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Los coches de más de 15 años suponen aún el 40% del mercado de segunda mano

El mercado de segunda mano se acercó a los dos millones de unidades el año pasado.

P. U.

Mientras la electrificación del parque de vehículos nuevos muestra signos de atonía en diversos mercados que se suponía que debían tirar de ella, el mercado español muestra sus propias señales de alarma en lo que concierne también al de usados. Los datos conocidos en este comienzo de año revelan como los más preocupantes estos dos: que la antigüedad media de este tipo de coches supera los 11 años y que más del 40% de las transacciones corresponden a modelos de más de 15 años, gran parte de ellos equipados además con motores diésel.

Concretamente, la información recabada por la consultora MSI para las patronales del sector Ganvam (distribuidores oficiales e independientes) y Faconauto (concesionarios) establece que la edad media del turismo usado vendido en España en 2023 se situó en los 11,1 años, en línea con las cifras de 2022, lo que evidencia para ambas asociaciones “la necesidad de poner en marcha estrategias más eficaces de renovación del parque”. El 40,3% del mercado de segunda mano lo concentran los coches de más de 15 años, lo cual pone de manifiesto “las dificultades económicas que tiene el ciudadano medio para acceder a soluciones de movilidad eficientes”.

Los datos de la consultora señalan además que por cada turismo nuevo se vendieron en nuestro país dos de segunda mano. Así, se entregaron el año pasado 949.359 vehículos nuevos y un total de 1.940.488 usados.

La parte buena de la información es que uno de cada cuatro turismos, el 25,8% exactamente, que cambiaron de manos tenía menos de cinco años: fueron en total 500.370 unidades que suponen un incremento del 5,5% con respecto a los registros del año anterior.

Tanto Ganvam como Faconauto reivindican el papel crucial de estos vehículos en tanto que “garantes” de una movilidad más accesible y asequible. En este sentido, abogan por un plan de incentivo a la demanda que incluya el apoyo a estos modelos, “de forma -dicen- que se ayude a las rentas más sensibles a cambiar sus coches antiguos por otros más eficientes, máxime ante las restricciones de circulación que se están imponiendo a los modelos altamente contaminantes”.

La subida de las ventas de usados de hasta cinco años tiene que ver con la recuperación del stock una vez superada la crisis de los chips. De hecho, empresas de renting y de rent a car que en 2022 se vieron obligadas a retrasar la renovación de sus coches por las tensiones en la cadena de suministro cerraron el año pasado con subidas notables en sus operaciones con vehículos usados, lo que pone de manifiesto que ya renuevan flota con normalidad y que inyectan al mercado “una oferta de modelos muy demandada por su relación calidad/precio”.

Raúl Palacios, el presidente de la entidad que representa a los distribuidores, subraya la importancia de sustituir los coches viejos por otros que cumplan al menos la normativa Euro 6, en vigor desde septiembre de 2015. En su opinión, el impacto ambiental de cambiar un vehículo de principios de los 2000 por uno que se atiene a esa norma supera con mucho al de remplazar uno de -pongamos- 2017, cuyas emisiones ya eran notablemente bajas, por uno eléctrico.

Por otro lado, según Palacios, es raro que el propietario de un coche de 20 años pueda adquirir un eléctrico dado que generalmente no se lo puede permitir, como vienen a demostrar los datos facilitados por las dos asociaciones.

Antiguos y diésel

La vertiente más preocupante de las cifras recién dadas a conocer emerge de la combinación de factores. De una parte, que gran parte de las transacciones de usados son, como decimos, de vehículos muy antiguos; de otra, que estos pertenecen en muy elevada proporción a una época en que la mayoría del parque -por razones en las que no es el momento de extenderse- estaba dieselizado. En consecuencia, el 55,3% de las operaciones de turismos usados durante 2023 correspondieron a este combustible, seguido por la gasolina con un 37,2% de las ventas.

Por el contrario, los vehículos electrificados tienen todavía un peso testimonial en el mercado de ocasión. Aunque cerraron el año con un crecimiento del 6,6% en sus entregas, los eléctricos puros representaron el 0,6% del total. Los híbridos enchufables, con un ascenso del 24,8% a cierre de año, representaron el 0,9% del mercado en 2023.

El panorama general del mercado de segunda mano se completa con el retroceso de las transacciones de usados de entre 10 y 15 años. Las 348.496 unidades vendidas representan un descenso del 16,5% con respecto al conjunto del ejercicio 2022.

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