en un intento de que las medidas se cumplan. 

El parón de movimiento en Lombardía y Madrid

La Lombardía es por lo general en la que más se desploma la movilidad. Se trata de la región de Italia más golpeada por la enfermedad, también el área en la que se detectó por primera vez un caso del brote que actualmente atraviesa el país. Fue el 20 de febrero, en la provincia de Lodi. El número de casos aumenta en cuestión de horas: dos días después se registró el primer fallecimiento en la zona y el 23 de febrero ya había más de 100 casos confirmados. Durante esta semana, el movimiento de la población, según Google, empieza a descender en lugares como los locales comerciales o de ocio, las estaciones de transporte público o los centros de trabajo.

Sin embargo, el mismo 23 se observa un aumento de casi el 40% de la afluencia a farmacias y tiendas de alimentación. El pánico al coronavirus dejó en aquellas fechas imágenes de supermercados con estanterías vacías y largas colas, mientras los productos como los geles desinfectantes, las mascarillas y los guantes de látex se agotaban en las farmacias de las zonas afectadas. Aquel mismo sábado el Gobierno italiano aisló por decreto 11 localidades de Lombardía y Véneto, las conocidas como zonas rojas. 

La presencia en estos comercios de primera necesidad empieza a disminuir a partir del fin de semana del 8 de marzo, al igual que en los lugares de trabajo o en los parques, que hasta entonces habían registrado picos de congregación de personas por encima de la media anterior. Este descenso coincide con la imposición de medidas más drásticas por parte del Gobierno italiano, que había ya extendido algunas de las restricciones de los focos iniciales de contagio y ese fin de semana terminó de confinar la región de Lombardía y catorce provincias más. Desde el 9 de marzo, amplió la cuarentena obligatoria y la prohibición de movimientos salvo aquellos por motivos de primera necesidad a todo el territorio nacional. Los colegios por entonces llevaban cuatro días cerrados en todo el país. 

El 11, el Ejecutivo de Giuseppe Conte ordena el cierre de todos los comercios, salvo supermercados y farmacias e incluidos restaurantes. La reacción de la población también se comprueba en la gráfica de Google: la afluencia a estos negocios se termina de desplomar hasta un 95% menos comparado con la media. Lo mismo ocurre las tiendas de alimentación y farmacias. Los días que la tecnológica estadounidense analizó los datos, los lombardinos fueron a ellas un 81% menos que antes. La bajada es también evidente en parques y plazas (-91%), estaciones de metro, autobús o tren (-89%). También se reduce la presencia en lugares de trabajo, pero en menor medida, un 65%. 

En la Comunidad de Madrid, la movilidad de los vecinos se mantiene estable hasta el fin de semana del 8 de marzo, escasos días después de los primeros fallecimientos y de que se superaran los 100 casos confirmados de COVID-19. Desde esa semana, cae con fuerza salvo en una de las categorías analizadas: supermercados y farmacias, que, como en la Lombardía, registran durante un pico de afluencia de más del 40% en aquellos momentos iniciales de miedo en los que se tomaron las primeras decisiones políticas. Durante estos días también hay un repunte de la presencia de los madrileños en los parques por encima de la media, que se observa igualmente antes de que comenzara la crisis. En la ciudad de Madrid, el Ayuntamiento decidió cerrar estos espacios públicos el 14 de marzo.

En el resto de lugares, la bajada drástica de afluencia se produce durante la semana del 9 de marzo, a medida que se suceden las restricciones: suspensión de clases presenciales y recomendación de teletrabajo, cierre de bares y todas las tiendas salvo las esenciales, como alimentación y farmacias. El descenso de movilidad se mantiene estable desde el 14 de marzo, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez decreta el estado de alarma y ordena a todos los ciudadanos del país que se queden en casa. La presencia en locales comerciales y de ocio y estaciones de transporte público cae un 94% y un 89%. Los madrileños también frecuentan menos las farmacias y los supermercados que antes, un 72% durante el periodo de tiempo analizado por la compañía tecnológica. La asistencia a los lugares de trabajo se reduce un 65%, de acuerdo con los mismos datos.

De la Región parisina a Nueva York

Francia se sumó al confinamiento pocos días después que España. Si se observa la zona más afectada por el virus del país vecino, la Île de France, mejor conocida como Región parisina, el comportamiento es muy similar. La movilidad empieza a reducirse desde el fin de semana del 14 de marzo, momento en el que las autoridades francesas toman las medidas más severas para contener los contagios. Aquel sábado, el primer ministro Édouard Philippe ordenó el cierre de todos los establecimientos “no indispensables”, entre ellos bares, cafés, restaurantes, teatros y cines. El lunes, entró en vigor la clausura de escuelas anunciada por Emmanuele Macron. Aquel mismo 16 de marzo, el presidente decretó dos semanas de aislamiento obligatorio. 

Durante esa semana, el movimiento de la población en la Región parisina se desploma en locales comerciales y de ocio (-91%, según los datos de Google a 29 de marzo), estaciones de transporte público (87%) y centros de trabajo (-63%). De nuevo, la excepción: en las horas que rodean el anuncio de Macron, se dispara la afluencia a supermercados y farmacias más de un 40% por encima de la media. También hay un un repunte de la congregación en los parques el 15 de marzo. Las imágenes de muchas personas reunidas y disfrutando del sol ese domingo en los parques de la ciudad de París acabaron desencadenando que la alcaldía de Anne Hidalgo tomara la decisión de cerrarlos. Desde el 16, la presencia en las zonas verdes públicas de la región desciende hasta un 89%.

