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ENTREVISTA - SARA PLA

La farmacia que recoge los test de Ayuso: “En muchos casos la sanidad no es ni universal ni gratuita”

Farmacia Lavapiés, en la esquina de las calles Sombrerete y Lavapiés

Antonio Pérez / Somos Lavapiés

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Sara Pla es, desde febrero de 2013, farmacéutica adjunta de la Farmacia Lavapiés, cuya titular es María Esteban. Situada en una esquina de la plaza del mismo nombre, esta histórica botica, abierta en 1852, lleva años reivindicando la necesidad de una sanidad pública y universal y luchando por ella.

Pla confirma que la última campaña solidaria que han puesto en marcha está teniendo una repercusión mucho mayor que otras anteriores, lo cual le da esperanza sobre el resultado final de la misma. La noticia de la recogida que han emprendido en Farmacia Lavapiés de los test de antígenos que la Comunidad de Madrid está dando a cada titular de la tarjeta sanitaria de la región, para después entregárselos a personas marginadas por el sistema público de salud, ha excedido los límites del barrio de Embajadores, amplificada por distintas redes sociales y canales de comunicación.

¿Habéis empezado ya a recoger test de antígenos de la Comunidad de Madrid?

Hemos podido registrar alguna donación, pero está habiendo problemas con el suministro de los test de la Comunidad a todas las farmacias. De momento, estamos registrando los datos de todas las personas que quieren hacer su donación a través de un correo electrónico (yodonomitest@gmail.com) y en cuanto podamos hacerlas efectivas lo comunicaremos a cada usuario.

Estaba previsto que a partir del día 28 las pruebas de antígenos gratuitas de la Comunidad llegaran en cantidad suficiente para que cada usuario de la tarjeta sanitaria pudiera recoger la suya. ¿Cuál es la realidad en vuestra farmacia?

La realidad en nuestra farmacia, y en todas, es que no hay suficientes existencias. Cada día recibimos muy pocos test que se agotan en minutos. El lunes recibimos 41, el martes llegaron 21 unidades, ayer fueron 61. Así es muy difícil cubrir las necesidades y demanda de la población.

¿Una campaña como la que habéis lanzado sirve más de ayuda real o de denuncia sobre la existencia de personas excluidas por el sistema sanitario?

Sirve para ambas cosas. En primer lugar, leyendo los comentarios en redes sociales sobre la campaña que hemos lanzado nos damos cuenta de que algo que distintos colectivos venimos denunciando desde hace mucho tiempo como es la exclusión sanitaria es totalmente ajeno a muchas personas, por lo que el simple hecho de que alguien se informe y conozca esta realidad nos parece positivo.

Por desgracia, al menos en la Comunidad de Madrid, vemos que en muchos casos la sanidad no es universal ni gratuita, que no es una realidad, y creemos que muchas personas son ajenas a este hecho. Hay gente que cree que se atiende a todas las personas, aunque no tengan una situación administrativa regular y lo cierto es que hay demasiados casos de exclusión por múltiples razones. En Lavapiés llevamos muchos años reivindicando la necesidad de una sanidad pública y universal, que es en lo que nosotras creemos y por lo que trabajamos y luchamos a diario.

Por otra parte, además de la importancia de la concienciación social, podemos confirmar que las donaciones ayudan y mucho a personas en situación de exclusión sanitaria. En la campaña de recogida solidaria de mascarillas que hicimos el año pasado conseguimos casi 1500 mascarillas que donamos en su totalidad a personas sin tarjeta sanitaria o a asociaciones y grupos de apoyo vecinal que asisten a personas en riesgo de exclusión y con pocos recursos.

