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The Guardian en español

Qué pasará con la economía, el calentamiento global y el muro después de las elecciones en EEUU

Donald J. Trump firma la S. 3021- America's Water Infrastructure Act 2018-, en la Casa Blanca.

Jon Swaine / Amanda Holpuch / Dominic Rushe / Oliver Milman / Adam Gabbatt

La investigación Trump-Rusia, por Jon Swaine

Lo más probable es que los demócratas de la Cámara de Representantes reabran una investigación dentro de la Comisión de Inteligencia por la injerencia rusa en las elecciones de 2016. También se espera que ayuden en la investigación criminal que sobre el mismo tema lidera el fiscal especial Robert Mueller.

El republicano Devin Nunes, aliado de Trump y presidente saliente de la Comisión de Inteligencia en el Congreso, obstaculizó todos los esfuerzos demócratas para investigar la posible connivencia entre Rusia y el equipo de campaña de Trump. Se negó a compartir información con Mueller y cerró la investigación cuando aún quedaban pistas por seguir.

El demócrata Adam Schiff, probable sustituto de Nunes, ha prometido reanudar las investigaciones de la Comisión y explorar nuevas pistas, como los vínculos comerciales de la Organización Trump con Rusia.

Pero la ampliación de la mayoría republicana dentro del Senado podría envalentonar a Trump para nombrar a un nuevo fiscal general más duro que Jeff Sessions (despedido el día después de las elecciones) para terminar con Mueller y cerrar su investigación. Si eso sucede, es de esperar que los demócratas propongan contratar a Mueller como abogado independiente para que continúe con sus pesquisas en nombre del Congreso de Diputados.

Inmigración, por Amanda Holpuch

Ahora que los demócratas tienen mayoría de diputados, el sueño del presidente Trump de un “muro grande y hermoso” parece aún más difícil de lograr.

Antes de las elecciones de mitad de mandato, el presidente saliente del Congreso, Paul Ryan, prometió que al terminar los comicios darían una “gran batalla” para obtener los fondos que financiarán el muro fronterizo. Según Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, ese seguía siendo el plan este miércoles. Pero ahora los republicanos tendrán que librar esa batalla contra un partido demócrata reforzado.

El Congreso debe llegar a un acuerdo sobre la financiación del Departamento de Seguridad Nacional, en el que se incluyen los fondos necesarios para el muro, con el 8 de diciembre como fecha límite. Es un margen estrecho para que los republicanos logren el dinero necesario para el muro antes de la entrada de los demócratas como grupo mayoritario del Congreso en enero.

Los diputados demócratas también han dicho que intentarán recuperar la protección a los inmigrantes llegados de niños a Estados Unidos, los llamados ‘dreamers’. Los votantes demócratas y los republicanos se han mostrado ampliamente favorables a la creación de un proceso que les permita obtener la ciudadanía. La Administración Trump lleva usándolos como moneda de cambio desde que en 2017 puso fin a las leyes que los protegían.

La economía, por Dominic Rushe

A menos que Trump salga reelegido en 2020, lo más seguro es que su gigantesca reforma impositiva sea la última. Ese regalo de 1,5 billones de dólares, el mayor logro de Trump en el Congreso, benefició principalmente a los muy ricos y a las grandes empresas. Ha sido tan mala para el votante que los republicanos casi ni la mencionaron en la campaña de estas elecciones de mitad de mandato.

Desde entonces, Trump ha prometido otro recorte de impuestos, esta vez para la clase media. Pero la mayoría demócrata en el Congreso va a dificultar la aprobación de cualquier legislación. Aunque los dos partidos tienen puntos en común (Kellyanne Conway, asesora de Trump, ya ha hablado de mejorar la infraestructura), la división de los dos partidos en Washington hará difícil llegar a acuerdos.

El panorama comercial también se ha vuelto más complejo al reducir los poderes del presidente. Los políticos de China, Europa, Canadá, México y otros lugares están tratando de entender cómo afectará a las guerras comerciales alimentadas por Trump la derrota republicana en el Congreso.

