Dibujar la Ciudad Lineal de Arturo Soria para salvarla de la demolición

El pasado miércoles hacía uno de esos días con sol de invierno que se sienten como un regalo. A espaldas del Palacio de Villa Rosa, edificio histórico que hoy sirve de sede a la Junta Municipal de Hortaleza (Carretera de Canillas) encuentro un grupo de dibujantes. Otros, motean los alrededores, aquí y allá, concentrados en sus cuadernos de dibujo.

Me atiende Joaquín Dorao, es dibujante y una de las almas de Urban Sketchers Madrid. Él dibuja de pie, mientras que sus compañeras –ellas son mayoría– lo hacen sentadas en pequeñas sillitas plegables, con las acuarelas apoyadas en las rodillas. Junto a Joaquín, Ana María y Lydia miran a través de la verja y la vegetación para captar las formas rosáceas del edificio. Calle abajo, Cristina y Elisa observan el otro lado de la calle, han elegido dibujar la casa del pintor Francisco Núñez Losada, un precioso hotelito de estilo europeo con chimeneas de trencadís, “ese tipo de mosaico con fragmentos cerámicos que usa también Gaudí”, me explican.

Urban Sketchers es un movimiento internacional de dibujantes urbanos que hacen quedadas para plasmar rincones de la ciudad. “Lo importante es el proceso, hacer cosas juntos, compartir conocimientos y, por qué no, el café o la caña de después”, me explican.

Están ahora embarcados en un proyecto muy ambicioso junto con la asociación Legado Arturo Soria: dibujar por partes todos los elementos singulares del área de Arturo Soria y la Ciudad Lineal para visibilizar la necesidad de conservarlos. La de hoy es una repesca de la primera quedada oficial, que reunió el pasado 8 de enero a unas sesenta personas. La próxima: el sábado 22. Y cualquiera puede asistir.

Para llevar a cabo el proyecto, han dividido la Ciudad Lineal en 19 zonas y programado una cita cada dos sábados. Para el próximo verano esperan tener recreradas, a muchas manos, villas, tiendas, casitas humildes o la vegetación del barrio. Y al final del recorrido, harán al menos una publicación en papel, una exposición y quién sabe qué otras actividades, según expresan los impulsores del proyecto a este medio.

Un patrimonio que conservar y una ciudad que dibujar

“En la Ciudad Lineal, a cada familia una casa, en cada casa una huerta y un jardín”. Bajo este lema se edificó la idea –y la parte del proyecto que se pudo completar– de Arturo Soria a caballo entre los siglos XIX y XX. Años después, la Ciudad Lineal quedaría absorbida por el crecimiento de la ciudad, quedando hoy sus contornos dentro del distrito que evoca su nombre.

El nombre de Arturo Soria se hizo más presente en la esfera pública últimamente, a raíz del centenario de su muerte en 2020, aunque menos que lo que la entidad de su figura merecía y con las cortapisas del año del gran confinamiento. El Ayuntamiento de Madrid le nombró en 2021 Hijo Predilecto de la Villa de Madrid e instaló una placa conmemorativa en la fachada del edificio donde residió.

Lo que ha seguido imparable es la destrucción del escaso registro material de la Ciudad Lineal de Soria. Aunque el pasado mes de julio el Ayuntamiento afirmó en el Pleno de Cibeles su compromiso con su conservación, descartó una propuesta sobre el tapete de suspensión de licencias de edificación residencial. Palabras sin traducción en el Plan General de Ordenación Urbana a las que siguió, a los pocos días, una víctima de la piqueta en la calle Arzobispo Cos. En total, son cinco las villas que cayeron el último año.

También en 2020 nació la asociación Legado Arturo Soria, con el objetivo de divulgar y poner en valor la Ciudad Lineal y la figura de su principal valedor. En breve, inaugurarán una exposición sobre Arturo Soria más allá de su papel como urbanista en el Museo de Historia de Madrid y también están involucrados con el proyecto con Urban Sketchers Madrid.

Cristina Keller, tataranieta de Soria y presidenta de la asociación, trae en su conversación el proyecto de su antecesor al presente, emparentando su visión de la ciudad con otras perspectivas más actuales, como 'La ciudad de los quince minutos'. “El urbanismo humanista, esa es la vigencia del legado y también algo que está muy relacionado con este proyecto de reunirse en la calle a pintarla”, explica Keller.

El Proyecto Arturo Soria comenzó como un borboteo en la cabeza de Rafael Criado. Quería visibilizar y, en la medida de lo posible, salvaguardar el patrimonio superviviente de la Ciudad Lineal y se propuso unir en la misión a la comunidad de dibujantes con Legado Arturo Soria. El libro de David Sánchez Un paseo por la Ciudad Lineal le sirvió como mapa para comenzar el recorrido.

Rafael y el grupo hacen un trabajo previo a las quedadas. Visita las zonas, selecciona edificios singulares, habla con los propietarios actuales de los inmuebles…“Estamos consiguiendo permisos para entrar a lugares increíbles, por ejemplo la piscina Stella (cerrada desde hace años) o el palacete que conserva la editorial San Pablo; hablaremos con el arzobispado para entrar a dibujar iglesias como la de la Concepció. Sobre la marcha también surgen oportunidades increibles, el otro día estábamos dibujando y salieron los propietarios de una casa antigua a vernos, se emocionaron y nos invitaron a pasar. Es gente que se ha encontrado muy sola durante años frente a la presión inmobiliaria de la zona”.

A este respecto, Cristina Keller añade que su fundación pide, además de protección, ayuda para los propietarios de las viviendas, ya que si siguen en pie es porque han tenido voluntad de conservarlas, pero necesitan asistencia para seguir manteniendo esas casas y jardines.

El otro día, sin ir más lejos, dos tiendecitas que cerrarán próximamente fueron modelo para los dibujos de Escaparates de Madrid, un grupo paralelo a Urban Sketchers Madrid, con muchos miembros en común, que dibuja comercios centenarios e históricos. “Y tan importantes son las grandes villas como las casitas”, explica Criado, que tiene el firme convencimiento de que esta empresa artística puede ayudar a salvar parte del patrimonio de todos.