Más Madrid carga contra Almeida y “el desmontaje de recursos” que derivó en el desalojo de una niña con cáncer

“Desmontaje de los recursos de emergencia”. Así califican desde Más Madrid los nuevos criterios de acogida difundidos desde el Gobierno de José Luis Martíenz-Almeida para familias con grandes necesidades médicas llegadas de países extranjeros. Unos cambios que el pasado fin de semana derivaron en el desalojo de una niña de seis años enferma de cáncer, que apenas pudo quedarse tres días en el centro de emergencia social de titularidad municipal Las Caracolas, en Vallecas.

La portavoz del principal partido de la oposición en Cibeles, Rita Maestre, ha recordado además que el Ayuntamiento acabó en noviembre con el programa de acogimiento temporal Nexus. “En diciembre conseguimos impedir el desalojo de centenares de personas vulnerables que vivían en las viviendas de alojamientos solidarios”, ha añadido también la concejala.

“El Ayuntamiento ha restringido ahora a tres días el plazo para que las familias vulnerables encuentren un lugar seguro, incluidas las que tienen menores a cargo. El resultado es que este sábado una niña con tratamiento oncológico ha sido expulsada de Las Caracolas después de pasar ahí solo tres días con su madre”, denuncia la edil.

Maeste resume que “el Gobierno municipal ha dejado en la calle a una niña con cáncer” y recuerda las temperaturas extremdamente bajas del pasado fin de semana. “En este Madrid que supuestamente está de moda según el Partido Popular, hay prosperidad para una minoría y una total crueldad para las personas que más lo necesitan”, lamenta Maestre. Habla de un área delegada de “políticas antisociales” que “ahorra dinero a costa de las personas más vulnerables de Madrid, también sus niños y niñas”.

La portavoz municipal avanza que su grupo va a emprender “una batería de preguntas e iniciativas para impedir que Almeida siga desmontando una red que siempre ha sido frágil y ha necesitado más plazas o más presupuesto”. En Más Madrid recalcan que “una ciudad de 3 millones de habitantes donde el riesgo de pobreza es de un 20% tiene una carencia de extrema gravedad”.

El Ayuntamiento habla de una restricción “puntual” y reprocha a Maestre su “carroñerismo”

Desde el área de Políticas Sociales, Familias e Igualdad se defienden en unas nuevas declaraciones remitidas a este periódico: “Las situaciones de emergencia social a las que debe dar cobertura el Ayuntamiento de Madrid a través de los recursos de Samur Social son, como la propia naturaleza de la emergencia social implica, intervenciones sociales breves y temporales. Siempre como respuesta a una situación de crisis sobrevenida”.

Aseguran que la orden de limitar las estancias a tres días es “puntual”, una medida “totalmente extraordinaria como respuesta a que la red municipal de atención a la emergencia social supera el 100% de su capacidad”. Recalcan que “en ese periodo se ofrece a los usuarios tanto alojamiento como cobertura de sus necesidades básicas, al tiempo que se lleva a cabo con ellos una intervención social que pueda dar respuesta a sus demandas”.

“La temporalización del alojamiento de los recursos de emergencia social es fundamental para asegurar que se mantenga una rotación continua. En la actualidad la capacidad de nuestros recursos supera el 100%. Una situación en la que tiene una incidencia importante el colapso del Sistema de Protección Internacional del Gobierno de España, que elude sus competencias de manera irresponsable. Pese a que la atención a las personas solicitantes de asilo es una competencia exclusiva del Estado, el Ayuntamiento, en el marco de la emergencia social, ofrece una respuesta temporal a estas personas en centros municipales hasta que el Ministerio les facilita el acceso a sus plazas de Protección Internacional. El Gobierno no está derivando a sus recursos con una periodicidad razonable”, reprochan desde el Ayuntamiento.+

También Almeida ha vuelto a pronunciarse sobre la cuestión: “En Las Caracolas carecemos de la infraestructura médica necesaria para darle los cuidados y la atención que se merece. Hemos hecho gestiones para que pueda disponer de un recurso sanitario acorde a su situación”. El regidor ha tachado de “ejercicio de carroñerismo político” que “Rita Maestre se escude dentro de una niña de cinco años con cáncer para hacer oposición”.

El correo que modifica los criterios de acogida

La menor y su madre afectadas por el cambio de normativa se quedaron de jueves a sábado en el centro de emergencia social Las Caracolas. Este espacio del Ayuntamiento de Madrid, que asiste a solicitantes de asilo y personas en situación de emergencia social, se había convertido en el último refugio para una familia de origen peruano que busca atención sanitaria para la pequeña. El padre tuvo que atenerse a otra alternativa habitacional por las limitaciones previas en el servicio municipal.

A partir del sábado, madre e hija tuvieron que abandonar Las Caracolas ya que, según una fuente del Samur Social trasladó a Somos Madridm ahora el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida “solo ofrece cobertura de tres días”. Este periódico tuvo acceso a un correo que demuestra la comunicación de este criterio a la plantilla de empleados sociales. “Cuando se facilite alojamiento de emergencia en nuestros recursos a familias recién llegadas que vienen a Madrid con la intención de iniciar tratamiento sanitario para algún miembro de la familia, se les procurará alojamiento de emergencia por un máximo de tres días, debiendo buscar alternativa a su situación con redes de apoyo familiar/social que pudieran tener en la ciudad u otras partes del país si las hubiera”, reza el mensaje remitido al personal.

Desde el área de Servicios Sociales, Familia e Igualdad argumentaron a este diario que “la atención a las personas en situación de emergencia social es una prioridad para el Ayuntamiento de Madrid, que garantiza a las personas afectadas una respuesta inmediata y efectiva a través de sus servicios de intervención social, sus recursos de acogida y sus ayudas económicas”. Matizaban que es “la propia naturaleza de la emergencia social la que implica efectuar intervenciones sociales breves, transitorias y temporales y siempre como respuesta a una situación de crisis sobrevenida”. Por ello, sostienen, “la situación que presenta esta familia es incompatible con las posibilidades de atención de las que dispone un servicio de emergencia como Las Caracolas”.

El alcalde también salió al paso de la controversia: “La niña está en un recurso de emergencia del Ayuntamiento que no tiene la capacidad de atenderla como es debido. Estamos buscando el lugar adecuado para que pueda tener el tratamiento para poder afrontar la enfermedad”. El regidor considera “lamentable” que la oposición “utilice a una niña con cáncer para criticar al Gobierno municipal”.

Pese al cambio de criterio y las dificultades pregonadas por el Consistorio, y una vez publicada la noticia en este periódico, el Ayuntamiento consiguió reubicar a la familia a partir del sábado después de consumar el desalojo en Las Caracolas. Fue gracias a la alternativa habitacional ofrecida por una organización religiosa.