¿Cuánto durará la extraña pareja italiana del Movimiento 5 Estrellas y la Liga?
Para sus muchos críticos, Matteo Salvini, el líder de la formación ultraderechista Liga, es un racista oportunista que está a punto de llevar a Italia por el peligroso camino de la confrontación y la xenofobia. Para sus seguidores, en las tierras norteñas de la Liga, Salvini es un “guerrero” cuyo papel como ministro de Interior en el primer Gobierno populista de Europa Occidental es un símbolo del giro a la derecha que el país tanto necesita.
Esa es sin duda la visión en Pontida, un pueblo relativamente próspero situado a los pies de los Alpes, en la región de Lombardía, al norte del país. Miles de seguidores de la Liga se reúnen anualmente en Pontida en una celebración anual en honor al partido.
“Salvini es un gran revolucionario”, señala Giuseppe Paruta, un pensionista que ha apoyado el partido desde sus primeros días como movimiento secesionista del norte de Italia. “Es uno de los nuestros. Cuando viene al festival cada año, da un discurso, come con nosotros y bebe con nosotros. A veces da la impresión de agresivo, pero no es mala persona”, añade.
Paruta es conocido en broma por la ciudad como el Donald Trump de Pontida –lleva un peinado asombrosamente similar al del presidente de EEUU–. “También me gusta, pero Salvini es mejor”, afirma.
Como ocurre con Trump, a Paruta y a sus amigos del Bar 8 del pueblo les gusta Salvini porque le ven como el hombre fuerte que se necesita para restaurar la ley y el orden en un país que está sucumbiendo ante el peso de la crisis migratoria.
Los seguidores de Salvini reconocen que tienen poco de lo que quejarse: sus pensiones son buenas y son dueños de sus casas. Pero dicen que les molesta ver a “inmigrantes ilegales vagueando por ahí, sin hacer nada y sin pagar impuestos” cuando ellos tuvieron que trabajar tan duro. Cuentan con Salvini para que acabe con todo esto.
Tras semanas de complicadas negociaciones, Salvini, de 45 años, tomó este viernes el control del Ministerio de Interior, cuando la Liga tomó posesión del Gobierno en coalición con su antiguo rival, el 'antiestablishment' Movimiento 5 Estrellas (M5S).
Salvini, nacido en Milán en una familia de clase media, fue rápido al recordar a los votantes que su prioridad será lidiar con los miles de inmigrantes en situación irregular. “Puertas abiertas para los buenos y un billete de solo ida para aquellos que vienen a crear problemas”.
El Gobierno se formó a pesar del aparente fracaso de las negociaciones cuando el presidente, Sergio Mattarella, rechazó la polémica elección de la coalición para el Ministerio de Economía, Paolo Savona. El economista de 81 años, un destacado crítico de la Unión Europea, había descrito el euro como una “jaula alemana” y su nombramiento fue considerado por Mattarella como inaceptable.
“La Liga es totalmente diferente al M5S”
Con los mercados agitados, se intercambiaron insultos con la UE y el líder del M5S, Luigi di Maio, pidió la destitución de Mattarella. Pero enfrentados a la posibilidad de nuevas elecciones en julio, Salvini y Di Maio se apresuraron a formar un Gabinete alternativo que ahora verá a Savona desafiando a la UE como ministro de Asuntos Europeos. Mientras tanto, Giovanni Tria, profesor de Economía con un tono más moderado hacia Europa, será ministro de Economía.
Salvini y Di Maio acordaron que ninguno de los dos se debería convertir en primer ministro de la nueva coalición y en su lugar nombraron a Giuseppe Conte, un profesor de Derecho relativamente desconocido sin experiencia política.
Conte dirigirá un programa de gobierno que incluye importantes reducciones fiscales, una renta básica universal y un montón de políticas duras contra inmigrantes en situación irregular, contra gitanos y contra musulmanes. Ambos compartirán el papel de viceprimer ministro y Di Maio, de 31 años, se hará cargo de la cartera de Empleo. Se espera que la nueva coalición reciba esta semana un voto de confianza del Parlamento.
Pero aunque los seguidores de la Liga están contentos de que su héroe ha llegado al Gobierno, tienen ciertas reservas respecto a su unión con el M5S.
Salvini, que a menudo lleva vaqueros y camisas con el cuello abierto, es considerado por sus admiradores como un hombre de convicción con los pies en la tierra. A Di Maio lo ven como un hombre indeciso, trajeado y tan inexperto como incoherente.
