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Polémica por las ‘milagrosas’ inyecciones para el pene de una clínica de Chueca

Fachada de la clínica en la calle Infantas | DOCTOR LIFE

Somos Chueca

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Los tratamientos con inyecciones con los que la clínica Doctor Life promete mejorar las erecciones y aumentar el tamaño del pene de sus pacientes han sido denunciados ante la Agencia Española del Medicamento (AEMPS).

Según la Red de Terapia Celular Española (TerCel) del Instituto de Salud Carlos III, el centro estaría valiéndose fraudulentamente del término células madre para promocionar unos servicios que nada tiene que ver con este método científico, respaldado «con análisis preclínicos y ensayos clínicos (EC)», explica TerCel en el escrito presentado a la AEMPS.

Con el nombre comercial de Pryapus Shot, su objetivo principal es «combatir la disfunción eréctil aunque, de manera indirecta, también aumenta el tamaño del pene», explica José Vicente Velázquez, asesor científico de la clínica Doctor Life.

En concreto, los tratamientos que realiza esta clínica de Chueca, situada en la calle Infantas 32, solo emplean el plasma rico en plaquetas (PRP) que se obtiene de la sangre previamente extraída al propio paciente para luego inyectársela de manera estratégica en el pene, no células madre.

Una práctica que, para Velázquez, no presenta ningún tipo de riesgo para quienes decidan apostar por estas inyecciones porque existen «muchísimos estudios que revelan que el PRP es seguro».

Una perspectiva con la que discrepa TerCel, que argumenta que «la literatura médica que hay al respecto no considera probado que este tratamiento funcione».

Por su parte, el urólogo del Hospital Puerta de Hierro, Juan Ignacio Martínez, señala que «ese falso mito de que inyectar una cosa propia no va a hacer daño no es cierto» y que «no hay ningún estudio que valide su eficacia y su seguridad».

Asimismo, este urólogo destaca que «una cosa es un tratamiento estético y otra la disfunción eréctil, que es una patología médica» y que el paciente debería estar informado de que se trata de un tratamiento «aún en fase experimental» y, como tal, no debería pagar por ello.

Los cerca de 3.000 euros que costaría este polémico tratamiento masculino, muy popular en los Estados Unidos y con unos efectos de un año, «incluyen los costes de las analíticas y de todas las pruebas que se les hacen porque es un tratamiento médico», aclara Velázquez.

Ante la denuncia del TerCel inspectores de la Dirección General de Inspección de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid realizaban una primera visita este lunes a la clínica en la que no se habrían detectado irregularidades indiciarias de fraude.

Según ha explicado en nota de prensa la Clínica Doctor Life, «después de cuatro horas durante las que revisaron patentes, certificaciones, estudios medicamentos y tratamientos, levantaron 2 actas, correspondientes a los distintos departamentos de Sanidad sobre el Control Farmacéutico, sobre la Regulación de Permisos Clínicos por parte de la Comunidad de Madrid y sobre los historiales clínicos, tratamientos y medicamentos».

En ellas no se manifiesta que los tratamientos de la Clínica Doctor Life sean un fraude ni que los medicamentos que usa el centro «pongan en peligro la salud pública». Por ello, piden al diario El País que rectifique el artículo publicado el pasado domingo antes de que el caso termine en los tribunales.

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