Los comerciantes del Mercado de Barceló se sienten engañados
Como publican hoy Somos Malasaña, el Mercado de Barceló se enfrenta a su enésimo problema antes de trasladarse a su nueva sede.
Los comerciantes del Mercado de Barceló denuncian que el Ayuntamiento ha recurrido al engaño para tratar de cobrarles un IBI que, según ellos, no les corresponde pagar. Aseguran, además, que el Consistorio amenaza su supervivencia al haber procedido al embargo de 40.000 euros de una cuenta de su propiedad como compensación parcial de su supuesta deuda, la cual ascendería a 160.000 euros.
Los comerciantes dicen sentirse víctimas de una especie de persecución recaudatoria por parte del Ayuntamiento que se remontaría, según indican, al año 2012, fecha en la que se les pasó el recibo del IBI del mercado antiguo, derribado en 2010, cuando ellos no estaban haciendo uso de ese espacio, sino que habían sido reubicados en unas instalaciones provisionales colocadas a tal efecto sobre el terreno de los Jardines del Arquitecto Ribera, lugar donde aún hoy se encuentran. Tras la anulación del mencionado recibo, ante la oposición de hacerlo efectivo de los comerciantes, el Ayuntamiento procedió a dar de alta la parcela sobre la que iría el futuro mercado con la intención de cobrarles por ella. Una vez más, se negaron a pagar alegando que no estaban disfrutando de una obra que aún no estaba ejecutada. Llegado a ese punto, el Consistorio procedió a dar de alta en el catastro el mercado temporal que sí estaban utilizando los comerciantes y es en ese momento, según los denunciantes, cuando incurre “conscientemente” en engaño.
“El Ayuntamiento dijo ser propietario del mercado provisional para poder darlo de alta en el catastro, pero dicho mercado no existe en el inventario de bienes del Ayuntamiento de Madrid, luego no es algo suyo. Por ese motivo, no puede existir concesión administrativa del mismo a la asociación de comerciantes y no pueden querer hacernos pagar un IBI que, además, se nos pasó con carácter retroactivo. Cuando acordamos el traslado de los comerciantes de Barceló a la estructura provisional se nos dijo que éste se haría sin cargas de ningún tipo para los comercios, algo que están tratando de incumplir por todos los medios”, indican desde la junta directiva del Mercado Barceló.
La alcadesa, “insensible”
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La cantidad embargada por el Ayuntamiento es dinero que se destina al pago de los servicios básicos de mantenimiento y suministros del mercado. Los recibos de IBI reclamados están recurridos judicialmente, pero mientras la Justicia resuelve, la maquinaria administrativa continúa su marcha implacable y los comerciantes temen la llegada de un nuevo embargo, que paralizaría su actividad por falta de recursos.
Los comerciantes no dudan en acusar a la alcaldesa Ana Botella de mostrarse insensible ante su problema, ya que ni tan sólo se habría dignado a contestar a dos cartas que le han sido enviadas y en las que la asociación le expone su delicada situación.
A falta de algo más de un mes para que los comerciantes de Barceló se trasladen por fin al edificio de su nuevo mercado, las relaciones entre ellos y el Ayuntamiento, inquilinos y propietario, respectivamente, no pueden ser peores.
El dolor de cabeza de la ‘niña mimada’ de la legislatura
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Al Ayuntamiento le crecen los enanos en lo que es el proyecto estrella de la actual legislatura, el entorno de Barceló, la zona en la que más dinero público ha invertido y que, sin duda, tratará de exhibir como bandera de cara a las próximas elecciones municipales. Si aún no ha sido del todo apagado el conato de conflicto surgido con la Plataforma Vecinos Haciendo Jardines, el pulso con los comerciantes no tiene fácil solución, máxime cuando parece ser que ni dentro del Ayuntamiento se ponen de acuerdo: mientras que en la concejalía de Urbanismo estarían más próximos a la tesis que defienden los comerciantes sobre que no se puede cobrar IBI por unas instalaciones provisionales ubicadas sobre un jardín, es Hacienda la que se muestra inflexible y pretende hacerles pasar sí o sí por caja. Los comerciantes, por su parte, amenazan con contratacar y estudian reclamar en los tribunales los más de 22 meses que lleva de retraso la construcción del nuevo mercado, con el consiguiente perjuicio económico que esa demora les supone.
Por si el tema económico fuera poco, otro conflicto comerciantes-Ayuntamiento asoma, aún tímido, por debajo de la puerta; pero lo cierto es que no le queda ni un mes para explotar y es que no son pocas las quejas por determinadas características de ciertos elementos del edificio del nuevo Mercado Barceló. Entre las más llamativas, la del alto coste de las lajas que conforman su fachada, su fragilidad y el consiguiente peligro para la integridad de trabajadores y usuarios en caso de rotura; o el hecho de que no se haya instalado iluminación de bajo consumo y el edificio no tenga luz natural.
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