En Reino Unido, el Gobierno de Boris Johnson se resistió en un principio a tomar medidas drásticas como el confinamiento. Si se observan los gráficos, la movilidad de los residentes del Gran Londres, la región en la que se ubica la capital británica, no se desploma hasta finales de marzo. Muestra una ligera tendencia a la baja, no obstante, desde mediados de mes, cuando se pasa de recomendar el teletrabajo siempre que sea posible (16 de marzo) a acelerar las restricciones a acelerarse las restricciones, como el cierre de colegios, bares y restaurantes (20 de marzo). En esta semana, del 15 al 22, también se da un pico de afluencia a farmacias y tiendas de alimentación en la región londinense, de casi el 40% por encima de la media. 

La caída llega a su punto más bajo a partir del 23 de marzo, cuando Johnson ordena finalmente el confinamiento obligatorio de los británicos en sus hogares durante al menos tres semanas para tratar de frenar la expansión del coronavirus. La movilidad a comercios y locales de ocio cae un 87% respecto a las semanas tomadas como referencia, baja también la presencia un 80% en estaciones de transporte público y un 62% en los lugares de trabajo. 

No obstante, la reducción de la afluencia de los ciudadanos a los parques es mucho menor que en otras regiones analizadas. Disminuye solo un 57%. En la ciudad de Londres, donde los parques por regla general no se han cerrado, también se han repetido escenas de picnics y personas disfrutando del sol. “Los parques de Londres son espacios hermosos, que proporcionan un respiro importante en este momento. Pero me preocupa que las personas no obedezcan las instrucciones del Gobierno y mantengan una distancia segura”, afirmó el pasado 28 de marzo el alcalde Sadiq Khan en su perfil de Twitter, donde pidió que se respetaran las reglas de distanciamiento social para que los parques puedan permanecer abiertos. 

La presencia en los parques también trae de cabeza a las autoridades del estado de Nueva York, el gran epicentro de la epidemia en Estados Unidos y la región que más volumen de casos ha registrado de todas las analizadas. Aunque las visitas a estas zonas verdes, en los datos de Google se puede comprobar que, el 29 de marzo, también lo hacían en menor medida que en las otras áreas golpeadas por el coronavirus, un 47% menos. “No es momento de jugar al frisbee con tus amigos en el parque”, dijo este lunes el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo. Tanto él como el alcalde de la ciudad de Nueva York han pedido en reiteradas ocasiones que se respete el protocolo de distancia social de 1,8 metros y han ido endureciendo las multas a quienes se lo salten, pero aún no han cerrado los parques. Como en Reino Unido, en Nueva York está permitido salir de casa para hacer ejercicio. 

Los neoyorquinos también han reducido menos su asistencia al trabajo que los ciudadanos de las regiones que envuelven a Londres, Madrid, Milán o París. El descenso en este caso es solo del 46%. El estado decretó el pasado 19 de marzo que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajaran desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus. La idea es que todo el mundo permanezca en sus domicilios todo lo posible, aunque no se impide a nadie que, por ejemplo, salga a tomar el aire. La reacción también se refleja en los datos: ese fin de semana es cuando el estado registra sus mínimos de afluencia a los lugares monitoreados por Google.

La tendencia a la baja en la movilidad en Nueva York se intensifica antes, a partir de mediados de marzo, cuando entrar en vigor medidas como el cierre de bares y restaurantes (16 de marzo) y de colegios (18 de marzo). Las farmacias y los supermercados también ven un aumento de las visitas, que llega a ser de más del 20% sobre la media entre el 7 y el 15 de marzo, momento en el que se produce la declaración del estado de emergencia, la confirmación de más de 100 casos y la primera muerte conocida con coronavirus en Nueva York. 

El ejemplo de la provincia de Buenos Aires contrasta con el de Nueva York. A pesar de no estar entre las regiones más afectadas del mundo, el país ha tomado medidas muy drásticas y el nivel de respeto al confinamiento, o de reducción de la afluencia a los lugares analizados, se encuentra en niveles similares a los de las áreas europeas y por encima del estado norteamericano. 

La caída de la movilidad comienza desde el 15 de marzo. Se trata de la semana en la que el Gobierno de Alberto Fernández decreta el cierre de colegios y toma medidas para facilitar el teletrabajo, aunque ya rigen prohibiciones para los espectáculos culturales y eventos deportivos que congreguen un número importante de gente, con el cierre de teatros, cines y museos, entre otros espacios de ocio. Si se observan las cifras concretas de la ciudad de Buenos Aires, que son desglosadas por Google, el fin de semana del 15 de marzo se registra también un aumento, mucho mayor en este caso -supera el 605-, de la presencia en farmacias y tiendas de comestibles.

El 20 de marzo, las autoridades nacionales ordenan la cuarentena obligatoria en todo el país. En la provincia de Buenos Aires, los movimientos se desploman en esta fecha. A 29 de marzo, la afluencia a locales de ocio, zonas de transporte público y a los centros de trabajo,  baja un 88%, un 79% y un 60% respecto a la media, respectivamente. Lo mismo ocurre con las visitas a los parques, que se reduce un 91% en la provincia argentina. 

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