Nueva jornada histórica de protestas en Francia con casi dos millones de personas en la calle contra las reformas de Macron
Por primera vez en una década, los cinco sindicatos de los trabajadores franceses han unido su voz en una nueva manifestación nacional contra el proyecto de reforma de las pensiones que el presidente Emmanuel Macron quiere ver aprobado el próximo verano.
Hay que remontarse a 2010 para encontrar una unión de los distintos sindicatos de los trabajadores. Una unidad que, sin embargo, no esconde las importantes divergencias entre las organizaciones sindicales en la víspera de que el primer ministro, Édouard Philippe, inicie con ellas una ronda de negociaciones.
La Confederación General del Trabajo (CGT), principal opositora al plan gubernamental, reclama la retirada completa del proyecto, y el mayor sindicato de Francia, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), apuesta por quitar la llamada “edad de equilibrio”, a partir de la cual los franceses podrán cobrar su pensión completa, y que en la práctica eleva la jubilación de los 62 a los 64 años.
Según ha manifestado el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, el desbloqueo de la situación está en manos de las autoridades. “El Gobierno es el que puede decir vale, hemos escuchado a la calle y paramos el proyecto de ley”, ha dicho poco antes del inicio de la manifestación. Sin embargo, primer ministro francés ha dejado claro en la Asamblea Nacional su voluntad de seguir adelante. “Queremos reformar el sistema de pensiones para crear un sistema universal. Esto implica la desaparición de los regímenes especiales. Mi determinación y la del Gobierno en este proyecto es total”, ha afirmado Philippe antes de la celebración de la ronda de reuniones bilaterales de mañana y la consulta multilateral del jueves.
La movilización más multitudinaria
Según afirma la CGT, el número de manifestantes que han salido este martes a la calle ha sido el mayor de las tres jornadas de movilizaciones con motivo de las huelga contra la reforma de las pensiones.
De acuerdo con los datos publicados por el sindicato, 1,8 millones de personas han salido a la calle en toda Francia, 615.000 según el Ministerio del Interior. Una cifra que superaría las registradas el pasado día 5 (el primero en el que se registraron movilizaciones), cuando salieron a la calle 1,5 millones de personas o 806.000 según la CGT e Interior, respectivamente, y el día 10, cuando esas cifras se redujeron a 800.000 y 339.000 manifestantes.
Ciudades como Marsella, Rennes , Toulouse, Lyon, Burdeos o Rouen son algunas de las urbes donde se ha registrado un mayor número de manifestantes. Entre los sectores más movilizados se encuentran el de los funcionarios, abogados, magistradas o el sector educativo, uno de los más activos a lo largo de la huelga con un 24,16% de los docentes en huelga.
El sector del transporte continúa siendo también uno de los más movilizados. El tráfico ferroviario y aéreo continúa “altamente afectado”, según informa Le Monde, y ocho líneas de metro continúan cerradas en la ciudad de París.
Según las previsiones, el tráfico ferroviario seguirá afectado durante el día de mañana: circularán un tercio de los trenes de alta velocidad (TGV) y, entre otros, la cuarta parte de los que habitualmente conectan Francia con España. No obstante, la SCNF, el principal operador ferroviario de Francia, destaca que este fin de semana podrá garantizar el viaje de todos aquellos que ya tengan su billete para un TGV, aunque en la mitad de los casos el trayecto sufrirá cambios de horario o itinerario.
Según un sondeo del instituto demoscópico Harris Interactive publicado hoy por la emisora RTL, el 62 % de los franceses respaldan la huelga, aunque siete de cada diez desean una tregua por Navidades.
En la capital, la jornada de movilizaciones ha reunido a 350.000 personas, según la CGT y 76.000, según el ministerio del Interior, con una presencia destacada del sector educativo y del sanitario, así como personal de la compañía nacional ferroviaria SNCF y de la red metropolitana parisina de transporte RATP, que, en estos dos últimos casos, perderán sus regímenes especiales.
La movilización parisina, que ha discurrido entre plaza de la República y la de Bastilla, ha terminado con algunos disturbios en los que la policía ha tratado de disuadir a los manifestantes con gases lacrimógenos. Una de las imágenes más potentes que ha dejado la jornada ha vuelto a ser la de los integrantes del cuerpo de bomberos, vistiendo con sus trajes de intervención, enfrentándose a las cargas policiales.