Nuevo Audi Q3, directo al blanco
Seguramente, cuando uno tiene en su catálogo un vehículo que ha vendido 2,7 millones de unidades en el mundo desde 2011, lo más prudente en sus sucesivas actualizaciones es tocar lo mínimo para que todo siga fluyendo como hasta entonces. Esto es lo que ha hecho Audi con los nuevos Q3 y Q3 Sportback, este último especialmente bien recibido en nuestro país, ahora que ha llegado el momento de renovar el modelo de 2018 y dar paso a su tercera generación.
La segunda medida obligada cuando se trata de un fabricante premium es cargar el coche de tecnología y hacerlo más refinado de lo que ya era, es decir, adaptarlo a los nuevos tiempos. Y junto a ello es imprescindible por último un ramillete retoques estéticos que no alteren la imagen básica que el público tiene del modelo. En este caso, Audi ha dotado al frontal de una parrilla Singleframe más elevada y dominante, además de grupos ópticos más finos y estilizados que, en función de la versión, pueden disponer de cuatro firmas lumínicas diferenciadas.
En la zaga de los Q3 y Q3 Sportback se replica el mismo patrón de ópticas estrechadas, acompañadas aquí de un difusor integrado en el paragolpes -ahora en una posición más elevada- y de unos aros que, por primera vez, pueden estar iluminados.
Puertas adentro encontramos un cuadro de instrumentos de 11,9 pulgadas, una pantalla multimedia de 12,8“ y paneles de puerta retroiluminados. La principal novedad de la gama, sin embargo, es otra: un módulo emplazado tras el volante que agrupa el selector de cambio, en el lado derecho, y los intermitentes y limpiaparabrisas en el izquierdo.
No nos parece que esta solución aporte nada realmente significativo, pero la valoramos como propuesta de diseño y rasgo novedoso que suele ser muy del agrado del cliente premium. Dicho esto, creemos que cumple bien su función después del breve periodo de adaptación que requiere, y ello a pesar de que la acumulación de mandos detrás del volante (hay que sumar las levas) podría resultar comprometida.
El coche crece muy ligeramente con respecto a su segunda generación para situarse ahora en los 4,53 metros de longitud y los 2,86 m de batalla. El maletero cubica 488 litros en las dos carrocerías disponibles, pero las versiones híbridas enchufables ven disminuir la capacidad hasta los 375 litros. Como ya venía ocurriendo, la habitabilidad del modelo Sportback en las plazas traseras es crítica para las personas de cierta estatura, debido a la caída del techo que tanto gusta al parecer al cliente español de Audi.
Autonomía eléctrica
La gama de motores del Q3 presenta como aliciente fundamental la incorporación de una nueva familia de híbridos enchufables (PHEV) que acreditan hasta 119 kilómetros de autonomía en modo eléctrico. Esta cifra tiene una triple repercusión: por supuesto, da acceso al distintivo 0 emisiones de la DGT; debería bastar para realizar la mayoría de los trayectos diarios sin consumo ni emisiones locales, y por último permite acceder -en las pocas versiones susceptibles de entrar en el Plan Moves III- a las ayudas oficiales privativas de los coches 100% eléctricos, esto es, hasta 7.000 euros.
Las variantes PHEV, que Audi denomina e-hybrid, montan una batería de 25,7 kWh (19,7 kWh netos) y desarrollan 272 caballos de potencia. Cabe hacer la recarga a 11 kW en corriente alterna y a 50 kW en continua. En el primer caso, llenar por completo la batería lleva 2,5 horas; en el segundo, es posible pasar del 10 al 80% en 26 minutos.
Los nuevos Q3 están disponibles también con motores de gasolina de 150, 204 y 265 CV, el primero de ellos acoplado a un sistema de hibridación ligera que le reporta en España la etiqueta Eco. También se ofrecen una versión diésel de 150 caballos y otra de 193 CV que se sumará en el primer trimestre de 2026, ninguna de las cuales cuenta con microhibridación.
La dinámica de conducción del modelo germano se ve beneficiada en esta puesta al día de una suspensión provista de control de amortiguación de dos válvulas. Los acabados más completos incorporan un control de velocidad adaptativo que se ha mejorado para tener en cuenta información de otros usuarios almacenada en la nube. Gracias a ella, el vehículo es capaz, por ejemplo, de tomar una curva a una velocidad inferior a la marcada por las señales al considerar el promedio de otros conductores que han pasado por el mismo punto.
La carrocería del Q3 se presenta en 11 colores diferentes, dos de los cuales son nuevos en Audi y tres en este modelo concreto, todo ello sin contar las personalizaciones recogidas en el programa Audi Exclusive. Los acabados son tres: Advanced, S Line y Black Line, más uno más pensado para flotas que se identifica como Business.
Este último parte de 46.620 euros con cualquiera de los motores -gasolina y diésel- de 150 CV, de 52.030 en la versión de gasolina de 204 CV y de 56.120 euros en la híbrida enchufable de 272. El acabado Advanced arranca en 48.270 euros, y los S Line y Black Line encarecen la factura 2.850 y 5.250 euros, respectiva y consecutivamente. Por su parte, la carrocería Sportback es 1.900 euros más costosa que la estándar o SUV.
El cliente particular tiene a su disposición tres paquetes complementarios: Confort Vision (3.250 euros), Confort Plus (4.800) y Premium (7.300 euros). Además, puede recurrir opcionalmente a diversas llantas entre 18 y 20“ y a interiores alternativos al de serie. Como opciones sueltas figuran el gancho de remolque, el techo panorámico y un equipo de sonido Sonos.
Las versiones Business disponen de llantas de 17“, faros full led, sensores de aparcamiento delante y detrás, control de velocidad, arranque son llave y portón eléctrico, entre otros elementos de equipamiento. En este caso, cabe incorporar un pack Confort Basic, que cuesta 2.650 euros, y otro, denominado Confort Plus, por el que hay que pagar 4.800.