Los trabajadores de Unipapel reclaman la “intervención inmediata” de la Fiscalía

Los trabajadores de la planta de Logroño de Unipapel SL han denunciado la situación de “limbo” en la que se encuentran en su relación con la empresa, ante lo que han reclamado la “intervención inmediata” de la Fiscalía para solucionar el problema de la fábrica, cerrada y a la espera de una resolución de venta o liquidación definitiva por la administración concursal.

Como ha explicado la delegada del sindicato UGT en Unipapel y representante por La Rioja en la negociación del ERE de la empresa Ruth Lázaro, “existen indicios más que suficientes para actuar contra Springwater Capital y su administrador único, Martin Grushka”.

Al declararse la insolvencia de Unipapel SL, los trabajadores tratan de demostrar que existe “un grupo de empresas” -conformado por Delion, Unipapel y Springwater- y el reconocimiento de responsabilidad subsidiaria de todas ellas, de Adveo -dado que presta dinero para vender su propia empresa- y de Martin Grushka en la situación en la que ha derivado el conflicto.

Denuncian, igualmente, “la situación de total indefensión al encontrarse en un 'limbo' laboral y jurídico” y desconocer “los pasos del administrador concursal una vez finalizado el periodo de consultas”, que concluyó hace ya un mes, sin que hayan tenido ninguna comunicación al respecto.

La primera fecha “clave” en el conflicto que ha citado Lázaro ha sido marzo de 2014, cuando Adveo (Unipapel S.A.) fue comprada por Springwater Capital y la convierte en Unipapel S.L. (3 centros, en Tres Cantos, Aduna y Logroño). Ese paso de sociedad anónima a sociedad limitada “significa que de tener capital ilimitado, se pasa a un capital de 3.000, con lo que la empresa nace quebrada”.

En est proceso, Adveo sigue siendo propietaria de terrenos, pabellones y maquinaria, pero vende la unidad productiva prestando su propio capital a la compradora para efectuar la operación, comprometiéndose también a determinadas compras de material.

En abril 2014, Unipapel S.L. deja de pagar la Seguridad Social y la cuota obrera; a finales de 2014, ha recordado, comienzan los atrasos en los pagos de las nóminas; y, en marzo de 2016, “se dejan de pagar las nóminas, una situación que se mantiene hasta la actualidad”, tal y como avanzó la semana pasada Rioja2.

En julio del año pasado, comenzó el ERTE, en principio de 12 meses, “con la previsión de volver a trabajar en julio de 2017”, pero, en el mes de noviembre, una sentencia anuló este expediente temporal, “por considerarlo fraude de ley”.

Este fallo de la Audiencia Nacional sentencia que los trabajadores siguen perteneciendo a Unipapel SL, “pero es algo que no puede ser, no podemos volver a la empresa porque está cerrada”. En la actualidad, esta sentencia continúa recurrida y a la espera de juicio.

Los últimos pasos del conflicto son en diciembre de 2016, cuando la firma entra en concurso de acreedores; el pasado mes de marzo, cuando arrancó el periodo de consulta para la extinción de contratos; y el día 7 de abril de 2017, “cuando finaliza el periodo de consultas, y se está a la espera de información por parte del administrador concursal”

El total de las deudas ascienda, en diciembre de 2016, a algo más de 5 millones de euros a la Seguridad Social en concepto de pagos y cuota obrera; y en salarios, se debe la paga extra de marzo de 2016 y las nóminas desde abril de 2016 hasta la fecha.

A ello se suma que se debe a Hacienda al menos 300.000 euros (reconocidos en informe del administrador concursal) “en concepto de IRPF retenido en nóminas a los trabajadores pero no pagado a Hacienda desde el 1 de enero hasta el 31 de marzo de 2016”.

“En total, junto a otros conceptos, la deuda contraída puede alcanzar los 25 millones de euros sólo en Unipapel SL”, ha reseñado Lázaro, quien ha achacado a esta elevada cantidad la imposibilidad de encontrar un comprador para la empresa “porque, aunque parece que hay contactos, nadie puede querer hacerse cargo de una cifra tan alta para pagar”.

“Estamos cobrando el desempleo, pero la sentencia de la Audiencia dice que pertenecemos a la empresa. Pero la empresa está cerrada y no podemos volver. Estamos en un limbo del que no vemos cómo salir, esto está tomando unas dimensiones que nos sobrepasan. La gente que sabe más de estas cosas debería mover ficha y encontrar una solución”, ha concluido.