Vecinos de Montecarmelo protestan de nuevo contra Almeida y Carabante por el cantón de limpieza: “Torean a la Justicia”
La manifestación en defensa del pueblo palestino y contra el genocidio promovido por el Gobierno de Netanyahu no fue la única que tuvo lugar el pasado domingo en el recorrido de La Vuelta Ciclista por Madrid. El barrio de Montecarmelo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, volvió a escenificar su oposición a un polémico cantón de limpieza que el Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez-Almeida planea colocar en esta zona al norte de la capital. Aunque la protesta principal tuvo lugar durante la mañana, horas más tarde decenas de personas mostraron su rechazo a la instalación de residuos al paso de la cita deportiva.
Convocada por la Plataforma No al Cantón de Montecarmelo y la Asociación Vecinal de Montecarmelo, la concentración de la mañana (a la que según la organización han acudido unas 8.000 personas) se produce ya que según estas entidades tanto el alcalde como su concejal del área de Medio Ambiente, Borja Carabante, “torean a la Justicia”. Así lo exponen en un comunicado: “Han comenzado las obras con una sentencia en contra sin esperar a que se resuelva el recurso del Ayuntamiento y en paralelo firmaron un decretazo que daba luz verde a un calco del cantón industrial declarado ilegal por el juez”.
Se refieren con ello a la sentencia del pasaso abril, en la que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº9 de Madrid declaró nula la ubicación del cantón, cerca del Colegio Alemán (un centro al que acuden diariamente cientos de menores), por falta de evaluación ambiental. La resolución anulaba pleno derecho las resoluciones municipales, al considerar que carecían del preceptivo informe de evaluación ambiental, obligatorio según la legislación vigente. El juzgado impuso asimismo costas procesales al Consistorio.
Pero a finales de agosto una empresa empezó a vallar la parcela que albergará el futuro recinto, incluso una superficie mayor: 12.000 metros cuadrados por 10.000 del terreno. Ello despertó la indignación de las entidades vecinales: “Es una instalación con uso industrial y, por tanto, necesita un informe de impacto ambiental que no tiene ni puede presentar ya. Además, Carabante firmó el 3 de junio un decreto que daba luz verde a un proyecto para el cantón, calco del anulado por la Justicia. En él se afirma explícitamente lo que tanto Carabante como nuestro alcalde niegan ante los micrófonos y las cámaras: es un cantón con uso industrial”. Desde la Plataforma No Al Cantón recuerdan que el cartel de aquel vallado indicaba que se trataba de una “obra” para “un cantón de limpiaza varia, no de proximidad”. “No se trata de unos simples vestuarios”, apostillan.
Desde el Gobierno municipal remarcaron que estas actuaciones “no implicaban el inicio de obras” y que esta zona es “una parcela de patrimonio municipal del suelo que no forma parte de la zona verde”. En la misma línea se ha pronunciado ante los medios este lunes el propio José Luis Martínez-Almeida: “No va a ser un tráfico continuo de vehículos, no va a ser un megacantón. Es compatible garantizar el bienestar con que los trabajadores de la limpieza mejoren sus condiciones”. El regidor considera además que “no hay quejas vecinales prácticamente”.
Una visión que no comparten ni la mayoría de residentes del entorno ni la oposición municipal. A la protesta acudió la concejala socialista en Cibeles Meritxell Tizón, secretaria general del PSOE en Fuencarral-El Pardo. La edil afeó al Ejecutivo de Almeida, según recoge Europa Press, que “no haga caso” a las reivindicaciones vecinales: “Estamos hablando de una instalación industrial en pleno corazón de un barrio. Lo que pedimos al alcalde es que escuche a los vecinos y adopte soluciones para mejorar su calidad de vida y no provocarles un perjuicio”. Ha insistido en que “hay alternativas” para ubicar esta instalación en un distrito “muy grande”. “No olvidemos que son dos cantones, uno de ellos industrial. En este caso la parcela que se ha decidido está al lado de varios centros educativos y también muy cerca de las viviendas”, ha zanjado Tizón.
La marcha del domingo es una nueva muestra de la piedra en el zapato que los cantones de limpieza están suponiendo para Almeida. La pasada semana, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) no recurrida por el Ayuntamiento tumbó varios cambios que el área de Urbanismo introdujo en las nuevas Normas Urbanísticas aprobadas en el año 2023 y que afectan al Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM). El fallo judicial elimina la nueva redacción del artículo 7.8.4.3 sobre los posibles usos de los terrenos calificados como zonas verdes en la ciudad. En concreto, suprime la posibilidad de construir en ellos “servicios públicos en su categoría de mantenimiento y limpieza de la ciudad de nivel básico”, es decir, estos cantones donde se almacena maquinaria o útiles para recoger la basura de las calles.
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