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Harriet Tubman: una mujer y un mito en los billetes de 20 dólares

Harriet Tubman / Wikipedia

The Guardian

Jamiles Lartey —

Poco después de que se eligiera a Harriet Tubman para sustituir al presidente Andrew Jackson en los billetes de 20 dólares, la celebración que supuso que un esclavo huido fuese honrado en detrimento de la imagen de un presidente esclavista dio paso a sentimientos encontrados entre sus grandes admiradores y los que creen que el mito podría superar a la mujer.

La leyenda de Tubman, que escapó de la esclavitud cuando era joven, con un revólver en la mano en la lucha para conseguir su libertad y eludir a los cazarrecompensas durante años, es lo que más frustra a los historiadores. “Estoy atónito, emocionado y entusiasmado por el hecho de que Harriet Tubman tenga este reconocimiento”, dijo la biógrafa Kate Larson. “Pero al mismo tiempo he pasado tantos años trabajando para reescribir estos mitos”.

Desde que se tomó la decisión, exageraciones y rotundas falsedades han proliferado en las celebraciones por el logro de Tubman. Varias citas famosas atribuidas –falsamente– circularon con rapidez en las redes sociales, incluyendo una compartida –y después desmentida– por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

Las cifras exageradas sobre el número de personas esclavizadas que Tubman liberó también han provocado discusiones. Citando las propias palabras de Tubman, Larson estima que Tubman liberó a unas 70 personas en 13 viajes que realizó desde Maryland hacia la libertad y no 300 o 1.000 personas, como se ha escrito. Tubman también aconsejó a otras 70 personas más sobre cómo usar la red de apoyo llamada ferrocarril clandestino.

Larson cree que han surgido conceptos erróneos sobre Tubman porque es un “icono moldeable”. Al ser analfabeta no pudo dejar escrita su propia historia. En definitiva, poco se sabe sobre muchos de los detalles de la vida de este personaje, dice Larson. “Diferentes personalidades de la política la han utilizado para representar alguno de sus puntos de vista”.

Pocos se han opuesto activamente a otorgar este honor a una abolicionista, aunque muchos han criticado que se haya elegido a Tubman y se haya eliminado a Jackson. Donald Trump dijo esta semana que Jackson debía mantener su lugar en el billete de 20 dólares y Tubman, tener el suyo propio. Sugirió el billete de dos dólares.

Unir esclavitud y capitalismo es un error

Otros han argumentado que enlazar la historia de la esclavitud y el capitalismo hace que este billete sea una manera inapropiada de honrar a la esclava huida. “Al escapar de la esclavitud y ayudar a otros a hacerlo”, argumenta la escritora Feminista Jones en el Washington Post, “Tubman hizo historia básicamente por robar propiedad de otros”.

“Su legado está enraizado en el rechazo de la fundación del capitalismo norteamericano. Tubman no respetaba el sistema económico norteamericano, así que hacer de ella un símbolo de esto sería insultante”, concluye Jones.

Andrea Williams, una profesora de Ohio que ha escrito sobre la figura de Tubman, está de acuerdo: “La ironía de que su imagen esté siendo intercambiada por productos en el futuro parece evocar la manera en que los cuerpos reales de esclavos servían como moneda de cambio”.

Larson llegó a una conclusión bien diferente sobre el privilegio de aparecer en el billete. “Ella dio la vuelta al sistema. Le robó al sistema su propio cuerpo y los de su familia”, apunta. “Pero todo el mundo olvida que también fue una estupenda emprendedora. Quería la libertad de decidir su propio futuro y facilitárselo a su familia”.

Para Williams, es “preocupante” que una mujer que fue tratada como moneda aparezca ahora en los billetes, pero cree también que no es una decisión necesariamente mala. “Esta paradoja puede ser una manera de animar a la gente a pensar de una manera más crítica”, comenta. “Podemos darle la bienvenida como el comienzo de algo y no solo como el final de un debate”.

Phil Goff, crítico y presidente del foro Center for Policing Equity, fue más contundente. “América es terrible y es sorprendente. El dinero representa esas dos cosas todo el tiempo, por lo que es apropiado”.

Sin embargo, los nuevos billetes no tendrán simplemente la particularidad de una esclava sustituyendo a un presidente pocas veces recordado. Tubman y Jackson compartirán el billete; abolicionista por delante, propietario de esclavos sureño por detrás. “Los dos lados del billete se comunican el uno con el otro”, añade Williams. “Representa el contrapunto y nos recuerda el nudo en diferentes tendencias de la historia americana”

Jackson no solo fue un propietario de esclavos sino que también fue el héroe en la Batalla de Nueva Orleans en 1815, la victoria más importante –y tardía– sobre Gran Bretaña en la guerra de 1812. También entró en conflicto con las tribus nativas Semínola de Florida, con la intención de expandir el territorio estadounidense dentro de tierra indígena y, como el séptimo presidente de Estados Unidos, firmó la Indian Removal Act, que forzó a miles de nativos americanos a desplazarse hacia el oeste a lo largo del Sendero de Lágrimas. Se cree que unas 4.000 personas murieron en esta migración forzada.

“Andrew Jackson debería ser eliminado del billete”, asegura Larson, “pero lo que tenemos que ver es que ella queda por encima de él. Por una vez ella le ha enviado a la parte trasera del autobús”.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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