El Cine Paz vuelve a la acción
Casi un año después de echar el cierre por la crisis del coronavirus, el Cine Paz vuelve a funcionar en Madrid. A pocos días de la apertura oficial –que será este viernes, 17, a las 11.30 horas–, los viandantes caminan subiendo o bajando la calle Fuencarral, donde se encuentra, en pleno centro de Madrid. Algunos llevan prisa y otros se paran a mirar la fachada, cerrada, en una tarde de septiembre. “A ver si vuelven pronto”, dice Cristina. Su madre, Luisa, es público “fiel, de toda la vida”, cuenta.
Mientras la vida sucede fuera, dentro del Paz, en el vestíbulo, hay una escalera, cajas y cables. Los técnicos están dando los últimos retoques para ese esperado momento: ponen a punto las taquillas, las luces o los paneles en los que aparecerán las sesiones o los nombres de las películas. También está preparándose el bar. “Tenemos mucha ilusión, muchos nervios desde hace tiempo”, sonríe Carolina Góngora, dueña del cine junto a su hermano: “Estamos muy emocionados por volver a ver caras conocidas y a tantas nuevas”, afirma en una de las salas, ahora oscura, que pronto volverá a llenarse.
Para esta nueva andadura, la familia Góngora, dueña del Paz desde 1978, se ha unido al grupo mk2, fundado en París en los años 70 por Marin Karmitz y que hoy dirigen sus hijos. “Nos entendimos fácilmente, somos dos familias”, apunta Álvaro Postigo, director general del grupo. La compañía tiene 10 cines en España y 125 salas, a las que ahora unirán el Paz y sus cinco salas. En Madrid ya estaban presentes en el Palacio de Hielo.
“La familia Góngora quería mantener el inmueble como cine y nosotros teníamos muchísima ilusión por gestionar y tener uno en el centro de Madrid”, continúa Postigo, al tiempo que explica que los otros que posee el grupo están en centros comerciales: “En el ADN de mk2 están los cines urbanos”. “Nos sentimos muy identificados con ellos”, añade Carolina.
La parrilla de salida del viernes contará con 'Dune', 'Lazos', 'Calamity', 'Las consecuencias' o 'Adiós, idiotas', detalla Postigo. “Son siete títulos en total y para todos los públicos”, añade Góngora. El aforo será del 75% por sala: “Mantendremos la distancia de seguridad pertinente, con gel hidroalcohólico en todo el local, con mascarilla para el público y el personal… todas las medidas que hasta ahora se han seguido y que han demostrado que es una industria segura”, explica Carolina.
Una de las novedades de esta unión, precisamente, está en la programación: llegan al Paz las películas en versión original, una de las características del grupo francés, que mandará en el cine madrileño cada tarde desde las 19.30 horas, cuando las cintas que se proyecten lo harán sin doblaje: “Nosotros le damos mucha importancia a la versión original”, subraya Postigo. “Creemos que transmitir otras realidades del mundo es más directo si se respeta esta VO”.
Esta introducción de la versión original es “una diferencia” con la tradición actual del Paz, en el que primaban las películas independientes dobladas o la programación de óperas y ballets, que se seguirán manteniendo, aunque fuera de esa franja horaria. “El cambio le va a sentar muy bien al cine”, afirma Góngora.
Hasta ahora, el Paz se caracterizaba, entre otras cosas, por su público, “mayor y muy fiel”, al que, aseguran los dueños, han tenido en cuenta. “Con la versión doblada –que se pondrá todos los días desde la apertura, a las 11.30 horas, hasta las 19.30 horas– y la programación independiente se les sigue protegiendo y, al mismo tiempo, con las novedades se atrae a un público joven que hasta ahora no teníamos”.
“Creo que le vamos a aportar al Paz un enfoque diferente al que ha tenido la familia Góngora”, expresa Postigo, que añade que llevan “bastantes años –más de 40–intentando hacer algo más que cine: que los centros se conviertan de verdad en centros culturales en los barrios donde están”. Para ello, cuenta, además de la versión original, la unión va a traer “coloquios, y debates ideológicos o filosóficos, siempre con la excusa y el trasfondo del cine detrás”.
“Todo eso a nuestro público le encanta”, continúa Góngora. Casi desde que cerraron han tenido llamadas, mails o consultas en persona de cuándo volvería a ponerse en marcha: “Están ansiosos por volver al cine Paz, porque muchos de ellos no han vuelto al cine en general, solo esperan a su Paz”, dice la dueña.
Uno de los momentos “más duros” de este parón fue hace casi un año, cuando el 1 de octubre tuvieron que cerrar, después de haber abierto durante el verano: “Veíamos que el resto podía seguir a su manera y nosotros no”, lamenta Góngora, “las pérdidas eran muy altas para asumirlas solos y tuvimos que volver a parar”.
A pesar de todo, siempre han estado “optimistas” y han sabido que abrirían: “Hemos trabajado todos estos meses, desde Navidad, para que esta reapertura se haga realidad”, espeta Góngora. “Nosotros siempre hemos querido mantener el cine como un cine, pero veíamos que la taquilla no aumentaba de la forma que esperábamos para poder reabrir solos, con nuestras capacidades económicas. Ahora volvemos reforzados y con un respaldo de mk2 que estamos muy tranquilos”.
Ambas partes llegan al día 17 “con muchas ganas”, aunque saben que el arranque “es complicado”: “Sobre todo por la época que estamos viviendo, y más los cines, que nuestro negocio ha sufrido y está sufriendo muchísimo”, dice Postigo. La pandemia, precisamente, provocó una caída del 72% en la venta de entradas en el año 2020, según datos de la compañía ComScore. “Pero bueno, tenemos mucha ilusión y una gran esperanza. De hecho, nuestra idea futura en España son los cines urbanos”, insiste. “Volvemos con mucha ilusión, sobre todo por cumplir la promesa que hicimos el 1 de octubre, que era reabrir y porque el público vea que lo prometido lo cumplimos”, termina Carolina.
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