“La Liga es totalmente diferente al M5S”, sostiene Giulio Sapelli, profesor de Economía que dio clase a Salvini en la Universidad de Milán. “Nunca sabes lo que piensan o lo que van a hacer (por los miembros del M5S). Por ejemplo, esta petición para la destitución de Mattarella era una locura”.
Sapelli, un euroescéptico que se consideró como posible primer ministro de la coalición, recuerda la historia de la Liga en el Gobierno y su experiencia en la gestión de dos de las regiones más ricas de Italia: Lombardía y Véneto. Mientras tanto, la gestión caótica del M5S en las dos ciudades más grandes que gobierna, Roma y Turín, se ha traducido en una pérdida de apoyo.
“Es muy difícil saber cuánto durará” (el Gobierno)“, señala Sapelli. ”La Liga es el único partido de base que queda. El M5S es un movimiento con un liderazgo extraño“, añade.
Italia: menos crimen y más inmigrantes
Marco Ghezzi, el candidato de la Liga a alcalde en las próximas elecciones locales en Calolziocorte, un pueblo cerca de Pontida, hubiese preferido que el partido se hubiese asociado con sus compañeros de coalición de centro-derecha: el partido Forza Italia, de Silvio Berlusconi, y la formación ultraderechista más pequeña Hermanos de Italia. El grupo ganó la mayor parte de los votos en las elecciones del 4 de marzo, pero se quedó a un 3% de la mayoría requerida para gobernar.
Berlusconi se echó a un lado para dejar a la Liga llegar a un acuerdo con el M5S, que ve al magnate de los medios de comunicación de 81 años como símbolo de la corrupción que durante tanto tiempo ha rechazado, aunque la alianza sigue haciendo campaña a nivel regional y local.
“El problema con el M5S es que no tienen un partido estructurado. La mayoría está basado online”, sostiene Ghezzi. Se espera que Ghezzi gane las elecciones del 10 de junio en Calolziocorte por un amplio margen, acabando así con el liderazgo del partido de centro-izquierda Partido Democrático, lo cual es una anomalía en una región dominada por la Liga.
En un acto de campaña por la alcaldía el jueves por la noche, la principal preocupación de los residentes del pueblo era la seguridad. Su población de 15.000 incluye unos 1.500 extranjeros. Ghezzi sostiene que la mayoría están integrados, pero en los últimos años la zona ha vivido un aumento en la llegada de inmigrantes en situación irregular.
“Merodean por la estación por la noche, duermen en casas abandonadas y cerca del río”, asegura Ghezzi. “Es un escándalo para la gente de aquí, que en su mayoría vive en pueblos de montaña y aprecia sus valores y tradiciones”, añade. Repitiendo las palabras de Salvini, Ghezzi afirma que los inmigrantes deberían ser investigados antes de llegar.
Salvini destaca por su rapidez para expresarse cuando los crímenes están cometidos por extranjeros, pero permanece en silencio cuando los incidentes los protagonizan italianos de piel blanca. En una reciente publicación de Facebook, Salvini manifestó su horror por la presunta violación en grupo a una italiana a manos de un grupo de hombres bengalíes en Roma. Sin embargo, no mencionó el arresto de cinco trabajadores de hotel italianos unos días antes por la presunta violación de una británica en la ciudad vacacional de Sorrento.
Ghezzi alega que las reacciones son diferentes porque la proporción de crímenes cometidos por inmigrantes sobrepasa los protagonizados por italianos. La tasa de criminalidad de Italia cayó un 8,3% en la última década, según los datos del Ministerio de Interior, a pesar de que el número de extranjeros ha pasado de tres a cinco millones.
“En Italia, el debate público a menudo no está basado en la realidad, sino en la percepción de la realidad”, explica Matteo Pucciarelli, periodista en La Repubblica y autor de Anatomía de un populista: la verdadera historia de Matteo Salvini. “El crimen ha bajado, pero la sensación de inseguridad ha aumentado. La verdad no cuenta, pero lo que dices, sí. Y en esto Salvini es increíble. No vivimos en el salvaje Oeste, pero él da la impresión de que sí”, añade.
Puciarelli cree que Salvini, a quien describe como un “animal mediático”, seguirá proyectando falsas realidades al tiempo que da la impresión de que todo está en orden. “Por ejemplo, deportar a miles de inmigrantes es imposible, pero de todos modos logrará que parezca un ministro que gobierna con puño de hierro”, añade.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti