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El presidente de la BBC dimite por haber ayudado a Boris Johnson a conseguir un préstamo y ocultarlo

Un grupo de empleados de la BBC protesta contra los recortes el 15 de marzo en la sede de la radiotelevisión pública en Londres.

María Ramírez

Oxford (Reino Unido) —

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El presidente de la BBC, Richard Sharp, dimitió este viernes por haber vulnerado las reglas de la radiotelevisión pública al ocultar que había ayudado a Boris Johnson a conseguir un crédito justo antes de su nombramiento al frente de la cadena.

En otoño de 2020, Sharp, ex banquero de Goldman Sachs, cenó con Sam Blyth, un empresario canadiense que le dijo que quería ayudar a Johnson, entonces primer ministro, con sus “dificultades financieras”.  Sharp le puso en contacto con el equipo del primer ministro y Blyth avaló un préstamo de 800.000 libras (más de 900.000 euros) para Johnson. En noviembre, Sharp fue designado por el Gobierno para ser presidente de la BBC y en febrero de 2021 fue confirmado por el Parlamento después de un proceso en el que no mencionó su relación con el avalista de Johnson. La mediación de Sharp sólo se conoció por la investigación periodística que publicó este enero el diario The Times

Sharp aseguró que no quiere ser “una distracción” unos minutos antes de la publicación de la investigación independiente del abogado Adam Heppinstall, nombrado por la agencia encargada de supervisar los nombramientos públicos para aclarar el papel de Sharp en el préstamo y otros posibles conflictos de interés tras la publicación de la exclusiva del Times. El informe concluye que el comportamiento de Sharp dio lugar a “un potencial conflicto de interés” y que eso violó el código de conducta ya que existe “un riesgo” de que se perciba que Sharp fue recomendado para el puesto “porque ayudó al ex primer ministro en un asunto financiero privado” y que no puede actuar de manera independiente.

Sharp, que llevaba meses resistiéndose a dimitir, aseguró este viernes que la violación de las reglas fue “involuntaria”, pidió perdón y dijo que ahora lo correcto es “priorizar los intereses de la BBC”.

El cargo del presidente de la BBC depende de una decisión política y no se encarga de las decisiones periodísticas, que corresponden al director general. Es habitual que el elegido sea alguien próximo al Gobierno que lo designa, pero las reglas establecen que tiene que ser transparente sobre sus posibles conflictos de interés. 

Tras la exclusiva del Times, la comisión parlamentaria que gestionó el nombramiento de Sharp dijo en febrero que el presidente de la BBC había cometido “errores de juicio significativos” y no había informado de “todos los hechos” en su testimonio. Entonces Sharp se negó a dimitir.

La de Sharp es la segunda dimisión de un cargo importante nombrado por el Gobierno conservador en una semana. El viernes pasado, fue el turno de Dominic Raab, viceprimer ministro y ministro de Justicia acusado de acoso laboral y que renunció tras la publicación de otro informe independiente. Sharp, de 67 años, tiene larga relación con Sunak desde que fue jefe en Goldman Sachs del ahora primer ministro y le aconsejaba que no se metiera en política porque no estaba preparado para el juego “sucio”.

La independencia de la BBC

Una de las claves de la independencia de la radiotelevisión pública es que está financiada por un canon acordado a largo plazo y que pagan directamente los propietarios de un televisor o los que ven la BBC en streaming. En la introducción de sus detalladas y extensas reglas, la radiotelevisión se refiere al canon como la salvaguarda de su independencia frente al Gobierno en cuanto “arreglo único que permite a la BBC perseguir su misión distintiva”. 

Pero el Gobierno conservador ha sido acusado de múltiples interferencias, en particular durante el mandato de Boris Johnson, que en 2022 también anunció la congelación del presupuesto de la BBC y la eliminación del canon en 2027. Desde entonces, la radiotelevisión pública, uno de los grandes empleadores del país, ha anunciado recortes en particular en programación local y en su influyente servicio internacional de noticias.

La BBC es el medio que tiene más alcance en el Reino Unido y también uno de los que sigue despertando más confianza en la población, en un amplio espectro ideológico, según muestra la investigación del Instituto Reuters para el estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford. Pero el medio ha perdido parte de la confianza sobre todo de los conservadores en los últimos años marcados por la división del Brexit. Aunque la mayoría de los encuestados sigue confiando en la BBC, la investigación del Instituto Reuters de 2022 muestra que el 53% de los que la critican se identifican como conservadores. 

En este contexto, los periodistas y sus jefes editoriales han estado sometidos a presión indirecta o directa del Gobierno, según han denunciado algunos reporteros. Durante la pandemia, por ejemplo, Downing Street pasaba mensajes para que el equipo dejara de utilizar la palabra “lockdown” (“encierro”) para referirse a las medidas sanitarias para evitar contagios que se mantuvieron en el Reino Unido la mayoría de 2021 y 2022. 

En el episodio más visible de la tensión interna, el director de la BBC, Tim Davie, suspendió en marzo al presentador estrella de deportes Gary Lineker por escribir un tuit crítico con la retórica de la ministra de Interior contra los migrantes que llegan a las costas británicas y una nueva ley para prohibirles pedir asilo en contra de la legislación internacional. 

Tras esta decisión, periodistas deportivos de varios programas de la radio y la televisión se negaron a salir en antena en solidaridad con su compañero y la BBC tuvo que suspender su programación deportiva habitual. Tras la rebelión interna y las críticas hasta de políticos conservadores, Davie, pidió perdón a Lineker, que volvió a su programa, y se comprometió a revisar las reglas sobre el uso de redes sociales. 

Lineker tuitea sobre todo de fútbol, pero no ha dejado de expresar su desacuerdo con la legislación que incomoda hasta a una parte de los diputados conservadores.

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