Natalia Álvarez Simó, directora de Conde Duque: “Cuando nos quitaron todo, la cultura se convirtió en un oasis”

El confinamiento por el coronavirus pilló al Centro Cultural Conde Duque preparando la primera programación de su recién estrenada directora, Natalia Álvarez Simó. El 12 de marzo el Ayuntamiento de Madrid decidió la clausura de este espacio y de otros lugares similares de la ciudad como Matadero para evitar la expansión de los contagios.

“Empezamos a pensar en cómo podíamos salvar a todo un sector, el escénico, que se quedaba sin trabajo por las suspensiones”, explica a Somos Malasaña durante la conversación mantenida en la serie de entrevistas de Barrio Futuro, que puede verse bajo estas líneas. A algunos se les propuso trasladar espectáculos al otoño, a otros reubicar sus actividades a través de emisiones digitales...

Llevar a lo digital un arte vivo era muy necesario en un momento en el que las personas que guardaban confinamiento lo necesitaban: “Lo que se ha visto es que una vez que te quitan todo, que no puedes salir a la calle, la cultura se ha convertido en una isla, en un oasis donde seguir disfrutando de otras cosas y dando preguntas sobre cómo está afectando esto y cómo va a afectar a nuestra sociedad cuando volvamos a la nueva normalidad”, explica Álvarez Simó.

Los cuatro meses de programación cancelados se llevaron por delante algunas de las propuestas que dejaron programadas los anteriores directores, Miguel Oyarzun e Isla Aguilar, pero también otras que había preparado el nuevo equipo, como un concierto para las fiestas del Dos de Mayo que prometen retomar el año que viene. Otras actividades sí que se pudieron celebrar, en formato digital y con bastante éxito, como las sesiones de Poesía o Barbarie, que se retransmitieron por Zoom compartiendo un directo real en un espacio virtual; también los talleres familiares online de La Casa del Vacío; o los conciertos en streaming de Dora Postigo y Nadia Rosel durante el Día de la Música.

Para Conde Duque fue muy importante rescatar a muchos grupos y autores en momentos muy difíciles para la cultura: “Las instituciones públicas estamos ahí para intentar apoyar al sector lo máximo que podamos entre todos. Nuestra misión no es la económica, sino la de dar un servicio público”, anuncia Álvarez Simó, que hace hincapié en “un gran apoyo al sector nacional, que ahora nos necesita más que nunca” de cara a la nueva programación a partir de septiembre. “Vamos a cuidarles todo lo que podamos”.

Vuelta en septiembre

El centro cultural de referencia en el corazón de Madrid retomará su actividad en septiembre. Esta semana sus trabajadores han empezado a volver a las oficinas después de tres meses sin poder pisarlas y retomarán las labores que han desarrollado desde casa durante el confinamiento. Antes llegarán -a finales de agosto- los Veranos de la Villa, que también acogerá este espacio.

En cuanto a la programación futura de Conde Duque, sabemos que habrá algo de lo planteado por la anterior dirección artística de marzo a junio que no se pudo celebrar y poco más sobre el resto de temáticas, que se presentarán a principios de septiembre. La idea de Natalia Álvarez es que el lugar continúe siendo un centro de creación contemporánea y que las reflexiones que han surgido como consecuencia de la cuarentena atraviesen “toda nuestra programación de 2020-2021”.

También se mantendrá la relación con el barrio de Malasaña y sus vecinos: “El Centro Cultural Conde Duque estará ahí para acompañar a los colectivos que llevan muchos años trabajando por el barrio y ayudar en las actividades que necesiten y en lo que organizan”, explica su directora. Dentro de esta colaboración está como primera muestra el desembarco de cientos de miles de pañales fruto de la solidaridad vecinal, que se repartieron esta semana desde la Sala Polivalente del centro. “Tenemos que ser uno más e ir todos a una”, dice convencida Álvarez Simó.

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