El Cubo: un barrio con alma solidaria y un fuerte tejido social al oeste de Logroño

Laura Lázaro es la concejala del Distrito Oeste de Logroño y describe El Cubo como uno de esos barrios que representa a la perfección el modelo de ciudad que quiere el Ayuntamiento de Logroño: “inclusiva, cohesionada, con servicios públicos de calidad y una comunidad vecinal activa”. Y es que insiste en que “este es un barrio con alma, con una gran identidad social, un barrio que cuida a sus familias desde la base”.

Más de 160 plazas para menores de entre 0 y 3 años

Y pensando en la conciliación de la vida familiar y laboral, en 2011 abrió sus puertas el Centro de Educación Infantil El Cubo con 163 plazas distribuidas en tres clases de cero a un año; tres de uno a dos años; y cinco de dos a tres años. Una escuela municipal con espacios amplios para los menores, cuotas asequibles y lo que para la directora, Verónica González Ezquerro, supone un plus, cocina propia en el centro. “Es algo que valoran mucho las familias, que la comida se elabore en el centro lo que garantiza que la fruta y verdura que consumen los peques sean productos frescos y además vamos de la mano de las familias y pediatras, sobre todo, con los de cero a un año que están empezando a comer”.

Asimismo, este centro de educación infantil cuenta con profesorado formado y titulado para atender a los menores. El horario de esta escuela se asemeja al de los coles para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. “Las entradas son hasta las 9:00 de la mañana y con todos los peques en el centro comenzamos con las rutinas específicas para cada clase y cada edad”. El centro cierra a las 17:00 horas. “El contacto con las familias es constante porque tenemos una agenda donde vamos anotando cómo ha ido el día y además hemos creado unos grupos de difusión de WhatsApp al que mandamos toda la información de las actividades diarias”. Y a punto de comenzar las vacaciones estivales, esta escuela infantil sigue siendo una opción de conciliación, ya que continúa abierto. “En julio y agosto funcionamos como ludoteca y también contamos con distintos horarios para facilitar las cosas a las familias”. Y también pensando en los más pequeños, el Ayuntamiento de Logroño va a sustituir los juegos infantiles del Parque de la Cometa por otros “más modernos y seguros garantizando así un entorno más accesible, cómodo y seguro para los niños y niñas del barrio”, adelanta la concejala.

Un barrio vivo con fuerte tejido social

Un barrio de toda la vida que tal y como describe Lázaro “sigue vivo, cuenta con un fuerte tejido social y con una ciudadanía que participa, propone y construye en positivo”. Vivo, con un fuerte tejido social y con una ciudadanía que participa, conceptos que perfectamente describen la razón de ser del comercio de Fundación Cáritas Chavicar en la calle Gonzalo de Berceo, 17. Y es que, todo el personal que trabaja en el centro, “son personas de inserción, personas que han estado en una situación vulnerable, de desempleo prolongado o que de alguna forma se habían desconectado de la sociedad y a través de los programas de inserción vuelven al mercado laboral”.

Un comercio en el corazón del barrio de El Cubo en el que se da una segunda oportunidad a la ropa, los complementos e incluso mobiliario impidiendo que acaben en la basura. Ana Herce es la responsable de las tiendas que Fundación Cáritas Chavicar tiene en La Rioja y explica que “todo el material que llega donado pasa por dos selecciones porque todo lo expuesto en tienda está en perfecto estado”. Además, toda la ropa pasa por un proceso de higienización y posteriormente se embalan en cajas que se distribuyen por las tiendas. Lo que se desecha y no supera las dos selecciones, “se lleva a una planta de reciclaje para darle también una nueva vida”. En este comercio, insiste Herce, la clientela puede encontrar “casi de todo: ropa, bazar, colchones incluso nuevos, libros... todo tipo de artículos de segunda mano”. Una segunda mano que cada vez gana más adeptos. “Va cambiando la mentalidad, sobre todo entre la gente joven que apuesta por la economía circular y que entiende la segunda mano además como una herramienta para proteger el medio ambiente”.

