Prueba del Kia Sorento PHEV: más cerca del coche total
Si hace poco más de un año te contamos las muchas cualidades del Kia Sorento híbrido, contrastadas bajo las severas condiciones de la tormenta Filomena, ahora ha pasado por nuestras manos una versión del SUV coreano que se presenta aún más interesante en el momento actual. Nos referimos naturalmente a la variante híbrida enchufable o plug-in del Sorento, que con 57 kilómetros de autonomía homologados debería permitir cubrir la mayoría de los desplazamientos cotidianos sin hacer uso del motor de combustión.
Detallemos de entrada que nos encontramos aquí con un motor de gasolina de 1,6 litros, turboalimentado, y de 179 CV al que se suma un motor eléctrico que rinde el equivalente a 91 CV. Ambos están conectados a una transmisión automática de seis marchas que se puede manejar manualmente mediante las levas emplazadas en el volante, en tanto que la selección de avance o retroceso se ejecuta por medio de un mando giratorio colocado en la consola central.
El conductor puede elegir si circular en modo eléctrico o en modo híbrido. En el primer caso, la potencia máxima es de 91 CV y la velocidad máxima, de 140 km/h. En el modo híbrido, la potencia conjunta que pueden desarrollar los dos motores es de 265 CV. Con esa cifra, la aceleración del Sorento no es explosiva, pero sí sobrada para resolver un adelantamiento en poco tiempo o para subir un puerto de montaña a buen ritmo.
No conviene olvidar que la versión enchufable pesa 316 kilos más que la híbrida que probamos hace un año y por tanto alcanza en báscula un abultado registro de 2.174 kilos que, por supuesto, se dejan notar en carreteras de curvas lentas.
La batería del Sorento, dotada de refrigeración líquida, tiene 13,8 kWh de capacidad total. La recarga se puede llevar a cabo a una potencia máxima de 3,3 kW, en cuyo caso se completa en tres horas y media. En una toma convencional de 2,3 kW, el proceso se alarga hasta las cinco horas, de modo que en principio la noche ofrece tiempo más que suficiente para tener la batería lista al comenzar la jornada.
Lo decimos porque, aparte de las razones ambientales o de conciencia del usuario, para que tenga sentido la adquisición de esta versión y se amortice la gran diferencia de precio respecto a las otras disponibles, será indispensable explotar la faceta eléctrica que nos ofrece. Si se pretende usar el coche sobre todo para viajar o no se va a cargar regularmente la batería, es mejor contemplar otras opciones, incluso la de motor diésel porque su menor consumo es determinante en un modelo de estas proporciones.
El Sorento plug-in incorpora de serie siete asientos y tracción a las cuatro ruedas. El sistema híbrido solo resta 12 litros de capacidad al maletero, que se queda en 604 litros cuando se emplean cinco plazas y en 175 cuando se usan las siete. Como la segunda fila de asientos se puede desplazar longitudinalmente por unos raíles, los 604 litros se convierten en 809 al colocarlos en la posición más adelantada.
Un equipamiento muy extenso
La gama presenta dos niveles de equipamiento, llamados Drive y Emotion y con precios que arrancan en 54.375 y 58.225 euros, respectivamente, sin descontar obviamente las ayudas del Moves III. Con el primero están incluidos todos los asistentes de conducción excepto el de detección de vehículos en el ángulo muerto y la alerta de tráfico trasero, y a ellos se suma el airbag central entre las plazas delanteras y un sinfín de dispositivos de confort tanto para conductor y acompañante como para los pasajeros de la segunda y la tercera fila.
El segundo nivel añade techo panorámico practicable, calefacción en las cuatro plazas y el volante, apertura del maletero automática, cuatro cámaras exteriores, cargador inalámbrico y equipo de sonido Bose con 12 altavoces. Al acabado Emotion se le puede agregar además el paquete Pack Luxury, que lleva ventilación en los dos asientos delanteros, tapicería en piel napa, head-up display y estriberas, entre otros elementos.
Del sofisticado interior del Sorento PHEV en acabado Emotion merecen destacarse la luz ambiente en siete colores a elegir, la pantalla del navegador de 10,25 pulgadas y el cuadro de instrumentos de 12,3“, que presenta como novedad muy original que sus dos esferas muestran, cuando tenemos intención de adelantar y accionamos el intermitente, la imagen captada por los retrovisores exteriores, como si de monitores de ángulo muerto se tratara.
El coche dispone de tres programas de conducción -Eco, Sport y Smart- y otro selector, denominado Terrain Mode, gracias al cual se adapta la tracción a la circulación por tres tipos de terrenos: nieve, barro o arena. También cuenta con un dispositivo electrónico de control de descenso.
En resumen, estamos ante un SUV de gran tamaño, con siete plazas y tracción a las cuatro ruedas, capaz de circular con solvencia fuera de carretera y con extraordinaria comodidad dentro de ella. Su lujo interior y el nivel de equipamiento que puede reunir solo compensará el gran desembolso necesario para adquirirlo si se saca el máximo provecho de su autonomía eléctrica.