La nueva plaza de Olavide, en fotos: tumbonas, más árboles, permeabilidad y asientos en el corazón de Chamberí
Todo el mundo quería estirarse este miércoles en las tumbonas de madera de la nueva Olavide. El propio alcalde, presente en esta plaza del corazón de Chamberí, no pudo resistirse a colocarse sobre ellas. Estos asientos son los elementos que más han llamado la atención dentro de una reforma con muchas novedades, que va a cambiar muchas de las formas de usar la plaza y los recorridos que hasta ahora se cubrían a través de ella.
La reforma ha ocupado la propia plaza y las ocho calles que allí confluyen. En total 26.000 metros cuadrados que ya empezaron a peatonalizarse durante la época de Manuela Carmena como alcaldesa -con críticas entonces del propio Almeida- y que su sucesor remata ahora dando el máximo protagonismo al viandante, con la prohibición total de accesos salvo para garajes y vehículos de emergencias (mira aquí una galería de fotos de la nueva Olavide).
La plaza se reorganiza ahora manteniendo el eje Este-Oeste como paso principal, pero permeando todos los recorridos, eliminando las barreras creadas con anterioridad. Ahora es posible acceder desde cualquier calle y cruzar casi en línea recta el octógono que forma la plaza. Los parques infantiles situados al norte y al sur, por ejemplo, ahora también son accesibles desde el exterior de la plaza y no solo desde el interior.
Toda la reforma esta jalonada de muchos detalles verdes. Se han plantado 21.000 arbustos y 160 árboles nuevos, contando los colocados en las calles aledañas. Grandes parterres adornan ahora estas vías, con un resultado más verde y algunas soluciones interesantes como los enormes alcorques llenos de plantas con los que ha experimentado el área de Obras. Algunos vecinos se quejaban el primer día de que se había dejado mucha sombra en la zona de terrazas de hostelería y muy poca en la parte central, de uso vecinal. Fuentes del área de Obras piden tiempo a que los árboles recién plantados cojan más porte para que protejan del sol también en este lugar.
El consistorio asegura que el anillo interior de la plaza permite una mayor permeabilidad peatonal y la conformación de un conjunto paisajístico más integrado. En el anillo exterior se han eliminado los tramos de calzada de alguna de las calles limítrofes que conectan con la plaza, lo que ha permitido convertirlas en vías de plataforma única, restringiendo la circulación rodada a usos autorizados como el acceso a garajes o vehículos de emergencia.
Solo hay una excepción para esto: el caso concreto de la calle Trafalgar, que parece peatonal pero donde el consistorio permite la circulación para volver hasta Eloy Gonzalo. La disposición de los parterres hace pensar que pocos vehículos utilizarán esta opción.
También hay nuevos pavimentos, con materiales que la hacen más permeable en aras de una gestión más racional de las escorrentías. Además, los vecinos de las calles Gonzalo de Córdoba y Santa Feliciana disfrutan ya de pequeños parterres ajardinados que agrupan arbolado de alineación.
Para los usos estanciales, la plaza dispone de un renovado mobiliario urbano que incluye bancos, mesas, cinco fuentes de agua potable e, incluso, una nueva zona recreativa con mesas de ping pong. Asimismo, como en todas las remodelaciones del espacio público que lleva a cabo el Área de Obras y Equipamientos, se ha aprovechado la oportunidad de la intervención para renovar el alumbrado existente por otro tipo led de alta eficiencia energética.
Con las obras también se ha aprovechado para reformar la cercana calle de Hartzenbusch, mediante una intervención que ha restado espacios de aparcamiento y ganado mucha acera, creando un recorrido accesible desde la calle Fuencarral hasta Olavide, que merece la pena redescubrir.
1