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El Ayuntamiento de Madrid quiere “poner en valor” el Palacio de Cristal, el espacio cultural más visitado de la ciudad

Imágenes del Palacio de Cristal ubicado dentro del parque del Retiro de Madrid.

Peio H. Riaño

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El Ayuntamiento de Madrid quiere “poner en valor” el Palacio de Cristal, que recibe dos millones de visitantes de media al año gracias a la programación cultural que el Museo Reina Sofía mantiene desde hace más de tres décadas. Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente y Movilidad, ha anunciado en el Pleno de este martes que va a solicitar al ministerio de Cultura que les “ceda el Palacio de Cristal”. “Queremos poner en valor esta joya arquitectónica y medioambiental para poder desarrollar actividades que supongan un verdadero atractivo turístico”, ha asegurado Carabante. 

El Palacio de Cristal es el espacio cultural gratuito más visitado de la ciudad y está gestionado desde 1991 por el Museo Reina Sofía. En el año anterior a que la normalidad se viera interrumpida por la pandemia del COVID-19, el Palacio de Cristal generó 1,9 millones de visitas. La extraordinaria cifra supera los 1,7 millones de personas que pasaron en 2019 por la sede principal del museo, donde se encuentra el icono del centro, el Guernica, de Pablo Picasso. El otro espacio gratuito en el parque del Retiro y gestionado por esta misma institución es el Palacio de Velázquez, por el que pasan una media de 700.000 visitantes al año. En 2019 el Museo del Prado tuvo un total de 3,2 millones de visitas, de las que 1,4 millones fueron con entrada gratuita.

Desde el Museo Reina Sofía no dan crédito al mensaje del responsable de Medio Ambiente y Movilidad en el Ejecutivo de José Luis Martínez Almeida. “El Palacio de Cristal del Retiro es propiedad del Estado y está unido a la historia del Museo Reina Sofía desde hace varias décadas a través de un programa de exposiciones consolidado que goza de enorme aceptación”, explican desde el museo a este periódico. De hecho, la dirección de la institución ha logrado establecer a lo largo de estos años un vínculo único entre la población y el arte contemporáneo. 

De hecho, hace dos años, en el regreso del confinamiento, se montó una de las exposiciones temporales de mayor éxito y difusión. El montaje dedicado a la obra de Petrit Halilaj (Kostërrc, Kosovo, 1986), convirtió el espacio en un gran jardín de dimensiones exageradas, que inundó durante varias semanas las cuentas de Instagram de todos los que la visitaban. Enormes plantas artificiales ocuparon el antiguo invernadero colonial. Amapolas, claveles, lirios, flores de cerezo... que reclamaban la visibilidad y la aceptación. 

El artista plástico español más reconocido internacionalmente también ha tenido exposición en este espacio, en 2018. Jaume Plensa (Barcelona, 1955) montó un grupo escultórico conformado por mallas de acero que crearon unas esculturas de rostros inacabados, de figuras suspendidas en el aire y por la luz. Y en 2017 Doris Salcedo (Bogotá, 1958) inauguró una instalación sobre la violencia política y el sufrimiento de los excluidos por la sociedad. Presentó la violencia sin violencia, en el suelo, con nombres que aparecían y desaparecían con el fluir del agua. 

El edificio, creado en 1887 para la Exposición de Flora de las Islas Filipinas por el arquitecto Ricardo Velázquez, es tan visitado que ha provocado algunos problemas con las obras de arte que se exponen. En agosto de 2018 dos visitantes de la exposición de Nairy Baghramian (Isfahán, 1971) destruyeron dos piezas incluidas en el montaje de la artista iraní. El primer accidente ocurrió mientras “una turista” realizaba una fotografía y tropezó con una obra de las piezas de la artista. El informe elaborado un día después por el museo recoge la “rotura integral” de la obra. Diez días más tarde, un nuevo accidente acabó con otra escultura de cristal. “Una niña se sentó sobre la pieza, causando la rotura y muchos fragmentos”, cuenta aquel informe. El museo tuvo que abonar 13.700 euros a la artista para reconstruir los bienes deteriorados por el enorme flujo de visitantes al que se exponen las obras en el Palacio de Cristal que ahora el PP quiere dar a conocer. 

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