Centro propone cambiar a Plaza del Rastrillo la placa franquista de Juan Pujol
Ahora Madrid y PSOE quieren recuperar la denominación popular que, desde hace siglos, tiene para los vecinos de Malasaña la plaza de Juan Pujol, ese lugar en el que se cruzan San Andrés con Espíritu Santo y la calle Tesoro, que se formó tras el derribo de unas casas en la zona y que no tuvo nombre oficial hasta que el franquismo no se lo puso. Ambos grupos políticos votaron a favor este jueves de proponer la denominación de Plaza del Rastrillo para este espacio, que ha de cambiar de nombre para cumplir la Ley de Memoria Histórica.
La propuesta, aprobada en el pleno de la Junta de Distrito Centro, es todavía eso, una propuesta, que será llevada como tal al Comisionado de la Memoria Histórica, entidad que recibió el encargo del Ayuntamiento de renombrar todas las calles y plazas franquistas. Ahora Madrid y del PSOE esperan que el comisionado dirigido por Paca Sauquillo sea receptivo a esta propuesta, que busca recuperar el nombre por el que muchos vecinos conocen todavía a esta pequeña plaza.
“Juan Pujol tiene una larga lista de denominaciones populares que se han ido utilizando durante décadas, de entre las que destaca la del Rastrillo, por el mercadillo que tenía lugar allí desde el siglo XVII”, explicaba este jueves en la exposición de su propuesta Lucía Lois, vocal vecina de Ahora Madrid, quien destacaba que grandes conocedores de la historia de la ciudad como Juan Carlos González (de Carpetania, también presente en el pleno) defienden la adopción oficial de este nombre. Lois recordó que este cambio de nombre también es defendido por vecinos de la zona y por El balcón de Malasaña, el único comercio al que afectaría (a nivel postal) la modificación.
El PSOE votó este jueves a favor de la medida propuesta por Ahora Madrid. Su portavoz, Chema Dávila, indicó que les parecía positiva la propuesta y ajustada al procedimiento aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, Ciudadanos se posicionó en contra porque, pese a que su portavoz -Ignacio Perelló- afirmó “no gustarle el personaje de Juan Pujol”, consideraba que la propuesta incumplía el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento que dictaba que los nombres de calles se aprobaban en ese ágora. También votó en contra el PP, grupo político que a través de Íñigo Henríquez de Luna hizo una contrapropuesta: dejar el nombre de la plaza tal cual, pero cambiando el personaje actual al que homenajea -Juan Pujol Martínez- por el de Juan Pujol García, alias Garbo, agente doble cuya intervención fue decisiva para la victoria aliada en el Desembarco de Normandía.
Corpus Barga y Sánchez Dragó
Corpus Barga y Sánchez Dragó
Juan Pujol fue jefe de Prensa y Propaganda de los militares golpistas en 1936 y delator de, al menos, el padre de Fernando Sánchez Dragó, el periodista Fernando Sánchez Monreal. El escritor, conocedor del poder simbólico de los nombres cambió hace años él mismo la placa de la plaza por otra con el nombre de su padre.
Con la constitución del Comisionado de la Memoria Histórica, entidad formada por seis vocales además de la citada Sauquillo, esta entidad propuso que la plaza pasara a llamarse plaza de Corpus Barga (seudónimo de un periodista republicano). La propuesta -no vinculante- no gustó en el barrio, puesto que esta otra figura histórica no guardaba relación ninguna con la zona.
Con la futura reunión de la Junta de Distrito Centro aprobada este jueves, esta propuesta podría ser modificada a otra de mayor consenso -tanto a nivel político como vecinal- que además sirva para recuperar la memoria de un nombre -el de Plaza del Rastrillo- que se superpuso al de Plazuela de El Espíritu Santo (el que lucía en los planos) y que ha sobrevivido el paso de los años, gracias a los muchos habitantes de la zona que todavía usan esta denominación.
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