Y es que El Cubo es uno de los barrios con más arraigo comercial de la ciudad. De hecho, relata Lázaro, “esta zona comercial ha experimentado mejoras en su infraestructura y en la organización de eventos, con el fin de dinamizar la actividad económica y promover el comercio local”. Un ejemplo, CUCO (Cultura de Comercio) que ha llevado a cabo varias ediciones en la zona de El Cubo, “con el propósito de fusionar cultura y comercio para dinamizar el área. Y así, este barrio de Logroño acogió actividades como teatro, música en la calle, ofertas comerciales y actividades infantiles. Además, los establecimientos hosteleros ofrecieron pinchos especiales durante el evento”.

El Cubo, el barrio de Cruz Roja en La Rioja desde hace casi 40 años

Y también de este barrio forma parte Cruz Roja en La Rioja. María Eugenia González es la actual presidenta, pero la entidad lleva enclavada en esta zona de Logroño desde 1986. Una sede que dice, “pronto se quedó pequeña por todo lo que aquí se atiende”. Y así lo corroboran las cifras: más de 200.000 intervenciones anuales, más de 30.000 personas atendidas entre las que González destaca jóvenes con problemas de soledad no deseada. “Pensábamos que este era un problema casi exclusivo de las personas mayores, pero nos estamos encontrando con gente muy jovencita, personas de incluso 16 años”.

El paraguas de Cruz Roja en La Rioja da cobijo a colectivos muy diversos: personas mayores y sus cuidadores; en situación de extrema vulnerabilidad; infancia; juventud; migrantes; solicitantes de asilo; mujeres con dificultades sociales; personas en desempleo... “A lo largo de 2024 Cruz Roja en La Rioja consiguió encontrar trabajo a 1.910 personas de colectivos vulnerables”. Unas cifras de atenciones y personas atendidas a las que hay que añadir los cinco mil voluntarios que echan una mano en la entidad social en La Rioja.

A lo largo del pasado año, Cruz Roja en La Rioja se planteó tres retos: adaptarse a una sociedad globalizada y en constante cambio; ser la entidad de referencia para otras organizaciones sociales y administraciones públicas: y mantenerse como una institución sostenible y vanguardista en el ámbito de la ayuda humanitaria. Tres objetivos para lograr un mundo más inclusivo, seguro, saludable y sostenible.

Cruz Roja en La Rioja se siente parte del barrio de El Cubo y como tal, contribuye además con su desarrollo. “Somos parte de esta zona de Logroño y colaboramos en todo lo posible porque son en los comercios de la zona en los que realizamos nuestras compras, también llevamos nuestros vehículos a los talleres del barrio”.

La pasarela de Gonzalo de Berceo: una demanda vecinal que pronto será una realidad

Un barrio vivo por el que sigue apostando el Consistorio logroñés en forma de las obras que se están llevando a cabo en la pasarela peatonal y ciclista de Gonzalo de Berceo. “Una infraestructura clave para conectar los barrios de Valdegastea y El Cubo y que cada día utilizan más de mil personas”, apunta Lázaro. La pasarela se inauguró en 2001 y cuyas obras de mejora son una vieja reivindicación vecinal. Las obras de mejora cuentan con un presupuesto cercano a los 470.000 euros con los que “se renovarán los peldaños, descansillos, barandillas y anclajes, así como la adecuación de la estructura a la normativa vigente de accesibilidad”, recuerda Lázaro. Y además se ampliará la anchura de las rampas y el vano principal para mejorar la seguridad y comodidad de usuarios.

Asimismo, a lo largo de esta legislatura se va a mejorar la red de caminos ciclables y peatonales. “Se ha invertido medio millón de euros en la mejora de la red de caminos ciclables y peatonales que conecta El Cubo con los barrios de Valdegastea y El Cortijo para fomentar la movilidad sostenible y facilitar el acceso a espacios naturales como el meandro del río Ebro”. Y los denominados 'senderos del deseo' o la adecuación de senderos informales creados por el propio vecindario que han sido reconocidos por su uso habitual y han sido objetos de actuaciones para mejorar su accesibilidad y seguridad, respondiendo así a las demandas vecinales, concluye la concejala.