Golpe, amenazas y una caja fuerte: dos detenidos por torturar al dueño de un local en el barrio Salamanca para robarle
Primero una visita inocente, luego un brusco empujón y finalmente un portazo. Esos fueron los primeros instantes que vivió el dueño de un local en el distrito de Salamanca el día en el que le torturaron para robar su caja fuerte. La Policía Municipal de Madrid ha detenido a dos personas por estos hechos. El pasado 25 de septiembre en torno a las siete de la tarde, varios agentes de la comisaría del barrio detectaron a un dúo con “actitud sospechosa” en una zona donde suelen registrarse incidentes relacionados con delitos contra la salud pública.
Los hombres, que caminaban de manera errática y con aspecto descuidado, fueron seguidos por los agentes, quienes observaron cómo uno de ellos arrojaba algo a una papelera. Posteriormente, ambos se subieron a un taxi, momento en el que la policía decidió interceptarlos.
Tras identificarlos y realizarles un cacheo, se le encontró documentación personal y tarjetas bancarias pertenecientes a un tercero, además de un papel con un número de cuatro dígitos escrito a bolígrafo, presuntamente un código PIN. Los individuos aseguraron haberse encontrado una cartera y haberse quedado con el contenido, tirando el resto a la basura. La explicación no resultó creíble, por lo que los agentes se dirigieron a localizar al titular de dicha documentación.
En un primer momento contactaron con el portero del domicilio que figuraba en la documentación, quien informó de que el propietario ya no residía allí, aunque sí era dueño de un local cercano. Al llegar al establecimiento, los agentes observaron signos de desorden y poco después apareció el dueño, quien relató que acababa de sufrir un grave episodio de violencia.
La excusa para acceder al local antes de atarle en el sótano
El hombre explicó que los dos individuos habían entrado al local con la excusa de hablar de una reforma. Una vez dentro, lo empujaron, cerraron la puerta y comenzaron a agredirlo y amenazarlo con una llave inglesa. Lo obligaron a bajar al sótano, lo ataron con bridas y un cinturón a una silla, y lo amenazaron de muerte si no colaboraba. Durante el encierro, recibió golpes y coacciones constantes para que revelara dónde guardaba dinero.
Los agresores localizaron una caja fuerte y le exigieron la clave, pero al abrirla estaba vacía. La violencia continuó hasta que la víctima, bajo presión, confesó dónde se encontraba su cartera con dinero y tarjetas, proporcionando también el PIN, que fue anotado por los atacantes.
Ese número coincidía con el encontrado en poder de los detenidos. El hombre aseguró que, poco antes de la llegada de los agentes, había logrado liberarse cortando las bridas. Además, señaló que el local dispone de cámaras de seguridad que podrían confirmar todo lo sucedido. A los detenidos se les acusa de robo con violencia, detención ilegal y amenazas de muerte.
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