La historia y la reflexión sobre el Auto de Fe de 1610 en Logroño vuelven a la calle y entran por primera vez a las aulas

Recreación del Auto de Fe de Logroño

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La ciudad de Logroño se prepara para vivir los días 7, 8 y 9 de noviembre una nueva edición de las Fiestas en Memoria del Auto de Fe de 1610, Las Brujas de Zugarramurdi, una cita ya consolidada que combina historia, cultura y reflexión. Organizadas por la Asociación Histórico Cultural Guardias de Santiago junto a la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja, estas jornadas cuentan con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Local y aspiran a obtener el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional, por su consolidación, valor educativo y creciente impacto cultural y turístico.

La programación de este año incluye más de 30 actos entre representaciones históricas, conferencias, pasacalles, espectáculos familiares, teatro, música, magia y un mercado ambientado en el siglo XVII en la Plaza del Espolón.

El viernes 7 de noviembre abrirá el Mercado de la Brujería, que reunirá puestos de artesanía y gastronomía. La jornada incluirá la conferencia “La verdad de una mentira. La realidad del Auto de Fe de Logroño en 1610”, impartida por la escritora Rosa Mª Sandín Romano, y culminará con el pasacalle “Camino al Mercado” y la representación teatral “El porqué de las Brujas”. Por la noche, los grupos Garañango Teatro, la batucada Goraño de Bargota y Cántaro Folk llenarán de música y color las calles del casco antiguo.

El sábado 8 de noviembre será la jornada central. El pasacalle “Camino al Akelarre” llevará al público hasta el Parque del Ebro, donde se representará el “Akelarre” y el apresamiento de las brujas. Más tarde, la Procesión de la Cruz Verde recorrerá las calles del centro hasta la Concha del Espolón, donde se escenificará el Auto de Fe de 1610, con especial relevancia para el personaje de Alonso de Salazar y Frías, símbolo de la verdad y la justicia frente al fanatismo.

El domingo 9 de noviembre tendrá lugar el acto más simbólico y emotivo: el Homenaje en el Bosque de la Memoria, en el Parque del Ebro, donde once olmos recuerdan a las once víctimas condenadas en 1610. Este acto, que este año cumple el décimo quinto aniversario de su inauguración, busca unir memoria y reflexión, recordando que la historia siempre tiene algo que enseñar.

Divulgación y participación: la historia llega a las aulas

Como novedad, este año las fiestas se amplían con un programa divulgativo y educativo en colegios, un centro de día, una residencia de mayores y en la asociación Igual a Tí para acercar la historia a niños, niñas, mayores y personas con discapacidad intelectual de forma participativa y adaptada. Las visitas incluyen dramatizaciones, juegos sobre los bulos y la verdad, y talleres con plantas medicinales.

“Queremos que las nuevas generaciones comprendan que el respeto, la empatía y la búsqueda de la verdad son los valores que nos hacen avanzar como sociedad”, explica la Asociación Guardias de Santiago.

Más de una década después de su primera edición, las fiestas “Las Brujas de Zugarramurdi – Auto de Fe de 1610” se han consolidado como un referente de divulgación histórica y participación ciudadana en La Rioja. Su impacto cultural y social, junto a la creciente afluencia de público y visitantes, refuerza el objetivo de la organización de lograr su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional.

Más de 400 años después, una historia que sigue viva

El Auto de Fe celebrado en Logroño en 1610 está considerado el más importante de cuantos realizó la Inquisición española. A él asistieron cerca de 30.000 personas —una cifra monumental para una ciudad que entonces apenas contaba con 6.000 habitantes—. En aquel proceso, 53 personas fueron juzgadas y once de ellas (cinco hombres y seis mujeres) fueron condenadas a morir en la hoguera, acusadas de brujería, la mayoría procedentes de los valles navarros y de Zugarramurdi.

El relato del testigo Juan de Mongastón describió con detalle la solemne procesión de la Cruz Verde, encabezada por la Cofradía del Santo Oficio y seguida por religiosos, notarios y comisarios, hasta culminar con los inquisidores Alonso Becerra Holguín, Juan de Valle Alvarado y Alonso de Salazar y Frías. Fue este último, Salazar y Frías, quien se atrevió a investigar más allá de la superstición y el miedo, demostrando que muchas acusaciones eran falsas y marcando un antes y un después en la historia de la Inquisición.

Hoy, más de cuatro siglos después, Logroño recuerda aquellos hechos no desde el dolor, sino desde la divulgación, la reflexión y la cultura. “Representamos este Auto de Fe para que la historia no se olvide y afrontemos el presente conciliador y en paz”, señalan desde la organización.

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