La deuda portuguesa cae a la categoría de bono basura
La agencia de calificación Moody's ha rebajado cuatro escalones la nota de Portugal, que pasó a Ba2, un nivel de bono basura, ante el “creciente riesgo” de que el país incumpla su reducción del déficit y tenga que pedir más ayuda. En un comunicado, Moody's informa además de que mantiene bajo vigilancia con perspectivas negativas, que pueden suponer nuevos descensos, al Estado portugués, que mañana vuelve al mercado para emitir unos 1.000 millones de euros en deuda a corto plazo.
La agencia de calificación ya había rebajado la nota de Portugal a Baa1 el pasado 5 de abril, después de que Lisboa pidiera un rescate financiero a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), finalmente concedido, por valor de 78.000 millones de euros.
Este descenso de nota es el primero que sufre el nuevo Gobierno conservador luso que encabeza el primer ministro Pedro Passos Coelho, triunfador de las elecciones anticipadas del pasado 5 de junio, que se quejó de inmediato de la decisión. Una declaración del gabinete del ministro luso de Finanzas, Vítor Gaspar, ha señalado que Moody's no ha tenido en cuenta las decisiones extraordinarias adoptadas por el Gobierno portugués para cumplir las metas de reducción del déficit.
El ministerio asegura en un comunicado que la agencia tampoco ha considerado el “amplio consenso político que respalda la ejecución de las medidas” acordadas con los organismos internacionales. En la presentación de su programa de Gobierno el pasado jueves en el Parlamento, Passos Coelho anunció el martes que este año se aplicará un impuesto extraordinario del 50 por ciento de la paga de Navidad a todos los trabajadores por encima del salario mínimo nacional (de 485 euros).
El Ejecutivo luso también decidió adelantar las privatizaciones de empresas públicas, entre otras medidas para reducir el gasto público y cumplir las reformas pactadas con el FMI y la UE a cambio de la ayuda internacional. Sin embargo, la agencia de calificación considera que Portugal afronta muchas dificultades para dejar el déficit público en el 3 % exigido por el programa de su rescate financiero, desde el 9,1 % en que cerró 2010.
Lisboa afronta “retos formidables” para bajar el gasto, impulsar el crecimiento y respaldar el sistema bancario, señala Moody's, que advierte del riesgo de que la economía portuguesa no se estabilice en los próximos dos años y medio, como está previsto en el acuerdo con los organismos internacionales. Moody's destaca los problemas que puede tener el Gobierno para restringir el gasto en todos los sectores afectados, aumentar los ingresos fiscales, afrontar las consecuencias de la falta de crecimiento y respaldar además a la banca privada.
La agencia indica que la deuda lusa refleja “mucho menor riesgo de reestructuración” que la de Grecia, pero alerta de que Portugal puede no ser capaz de acceder al mercado financiero en condiciones sostenibles. Precisamente, Portugal regresará mañana a los mercados para buscar financiación a corto plazo, con una subasta de entre 750 y 1.000 millones de euros en bonos a tres meses que confía en colocar a un interés más bajo que en la última ocasión, cuando rozó el 5 por ciento. Ésta será la primera emisión del tercer trimestre del año, en el que Lisboa tiene previsto subastar entre 4.500 y 6.750 millones de euros.
La rebaja decidida por Moody's es la primera desde que el anterior Ejecutivo socialista, que gobernó los últimos seis años, vio hundirse la solvencia financiera del país tras el rechazo parlamentario, en marzo, de su cuarto bloque de medidas de austeridad, que forzó además la dimisión del gabinete. Tras las elecciones celebradas dos meses después, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) de Passos Coelho y su aliado democristiano, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), formaron un Ejecutivo con mayoría absoluta parlamentaria cuya principal prioridad es el cumplimiento del programa del rescate.
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