Estas son las personas adjudicatarias de 87 huertos urbanos de ocio en Logroño
El Ayuntamiento de Logroño ha adjudicado este martes mediante sorteo público, entre las 608 solicitudes admitidas, los 87 huertos urbanos de ocio de la tercera fase del Camino de Santiago, que se encuentran ubicados en la parte trasera del cementerio municipal.
Se ha generado una lista de espera ante posibles bajas o renuncias. La autorización del uso de estas parcelas se otorgará para tres años.
En el sorteo se ha asignado un número por orden alfabético a cada una de las 608 personas que optaban a estos huertos de ocio urbano que adjudica el Ayuntamiento de Logroño. El concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ha sido el encargado de obtener los números del sorteo, tras pedir a los asistentes si alguno quería proceder a hacerlo.
Después, ha sido relevado por un funcionario hasta finalizar el sorteo, en el que ha resultado el 282 como el primero por el que comenzará la lista de espera en caso de que haya bajas o renuncias.
Ese número corresponde a Santiago Jiménez Vidorreta. La lista de espera será correlativa también por orden alfabético.
La Unidad de Medio Ambiente del Consistorio enviará una carta certificada a todos los beneficiarios para informarles de que han resultado adjudicatarios en el sorteo de estos huertos urbanos de ocio. Se les notificará tanto la autorización como las condiciones para el uso de la parcela durante un periodo de tiempo de tres años, hasta diciembre de 2024, y también se les convocará a una próxima reunión para comunicarles las normas y funcionamiento de los huertos. Se les dará formación en materia de cultivo ecológico y uso adecuado de compostadoras, para quienes dispongan de ellas.
Los adjudicatarios deberán crear una Asociación de Usuarios y se gestionarán de forma autónoma a través del Consejo de la Huerta, órgano competente para dirimir las cuestiones internas que surjan de la organización y gestión de los huertos urbanos de ocio.
En estos huertos se promueve el cultivo de agricultura ecológica, respetuosa con el medio ambiente, y el cultivo de productos hortícolas y ornamentales habituales en las huertas domésticas de la zona. Los cultivos solo pueden ser para autoconsumo de los usuarios, nunca para la venta.
Cada parcela tiene 50 metros cuadrados. Están delimitadas por hitos y disponen de acometida individual de riego, que se nutre de agua proveniente de un pozo existente en la finca. Además, el terreno dispone de fuentes de agua potable y de una zona estancial.
El conjunto de las huertas está vallado perimetralmente para evitar intrusiones y daños por vandalismo. Cuentan con una caseta pequeña a disposición de la comunidad de usuarios, así como de pequeñas zonas estanciales de uso colectivo para la relación social de los usuarios.
Las personas usuarias de cada parcela tienen la obligación de conservar y mantener adecuadamente las instalaciones y cultivar al menos el 50 % del huerto concedido. No podrán modificar la composición bioquímica o estructural de la tierra por aportes externos, salvo por abonos orgánicos o materiales autorizados, y tampoco se permite el uso de productos fertilizantes ni fitosanitarios que puedan provocar la contaminación de la tierra y los acuíferos.
Además, está expresamente prohibido dedicar el cultivo de los huertos de ocio para fines comerciales o de explotación económica.
Esta iniciativa dota a la ciudad de un espacio más en el que se promueve la convivencia social en torno al cultivo individual de pequeñas parcelas, a la vez que se obtiene una pequeña producción de hortalizas y plantas ornamentales, utilizando técnicas respetuosas con el medio ambiente.
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