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La PAH trata de evitar que Bankia desahucie a una mujer embarazada: “¿Quieren que mi hija nazca en la calle?”

Imagen de la acción de la PAH.

David Noriega

Marufa está embaraza de ocho meses. Vive con su marido Sigan y con su hijo Aheyan en el barrio de Lavapiés, en Madrid, pero no sabe durante cuánto tiempo. Tampoco sabe dónde nacerá su hija. El propietario de la casa en la que vivían de alquiler dejó de pagar. Ahora, Bankia -entidad propietaria del inmueble- pretende desahuciarles.

Para presionar al banco e intentar buscar una solución que permita a la familia quedarse en la casa, varias asociaciones pro vivienda han representado frente a la sucursal de la plaza del barrio, de forma irónica y en clave de humor, una subasta, protagonizada por activistas disfrazados de buitres (por los fondos), de representantes de la entidad y de turistas y de un presentador que, porra en mano, iba dándoles paso. Una porra que representa las cuestiones que querían plantear en relación a este caso: “¿Menores a la porra?”, “¿familias a la porra?”, “¿vecin@s a la porra?”.

De forma paralela, han lanzado una encuesta en redes sociales con la etiqueta #laporradebankia: “¿Qué harías tú con el piso de Sigan y su familia? ¿Dónde dejarías que naciese su hija?”. La misma pregunta que Sigan hace a Bankia: “¿Quieren que mi hija nazca en la calle?”. Ante el revuelo frente a la sucursal, una vecina que pasa con el carrito de la compra pregunta qué ocurre y se alegra: “Menos mal que alguien nos ayuda”.

Esta familia de origen bangladeshí lleva viviendo en su casa desde 2015. Se la alquilaron a un particular al que pagaban cerca de 500 euros al mes, pero que no registró el contrato de alquiler. Este dejó de pagar la hipoteca y el banco “los manda a la calle abriendo un expediente de denuncia”, explica Mercedes Revuelta, portavoz de la Plataforma. “No quieren alargar el plazo, ni negociar nada”, dice, para “venderlo a fondos buitre, dejar la vivienda vacía o alquilarla a precios desorbitados”.

Unos precios que se han disparado en el centro de Madrid a causa de la burbuja del alquiler y de la turistificación. Según un informe de Fotocasa, el precio del alquiler en la Comunidad de Madrid alcanzó en abril su máximo histórico: 12,36 euros el metro cuadrado. Pisos.com sitúa el precio medio de la renta en 1.395 euros al mes.

Elahi, de la asociación Valiente Bangla, lamenta que en Lavapiés es “una vergüenza” la subida del precio del alquiler. Más aún, habiendo “muchas casas cerradas o de bancos”. Por eso, hace un llamamiento a las autoridades. En concreto, a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena: “Hay que mirar, esto no puede ser”. Y advierte que “no vamos a echar a ningún vecino del barrio”. “Necesitamos garantías habitacionales en la ley, en la Constitución”, reclama Revuelta. “Nueve años después, nadie ha sido capaz de parar los desahucios de primera vivienda”, dice, pese al dictamen emitido en junio de 2017 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, que pide a España que no desahucie a familias vulnerables sin alternativa habitacional.

Según los datos de la Sección de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, publicados en junio, solo en el primer trimestre de este año se realizaron 1399 lanzamientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos, un 3,9% más que durante el mismo periodo de 2017.

“Gano 1.100 euros, ¿cómo voy a alquilar otro piso en el barrio? No hay nada, el turismo va subiendo y los precios están altísimos”, lamenta Sigan, que no cuenta con alternativa habitacional. “Es nuestra casa. Lo tenemos todo aquí, mi hijo va al colegio aquí. Queremos quedarnos aquí y pagar el alquiler en esta casa”, reclama Marufa. Ya han frenado en los juzgados dos lanzamientos, pero desde la PAH temen que la próxima notificación llegue de un día para otro. Antes, incluso, de que nazca el nuevo miembro de la familia. “Esto es mucho más grave cuando hablamos de un banco público, al que hemos rescatado y que no ha dado ni una vivienda social, cuando tendría que ser él quien proporcione al Estado el parque de vivienda pública”, denuncia Revuelta.

Durante la performance, las asociaciones han lamentado “la gentrificación de nuestros barrios” y la actividad de las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (SOCIMIS), a las que culpan también de quedarse con gran parte de la vivienda vacía que compran a los bancos para alquilarla a precios superiores. No en vano, las 19 sociedades que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) cuentan con unas 24.000 viviendas en España. El 47,97% están en Madrid. Jalal, otro vecino de Lavapiés se acerca a contar que está en una situación similar a la de la familia de Marufa. “Llevo 16 años en el barrio y Bankia me quiere echar”. Tiene que parar para poder seguir hablando. “No quiero vivir sin pagar. Yo trabajo y pago”.

Con el ejemplo de Marufa, al que se suma el de Jalal, la PAH advierte: “Estábamos acostumbrados a ver desahucios por impagos, pero ya se desahucia hasta a quien paga”. El próximo sábado, 6 de octubre, varias plataformas, como la PAH, la Coordinadora de Vivienda de Madrid, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), Valiente Bangla, Bloques en Lucha, Ecologistas en Acción, Sindicato de Inquilinas y la Asamblea de Vivienda de Carabanchel, entre otras, pondrán el colofón final a la ‘Semana por la Vivienda’ con un Mani-Festival por el Derecho a la Vivienda.

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