Engancharse a la esperanza o bajar los brazos

Engancharse. No perder comba. Es a lo único que puede aspirar realmente en estos momentos la Unión Deportiva Logroñés. Los sinsabores de los empates, ante el déficit de puntos respectos a la fase de ascenso a Segunda, obliga a un esfuerzo extra a los blanquirrojos. Aunque sería mejor hablar de unos números brillantes en lo que falta de campeonato para poder recobrar las ilusiones. Los 6 puntos de retroceso respecto al Racing de Santander, cuarta posición, provocan que los de Sergio Rodríguez no puedan dejarse puntos en el camino. Menos ahora, ante rivales que le preceden en la tabla.

En el horizonte, el Gernika, que llega este domingo, 18.00 horas, a Las Gaunas. Lo hace después de realizar una campaña fantástica, “quizá por encima de sus expectativas al principio de temporada”, remarca el técnico riojano. Más allá de sus guarismos, 55 puntos, es un “rival que lo está haciendo muy bien” por lo que “será un partido muy complicado”. Como la inmensa mayoría, aunque Sergio Rodríguez constata que “si ha tenido una tónica este año es que todos los partidos han sido muy exigentes, o al menos a nosotros nos han resultado muy exigentes”.

A ello hay que añadir que el margen de error se estrecha. Hay 18 puntos en este tramo final y se atisban cuatro enfrentamientos ante adversarios que están mejor clasificados. El primero en llegar un Gernika en el que destaca un exblanquirrojo, Mikel Abaroa. Un llegador. Un centrocampista que no tuvo muchos minutos en su etapa como riojano, pero que demostraba su capacidad para aterrizar en el área cuando nadie se lo esperaba. Pues bien, en Gernika marca los tiempos. Hace y deshace. Es clave. 9 goles le avalan. No sólo eso, su confianza en el juego –cuestión que se extiende al colectivo- generan que los de Javi Luaces sean el tercer mejor equipo como visitante.

Es decir, que eso de que los vascos se hacen fuertes en su campo merced al juego directo y las segundas jugadas es más un tópico que otra cosa, aunque también.

Lejos de Urbieta sólo Mirandés (30) y Real Sociedad B (26) han sumado más.

Los blancos igualan los dígitos del filial blanquiazul aunque su balance de goles es inferior. Cifras que asustan ante la inconsistencia de una UDL que ha cedido en brillantez con el paso del curso y que, además, ha ido perdiendo efectivos en esta segunda vuelta.

Con las lesiones de Ramiro y Arnedo, la sanción de dos partidos para Ñoño, unido a las molestias de Rayco y César Remón, el abanico de posibilidades para Sergio Rodríguez se reduce. En los últimos encuentros, por unas cosas o por otras, se ha tenido que reinventar con más o menos fortuna. En Gobela, la inédita defensa sorprendió en el aspecto positivo y en la medular, en la segunda mitad, ante la baja de Arnedo el equipo respondió en el bagaje ofensivo. Por lo tanto, recursos hay.

Ante el Gernika, el técnico logroñés deberá concretar si varía su dibujo clásico en Las Gaunas, 4-4-2, o lo mantiene. Si es así, Cifu (Titi) y Rubén Martínez serían los hombres abiertos, con Muneta y Salvador por dentro, dejando a Espina y Marcos André como referentes. Aunque si Sergio Rodríguez apuesta por tres hombres en el medio, Cifu y Rubén Martínez se jugarían un lugar. Luego faltaría saber qué quiere el preparador logroñés. Amplitud por las bandas, juego interior, presencia en el área, centro y remate… en función de lo que busque habrá algunos futbolistas con más opciones. Otra duda pasa por ver quién deja su lugar a Caneda. Sotillos puede ser el damnificado. Cabrera y Asier Gordo, chavales del filial van en una lista de diecisiete. Que salgan de inicio sería demasiada responsabilidad. O no.

Al fin y al cabo, darán igual los medios si el fin es lograr los tres puntos y continuar una semana más alimentando las esperanzas de la fase de ascenso porque la derrota sería trágica, abocaría a bajar los brazos antes de tiempo.