Aunque Trump mantiene la potestad de forzar cambios a base de decretos, sus posibilidades de aprobar modificaciones legislativas relevantes se han visto obstaculizadas desde el martes. Ahora se enfrentará a fuerzas externas más poderosas, que decidirán la suerte económica de Estados Unidos y escapan a su control.

Atención sanitaria, por Amanda Holpuch

Es casi seguro que el intento republicano de desmantelar a nivel nacional la reforma sanitaria de Obama (también conocida como Obamacare) se detendrá ahora que el Congreso de Diputados ha quedado en manos de los demócratas.

En los estados, los gobernadores demócratas electos de Kansas, Maine y Wisconsin podrían ampliar las prestaciones del Obamacare rechazadas por sus antecesores republicanos. Y en Idaho, Nebraska y Utah, los ciudadanos votaron para que el programa Medicaid amplíe la cobertura sanitaria gratuita o de bajo costo para los pobres.

Nancy Pelosi, la diputada demócrata que probablemente retome sus funciones como presidenta de la Cámara de Representantes, dijo antes de la elección que entre sus prioridades legislativas figuraba reducir el precio de los medicamentos, un tema que podría contar con el apoyo de los dos partidos.

Para los grupos en defensa de los derechos reproductivos, el resultado del martes fue una victoria. La mayoría demócrata en el Congreso va a luchar contra el intento de la Administración Trump de limitar los derechos reproductivos de las mujeres. En Michigan, Kansas y Nuevo México, el historial de los tres gobernadores elegidos es de defensa de los derechos reproductivos de las mujeres.

Cambio climático, por Oliver Milman

Los intentos de avanzar en medidas contra el cambio climático fracasaron, sobre todo en el Estado de Washington, donde los votantes rechazaron la propuesta de poner un impuesto a la emisión de dióxido de carbono. El plan, que contó con el rechazo enérgico de las empresas del petróleo y del gas (incluyendo a British Petroleum), habría impuesto un arancel de unos 13 euros por cada tonelada de CO2 emitida. Se esperaba que funcionase como un modelo a seguir por otros Estados.

Es la tercera vez que los votantes del Estado de Washington rechazan ponerle precio a la emisión de CO2, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de la idea en Estados Unidos, aunque muchos economistas la sigan defendiendo como la mejor solución para reducir las emisiones y evitar un calentamiento de consecuencias desastrosas.

Fuera de Washington, los votantes de Arizona rechazaron una propuesta de obligar al Estado a consumir la mitad de su electricidad de energías renovables como la solar y la eólica. En Colorado, las empresas de combustibles fósiles gastaron unos 35 millones de euros para defenderse (con éxito) de una propuesta que habría exigido un mínimo de 800 metros de separación entre las operaciones de perforación y las casas de la gente. En Florida, los votantes sí dieron el visto bueno a una medida que prohíbe la perforación de petróleo y gas en las aguas del Estado.

Rediseño de distritos electorales, por Adam Gabbatt

En la madrugada de este miércoles se supo que los demócratas habían ganado las elecciones a gobernador en siete estados del país. Unos nombramientos especialmente importantes porque el rediseño de distritos electorales, que tiene lugar cada diez años, comienza en 2021.

Los Estados deberán rediseñar los distritos electorales de las elecciones parlamentarias para que todos representen al mismo número de residentes. En ese momento es cuando ocurre lo que en Estados Unidos se conoce como ‘gerrymandering’, un proceso por el que los partidos rediseñan los distritos dándole formas extrañas solo para aprovechar mejor la ubicación de sus votantes.

Si bien los parlamentos estatales son los responsables del rediseño, el gobernador tiene la potestad de aprobar o vetar el nuevo mapa. Es decir, que los gobernadores demócratas elegidos el martes para un período de cuatro años podrán evitar que los republicanos, grandes expertos en gerrymandering (sobre todo en Pensilvania), rediseñen los distritos de una forma que les beneficie en las próximas elecciones de diputados.

Florida era crucial en este aspecto. Debido al desplazamiento de la población desde el noreste y el medio oeste hacia estados como Florida y como Texas, se espera que gane dos escaños en el Congreso después del censo de 2020. Desafortunadamente para los demócratas, su candidato Andrew Gillum perdió este martes.

Traducido por Francisco de Zárate

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