¿Crees que tampoco se tiene claro que el sistema sanitario se sostiene con cualquier tipo de impuesto que paga quien vive en el país? Es común escuchar críticas sobre que las personas en situación administrativa irregular no cotizan a la seguridad social y que, por lo tanto, no ayudan a mantener el servicio de salud y no deberían tener derecho a beneficiarse del mismo

Es cierto que las personas sin papeles no cotizan, pero no es porque no quieran sino porque no pueden. Lo que muchos ciudadanos no tienen en cuenta es que las personas sin documentación realizan muchas compras de alimentos, ropa, pagan el transporte público y un largo etcétera y en todas esas ventas o gastos en comercios están pagando un IVA que contribuye a financiar el gasto público.

En Lavapiés, ¿la mayoría de personas excluidas por el sistema sanitario tienen nombre senegalés y apellido bangladeshí, o viceversa? 

En Lavapiés la mayor parte de la población migrante procede, efectivamente, de Senegal, Bangladesh y también de Marruecos o Argelia. Muchos de ellos no tienen regularizada su situación administrativa en España y, por tanto, quedan excluidos de la atención sanitaria gratuita.

Esta campaña de donación de test de antígenos que habéis emprendido está teniendo gran repercusión mediática. Os han llovido los aplausos pero también las críticas. ¿Estáis notando su efecto positivo? ¿Sois una farmacia “roja” como os están llamando en las redes sociales?

 En anteriores campañas solidarias (Intérpretes para sanar, donación de mascarillas, cheque solidario...) y día a día nosotras comprobamos el cariño que nos tiene la gente y cómo valoran nuestro trabajo. Somos una farmacia solidaria que vela por la salud y el cuidado de todo el barrio, sin atender al color de la piel de las personas, su país de procedencia, su religión o su ideología política.

Las redes sociales tienen un punto muy bueno, pero también tienen su lado negativo con las críticas. Nosotras intentamos seguir haciendo nuestro trabajo lo mejor posible, entendiendo que nuestra forma de pensar no es la de todo el mundo y tratando de no hacer caso de lo negativo. Preferimos quedarnos con el apoyo y las palabras bonitas de la gente que tiene sensibilidad social y valora nuestra implicación.

Cuando uno se mete en algo así es de suponer que valora lo que se juega en cuanto a negocio...

María, la titular de la farmacia y por tanto responsable del negocio, siempre está a favor de que llevemos a cabo este tipo de iniciativas y las apoya al cien por cien, implicándose como el resto del equipo en todas las tareas extras que conllevan.

Por suerte, la parte de negocio sigue funcionando porque aparte de ser una farmacia solidaria, vendemos medicamentos y productos sanitarios y cosmética, etc, que permiten que podamos continuar con nuestra labor en el barrio.

Insistimos en ayudar a las personas menos favorecidas por el sistema social porque somos amigas, vecinas o familiares de personas que se han visto en esa situación y siempre intentamos ponernos en el lugar de los demás.

Las personas y su salud, también a nivel social, son el motor de nuestro trabajo y nuestra vocación asistencial va siempre por delante de lo económico.

Si hay alguien de fuera de Madrid que quisiera colaborar con la campaña y, obvio, no puede hacerlo donando el test de antígenos que reparta la Comunidad, ¿puede ayudar de alguna otra manera?

Desde principios del verano de 2020 creamos una cuenta solidaria de recaudación de fondos con la que ayudamos a subvencionar los gastos de farmacia de más de 40 unidades familiares, principalmente del barrio de Embajadores, pero también personas que viven en albergues de otros puntos de Madrid. Esa cuenta se financia con cheques solidarios que tienen un valor de 5 euros que van íntegramente a la cuenta. Ayudamos a personas que nos han derivado las distintas asociaciones y grupos de apoyo vecinales del barrio, o que nosotras hemos detectado que necesitaban nuestra asistencia. Con esa cuenta no solo ayudamos a personas excluidas del sistema sanitario, sino a familias que no pueden hacer frente a sus gastos en medicamentos. Los cheques pueden comprarse en la farmacia o a través de nuestra plataforma de venta online.

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