Elecciones ¿Europeas?

Europa es una construcción de largo alcance. Su construcción es lenta, oscilante, que necesita agregar las voluntades de los ciudadanos y de las redes sociales. La solidaridad deberá ser una de las principales cualidades de Europa.

Al día siguiente de las elecciones, los diarios abrían en portada con únicamente los resultados en España de las votaciones para elegir el parlamento europeo, y titulares referidos a la política nacional. Flaco favor para ayudar a la construcción de Europa, a la que ¡tanto queremos!. Sólo en páginas interiores se encuentran gráficos en forma de pastel con la composición de los grupos parlamentarios. Los análisis que publican los diarios desde cada país, siguen estando en clave nacional. No se trata de hacer una interpretación homogénea de los datos, más bien se echa a faltar una visión de lo que cada país aporta desde el punto de vista de Europa.

He oído en una de las numerosas y fatigosas tertulias con las que nos abruman los infatigables “tertulianos” desde las emisoras de radio y tv, una noticia que puede tener consecuencias interesantes en el proceso de construcción de Europa en el que estamos inmersos. Resulta que los dos grupos principales del parlamento europeo (populares y socialdemócratas) han comenzado a reunirse para hacer frente al auge de los pequeños grupos. A esto le llaman “hacer de la necesidad, virtud”. Y, ¿cuál es la virtud?. Que dado que en ambos grupos se mezclan europeístas con euroescépticos, los parlamentarios de ambas tendencias y formaciones se encuentran con que van a trabajar juntos en el territorio europeo para contener a los grupos minoritarios. Cabe esperar que este trabajo incida en la idea de Europa.

Los euroescépticos han salido reforzados en este parlamento que concentra un gran poder sobre todos los países de la UE. Paradojas de la vida, la acción de los euroescépticos vigorizará la idea de Europa, han sido llamados a fortalecerla.

Todos los comentaristas y políticos coinciden en que “la abstención es muy preocupante para el proyecto europeo en su conjunto” (Luis Foix en La Vanguardia), sin embargo pienso que sólo es un reflejo de la orientación democrática de todos nosotros, los electores. La incoherencia del motivo de la votación (elecciones la parlamento europeo), con las campañas electorales que emiten mensajes en clave local, nos ahuyenta de las urnas. Claro signo de los votantes hacia sus políticos. Si no habláis de Europa será porque no os interesa, entonces ¿para qué os presentáis?.

Además hay un aspecto que no se refleja en los medios de comunicación, que es la necesidad de estructurar la representación territorial en el parlamento europeo. En el actual sistema, el parlamento representa a tendencias políticas, pero los países que componen Europa no están representados como tales. No es sencillo ni barato poner en marcha una fórmula que resuelva esta cuestión, pero ayudaría mucho al asentamiento de Europa. El objetivo, equilibrar las diferencias políticas territoriales. El manejo de los presupuestos, favoreciendo las zonas más necesitadas, es un buen instrumento de equilibrio, pero una acción más política añadiría visibilidad e interés por Europa ante la opinión pública.

Cabe confiar que tras estos cuatro años de dominio de los euroescépticos y con la ayuda de una coyuntura económica menos adversa, la Unión Europea salga fortalecida y más solidaria. Lo necesitamos todos, seamos o no europeos.